Harry Potter. La colección completa (264 page)

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Authors: J.K. Rowling

Tags: #Aventuras, Fantástico, Infantil y Juvenil, Intriga

—Bueno, acabo de enterarme de la alineación definitiva de Slytherin —anunció Angelina consultando una hoja de pergamino—. Los golpeadores del año pasado, Derrick y Bole, ya no están en el equipo, pero por lo visto Montague los ha sustituido por los gorilas de rigor, y no por dos jugadores que vuelen particularmente bien. Son dos tipos que se llaman Crabbe y Goyle, no sé mucho acerca de ellos…

—Nosotros sí —dijeron Harry y Ron a la vez.

—Bueno, no parecen lo bastante listos para distinguir un extremo de la escoba del otro —observó Angelina mientras se guardaba la hoja de pergamino—, pero la verdad es que siempre me sorprendió que Derrick y Bole consiguieran encontrar el camino hasta el campo sin necesidad de letreros.

—Crabbe y Goyle están cortados por el mismo patrón —afirmó Harry.

Oían cientos de pasos que ascendían por los bancos escalonados de las tribunas del público. Había gente que cantaba, aunque Harry no logró entender la letra de la canción. Estaba empezando a ponerse nervioso, pero sabía que sus nervios no eran nada comparados con los de Ron, que volvía a presionarse el estómago con la mirada perdida en el vacío, la mandíbula apretada y la piel de un verde pálido.

—Ya es la hora —anunció Angelina con voz queda, consultando su reloj—. ¡Ánimo, chicos! ¡Buena suerte!

Los miembros del equipo se levantaron, se cargaron las escobas al hombro y salieron del vestuario en fila india hacia el luminoso exterior. Los recibió un fuerte estallido de gritos y silbidos entre los cuales Harry seguía escuchando aquella canción, aunque en ese momento se oía amortiguada.

Los jugadores del equipo de Slytherin los esperaban de pie en el campo. Ellos también llevaban las insignias plateadas con forma de corona. El nuevo capitán, Montague, tenía la misma constitución que Dudley Dursley, con unos antebrazos enormes que parecían jamones peludos. Detrás de Montague acechaban Crabbe y Goyle, casi tan corpulentos como él, parpadeando con pinta de estúpidos y blandiendo sus bates nuevos de golpeadores. Malfoy estaba a un lado, y la luz arrancaba destellos a su rubio pelo. Al ver a Harry, sonrió y dio unos golpecitos a la insignia con forma de corona que llevaba prendida en el pecho.

—Daos la mano, capitanes —ordenó la señora Hooch, que hacía de arbitro, cuando Angelina y Montague se encontraron. Harry se dio cuenta de que Montague intentaba aplastarle los dedos a Angelina, aunque ella no hizo el más mínimo gesto de dolor—. Montad en vuestras escobas…

La señora Hooch se puso el silbato en la boca y pitó.

A continuación soltaron las pelotas y los catorce jugadores emprendieron el vuelo. Harry vio con el rabillo del ojo cómo Ron salía como un rayo hacia los aros de gol. Harry subió un poco más y esquivó la primera
bludger
; luego dio una amplia vuelta por el terreno de juego mirando a su alrededor en busca de un destello dorado; en el otro extremo del estadio, Draco Malfoy estaba haciendo exactamente lo mismo.

—Y es Johnson, Johnson con la
quaffle
, cómo juega esta chica, llevo años diciéndolo, pero ella sigue sin querer salir conmigo…


¡JORDAN!
—gritó la profesora McGonagall.

—Sólo era un comentario gracioso, profesora, para añadir un poco de interés… Ahora ha esquivado a Warrington, ha superado a Montague, ¡ay!, la
bludger
de Crabbe ha golpeado a Johnson por detrás… Montague atrapa la
quaffle
, Montague sube de nuevo por el campo y… Una buena
bludger
de George Weasley le ha dado de lleno en la cabeza a Montague, que suelta la
quaffle
, la atrapa Katie Bell; Katie Bell, de Gryffindor, le hace un pase hacia atrás a Alicia Spinnet, y Spinnet sale disparada…

Los comentarios de Lee Jordan resonaban por el estadio y Harry aguzaba el oído para escucharlos pese al viento que silbaba en sus oídos y el barullo del público, que gritaba, abucheaba y cantaba sin descanso.

—… Regatea a Warrington, esquiva una
bludger
, te has salvado por los pelos, Alicia, y el público está entusiasmado, escuchadlo, ¿qué es lo que canta?

Lee hizo una pausa para escuchar, y la canción se elevó, fuerte y clara, desde el mar verde y plata de los de Slytherin que se hallaban en las gradas.

Weasley no atrapa las pelotas
y por el aro se le cuelan todas.
Por eso los de Slytherin debemos cantar:
a Weasley vamos a coronar.

Weasley nació en un vertedero
y se le va la
quaffle
por el agujero.
Gracias a Weasley hemos de ganar,
a Weasley vamos a coronar.

—… ¡Y Alicia vuelve a pasársela a Angelina! —gritó Lee. Harry hizo un viraje brusco, rabiando por lo que acababa de escuchar, y comprendió que Lee intentaba apagar la letra de la canción con sus comentarios—. ¡Vamos, Angelina! ¡Ya sólo tiene que superar al guardián!…
LANZA… ¡¡¡AAAYYY!!!

Bletchley, el guardián de Slytherin, había parado la pelota; luego le lanzó la
quaffle
a Warrington, que salió como un rayo con ella, zigzagueando entre Alicia y Katie; los cánticos que ascendían desde las tribunas se hacían más y más fuertes a medida que Warrington se acercaba a Ron.

A Weasley vamos a coronar.
A Weasley vamos a coronar.
Y por el aro se le cuelan todas.
A Weasley vamos a coronar.

Harry no pudo evitarlo: dejó de buscar la
snitch
y giró su Saeta de Fuego para mirar a Ron, que era una figura solitaria al fondo del campo y estaba suspendido ante los tres aros de gol mientras el corpulento Warrington iba como un bólido hacia él.

—… Warrington tiene la
quaffle
, Warrington va hacia la portería, está fuera del alcance de las
bludger
s y sólo tiene al guardián delante…

De las gradas de Slytherin ascendió otra vez aquella canción:

Weasley no atrapa las pelotas
y por el aro se le cuelan todas…

—… Va a ser la primera prueba para Weasley, el nuevo guardián de Gryffindor, hermano de los golpeadores Fred y George, y una nueva promesa del equipo… ¡Ánimo, Ron! —Pero un grito colectivo de alegría surgió de la zona de Slytherin: Ron se había lanzado a la desesperada, con los brazos en alto, y la
quaffle
había pasado volando entre ellos y había entrado limpiamente por el aro central de la portería de Ron—. ¡Slytherin ha marcado! —sonó la voz de Lee entre los vítores y los silbidos del público—. Diez a cero para Slytherin… Mala suerte, Ron.

Los de Slytherin entonaron aún más fuerte:

WEASLEY NACIÓ EN UN VERTEDERO
Y SE LE VA LA
QUAFFLE
POR EL AGUJERO…

—… Gryffindor vuelve a estar en posesión de la
quaffle
, y ahora es Katie Bell quien recorre el campo… —gritó Lee con valor, aunque los cantos eran tan ensordecedores que apenas se le oía.

GRACIAS A WEASLEY HEMOS DE GANAR,
A WEASLEY VAMOS A CORONAR.

—¿Qué haces, Harry? —gritó Angelina al pasar a toda velocidad por su lado para alcanzar a Katie—.
¡MUÉVETE!

Entonces Harry se dio cuenta de que llevaba más de un minuto quieto en el aire, contemplando el desarrollo del partido sin acordarse siquiera de la
snitch
; horrorizado, hizo un descenso en picado y empezó de nuevo a describir círculos por el terreno de juego mirando alrededor e intentando no hacer caso del coro de voces que llenaba el estadio:

A WEASLEY VAMOS A CORONAR.
A WEASLEY VAMOS A CORONAR.

Harry no paraba de mirar hacia uno y otro lado, pero no había ni rastro de la
snitch
; Malfoy también describía círculos por el estadio, igual que él. Hacia la mitad del campo se cruzaron y Harry oyó que Malfoy cantaba:

WEASLEY NACIÓ EN UN VERTEDERO…

—… Ahí va Warrington otra vez —bramó Lee—, se la pasa a Pucey, Pucey deja atrás a Spinnet, vamos, Angelina, tú puedes alcanzarlo… Pues no, no ha podido… Pero Fred Weasley golpea una bonita
bludger
, no, ha sido George Weasley, bueno, qué más da, uno de los dos, y Warrington suelta la
quaffle
y Katie Bell… también la deja caer… Montague se hace con ella: Montague, el capitán de Slytherin, coge la
quaffle
y empieza a recorrer el campo, ¡vamos, Gryffindor, bloqueadlo!

Harry pasó por detrás de los aros de gol de Slytherin y evitó mirar qué estaba ocurriendo en la portería de Ron. Al pasar junto al guardián de Slytherin, oyó a Bletchley cantando a coro con el público:

WEASLEY NO ATRAPA LAS PELOTAS…

—… Pucey ha vuelto a regatear a Alicia y se dirige hacia los postes de gol… ¡Párala, Ron!

Harry no tuvo que mirar para saber qué había sucedido: hubo un terrible gemido en el extremo del campo de Gryffindor, acompañado de nuevos gritos y aplausos de los de Slytherin. Harry echó un vistazo hacia abajo y vio a Pansy Parkinson con su nariz chata, delante de las gradas y de espaldas al terreno de juego, dirigiendo a los seguidores de Slytherin, que cantaban:

POR ESO LOS DE SLYTHERIN DEBEMOS CANTAR:
A WEASLEY VAMOS A CORONAR.

Pero veinte a cero no era nada, Gryffindor todavía tenía tiempo para remontar el resultado o para atrapar la
snitch
. Unos cuantos tantos y volverían a ponerse por delante, como siempre; Harry estaba convencido de ello mientras se colaba entre los otros jugadores y perseguía un resplandor que resultó ser la correa del reloj de Montague.

Pero Ron se dejó marcar dos tantos más, y Harry empezó a buscar la
snitch
con desesperación, casi con pánico. Ojalá pudiera atraparla pronto y poner así fin al partido.

—… Katie Bell de Gryffindor dribla a Pucey, elude a Montague, buen viraje, Katie, y le lanza la
quaffle
a Johnson, Angelina Johnson con la
quaffle
, ha superado a Warrington, va hacia la portería, vamos, Angelina,
¡GRYFFINDOR HA MARCADO!
Cuarenta a diez en el marcador, cuarenta a diez para Slytherin, y Pucey con la
quaffle

Harry oyó los rugidos del ridículo sombrero con forma de cabeza de león de Luna Lovegood entre los vítores de Gryffindor, y eso lo animó; sólo les llevaban treinta puntos de ventaja, eso no era nada, podían remontar fácilmente. En ese momento Harry esquivó una
bludger
que Crabbe había lanzado contra él y reanudó su desesperado registro del campo en busca de la
snitch
, sin perder de vista a Malfoy por si éste daba señales de haberla divisado; pero Malfoy, al igual que Harry, continuaba volando alrededor del estadio buscando en vano…

—… Pucey se la lanza a Warrington, Warrington a Montague, Montague se la devuelve a Pucey… Interviene Johnson, Johnson atrapa la
quaffle
, se la pasa a Bell, buena pasada, no, mala: Bell ha recibido el impacto de una
bludger
de Goyle, de Slytherin, y Pucey vuelve a estar en posesión…

WEASLEY NACIÓ EN UN VERTEDERO
Y SE LE VA LA
QUAFFLE
POR EL AGUJERO.
GRACIAS A WEASLEY HEMOS DE GANAR…

Pero Harry la había visto por fin: la diminuta
snitch
dorada estaba suspendida a unos palmos del suelo en el extremo del campo de Slytherin.

Bajó en picado…

Sin embargo, en cuestión de segundos Malfoy descendió como un rayo hacia la izquierda de Harry; Draco era una figura borrosa, verde y plateada, que volaba pegada a su escoba…

La
snitch
bordeó el pie de uno de los postes de gol y salió disparada hacia el extremo opuesto de las gradas; aquel cambio de dirección favorecía a Malfoy, que estaba más cerca; Harry giró su Saeta de Fuego y a partir de ese momento él y Malfoy fueron a la par…

Volando a unos palmos del suelo, Harry soltó la mano derecha de la escoba y la estiró hacia la
snitch
… A su derecha, Malfoy también extendió el brazo, estirándolo al máximo, intentando alcanzar la bola…

Sólo duró un par de desesperantes, angustiosos y vertiginosos segundos: los dedos de Harry se cerraron alrededor de la diminuta bola alada; Malfoy le arañó el dorso de la mano sin éxito; Harry tiró de la escoba hacia arriba, aprisionando la rebelde
snitch
en la mano, y los seguidores de Gryffindor gritaron de satisfacción…

Estaban salvados. Ya no importaba que Ron se hubiera dejado marcar aquellos tantos, nadie lo recordaría porque Gryffindor había ganado. Pero entonces…

¡PUM!

Una
bludger
golpeó con fuerza a Harry en la parte baja de la espalda, y cayó de la escoba. Afortunadamente, estaba a menos de dos metros del suelo porque había descendido mucho para atrapar la
snitch
, pero aun así se le cortó la respiración cuando aterrizó de espaldas en el helado campo. Enseguida oyó el estridente silbato de la señora Hooch, un rugido en las gradas formado por silbidos, gritos furiosos y abucheos, un ruido sordo y luego la desesperada voz de Angelina:

—¿Estás bien?

—Claro que estoy bien —contestó Harry muy serio; le cogió la mano y dejó que Angelina lo ayudara a levantarse.

La señora Hooch volaba hacia uno de los jugadores de Slytherin que estaba por encima de Harry, aunque desde donde él estaba no pudo ver quién era.

—Ha sido ese matón, Crabbe —dijo Angelina, furiosa—, te ha lanzado la
bludger
en cuanto ha visto que habías atrapado la
snitch
. Pero ¡hemos ganado, Harry, hemos ganado!

Harry oyó un bufido detrás de él y se dio la vuelta sin soltar la
snitch
: Draco Malfoy había aterrizado cerca. Pese a que estaba pálido por el disgusto, todavía era capaz de mirar a Harry con aire despectivo.

—Le has salvado el pellejo a Weasley, ¿eh? —le dijo—. Nunca había visto un guardián más patoso… Pero claro, nació en un vertedero… ¿Te ha gustado la letra de mi canción, Potter?

Harry no contestó. Dio media vuelta y fue a reunirse con el resto de los jugadores de su equipo, que entonces descendían uno a uno, gritando y agitando los puños, triunfantes; todos excepto Ron, que había desmontado de su escoba junto a los postes de gol e iba despacio, solo, hacia los vestuarios.

—¡Queríamos escribir un par de versos más! —gritó Malfoy mientras Katie y Alicia abrazaban a Harry—. Pero no se nos ocurría nada que rimara con gorda y fea… Queríamos cantarle también a su madre, ¿sabes?

—Hay que ser desgraciado… —dijo Angelina mirando a Malfoy con desprecio.

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