Un enigmático secreto del pasado
Esta obra de arte no fue realizada para reírse de ella y luego dejarla de lado. Muchas personas creen en las predicciones del zodíaco, por lo tanto, asumamos que está basada en la realidad. Aceptemos también que los autores del zodíaco querían compartir parte de su sabiduría, por ejemplo, el día del fin de la Atlántida y el día del próximo cataclismo. ¡Eso debe ser! ¡No puede tratarse de ninguna otra cosa!
Figuras 1 y 2
. El Zodíaco de Dendera de ángulo recto, una de las creaciones más enigmáticas de los antiguos egipcios.
El zodíaco predijo la fecha exacta del próximo fin de la Tierra, y fue mi intuición la que me condujo a esta conclusión. Más adelante, claramente, lo intuido resultó ser cierto. Sentí que con gusto estaba dispuesto a dar parte de mi vida para resolver estos acertijos, aunque por supuesto no podía hacerlo solo. Necesitaba con urgencia la ayuda de un egiptólogo, pues esta era la única manera de revelar los antiguos misterios.
Pero ¿a quién convocar? Hice algunos contactos, pero ellos no estuvieron interesados. Entonces, la suerte dio un giro a mi favor. Una periodista del diario belga
Het Belang Van Limburg
vio un artículo sobre mí en el mayor periódico holandés,
The Telegraph
. En este artículo, yo explicaba que vivía a base de una «dieta de hambre», consistente en frutas y verduras, con el propósito de alcanzar la mayor longevidad. Hasta ese momento, era el único en Bélgica y los Países Bajos que lo estaba intentando; en EE.UU. había fácilmente unos cien voluntarios, pero aquí el interés era escaso. La periodista decidió que quería conocerme y escribir un artículo, incluso, lo redactó ese mismo día porque al siguiente se iba de viaje. El artículo debía aparecer dos o tres días más tarde y, por cierto, yo compré el diario para el que ella trabajaba, todos los días subsiguientes. Hasta que se desató el mayor escándalo sobre pedofilia en la historia de Bélgica. La noticia cubría todos los periódicos y mi artículo quedó de lado durante un tiempo. No obstante, el sábado 17 de agosto de 1996, compré el periódico. Coincidentemente, leí un artículo sobre astronomía en el cual se hablaba del astrónomo Gino Ratinckx, quien estaba interesado específicamente en la arqueoastronomía. Para ser más preciso, estaba buscando una similitud entre ciertas constelaciones estelares y la ubicación de antiguos templos, como las pirámides de Giza, por ejemplo, que están emplazadas de acuerdo con la constelación de Orión. Él tenía sumo intenso interés en esto. El artículo mencionaba su domicilio y número de teléfono; vivía en las afueras de Amberes, muy cerca de mi casa. Recorté el artículo y lo guardé, pues antes de establecer el contactarlo, quería leer el libro
Keeper of Génesis [El guardián del Génesis]
, en el cual Bauval y Hancock demuestran de manera brillante dónde los atlantes enterraron su secretos conocimientos. Luego de leerlo, llamé a Gino Ratinckx. Esta llamada iba a cambiar mi vida para siempre.
—Sr. Ratinckx, le habla Patrick Geryl. Leí un artículo sobre usted y me gustaría conocerlo personalmente.
—¿De qué desea hablar?
—En el libro
The Mayan Prophecies
se describe cómo el autor descifró el código de los mayas. Tengo un libro con el zodíaco de Dendera y estoy convencido de que, similarmente, también contiene códigos. ¿Podría ayudarme a descifrarlos?
—¡Oh, eso no va ser ningún problema! Hice un estudio sobre el templo de Dendera para mi examen de arqueología.
Al oír esto, mi corazón se llenó de gozo y le pregunté: —¿Es posible que nos encontremos para discutirlo?
—El próximo miércoles a la noche me viene bien.
Era lunes a la noche y, en dos días más, probablemente iba a hallar un avance real en mi investigación. Entonces le pregunté: —¿A las ocho está bien?
—Venga a mi casa, ¡ah! y llámeme Gino.
La primera reunión
Miércoles a la noche, ocho menos diez. Nervioso, toqué el timbre. Gino abrió la puerta. Decididamente, me resultó un hombre agradable. Me llevó al primer piso; allí estaba su computadora, sobre un caótico escritorio. Al mirar alrededor vi algunos muebles antiguos muy bonitos y las paredes cubiertas con las pinturas de su esposa. Nos sentamos a la mesa y le mostré la pila de libros que había leído.
—Mire —comencé— según los mayas, el año 2012 deparará un desastre porque habrá un cambio en el magnetismo solar, y ahora que he visto esta foto y estos dibujos del zodíaco, por alguna razón estoy convencido de que allí hay códigos ocultos.
—Bueno, usted ha llegado al lugar indicado, pues yo participé de la investigación sobre el significado de algunos de los códigos mayas.
Bueno, pensé, ¡esto no podría haber resultado mejor! Entonces proseguí: —¿Tiene usted alguna idea sobre cómo podemos manejar esto?
—Las ideas no son un problema para mí, pero sí tengo dificultad para escribirlas; de hecho, soy incapaz de producir un libro escrito con fluidez.
Sonreí, era justo para mí. Yo ya había escrito seis libros y en uno de ellos demostraba que la teoría de la relatividad era incorrecta. Hasta ese momento no lo había mencionado, pues, como Gino era astrónomo, tal vez se hubiera sentido un poco alarmado al oír que yo disentía con Einstein. Pero como parecía muy afable me animé y le dije: —Puede dejar la escritura para mí; ya he escrito varios libros, incluyendo uno en el cual demuestro que los quásares ¡son inconsistentes con la teoría de la relatividad!
Esto captó la atención de Gino y con cierta sorpresa me preguntó: —¿En verdad? ¿Y puede explicármelo?
—Usted sabe que cuando la velocidad de un objeto aumenta, su masa también aumenta, según los cálculos de Einstein. Cuanto más nos aproximamos a la velocidad de la luz, más aumenta la masa. Ahora, imagine que hay un bulto de masa increíblemente grande al final del universo. Con sus fuerzas gravitacionales «tira hacia sí» los sistemas estelares en el centro del universo. Lentamente, comienzan a moverse en su dirección. En miles de millones de años, la masa de los soles pertenecientes a dicho sistema aumenta. Por cierto, pierden masa por la radiación, pero la ganan por aumento de masa. Todos saben que cuando la masa de un planeta aumenta, la fuerza gravitacional también aumenta. En la Luna, por ejemplo, usted puede saltar diez metros con total facilidad, pero en Júpiter casi no puede moverse. Debido a este aumento de la masa de un sistema estelar, el sistema mismo está sujeto a un continuo proceso de achicamiento. Finalmente, el sistema colapsará y se convertirá en un quásar.
Gino me miró sorprendido y respondió: —Es la primera vez que oigo esta teoría, pero me parece lógica. ¿Puede darme más evidencia?
—Si la velocidad de un sol aumentara a la velocidad de la luz, su masa también aumentaría. Todos los astrónomos saben que el lapso de vida de un sol depende de la cantidad de su masa. Cuanto más pesado es el sol, más rápido será el proceso de envejecimiento. Tomemos nuestro Sol, por ejemplo. Tiene una expectativa de vida de diez mil millones de años. Un sol con el doble de esta masa sólo tiene una expectativa de vida de ochocientos millones de años. Esto es así porque las fuerzas gravitacionales internas aumentan tanto que las reacciones nucleares se aceleran. Un sol que aumenta en velocidad y, por lo tanto, en masa, se quemará más pronto y tendrá una vida más corta. Yo la denomino la paradoja de la gravitación cuántica.
Gino reaccionó con entusiasmo y me preguntó: —¿Existe alguna otra consecuencia?
—Escribí las principales consecuencias en mi libro
A New Space-Time Dimensión [Una nueva dimensión del tiempo y el espacio]
. Una de ellas, bastante importante, es que la galaxia se está expandiendo a un ritmo acelerado.
[1]
[2]
Otra es que el noventa por ciento del universo contiene sistemas estelares explosivos, los cuales están pereciendo, debido al aumento de la fuerza gravitacional. Desde un punto de vista estrictamente científico, la vida extraterrestre es imposible allí, por lo tanto, la vida tiene que estar limitada al centro del universo. Por cierto que esto incluye a muchos sistemas estelares, pero son muchos más de lo que todos piensan. Las series de televisión como «Viaje a las estrellas» están profundamente equivocadas, pues su historia trata de mundos que no podrían existir de ninguna manera.
—Lo que usted me está diciendo aquí podría ser cierto y si se publicara, podría provocar bastante consternación. Pero está bien, hay algo que debemos hacer primero: descifrar el código Dendera.
Gino tomó un libro de un estante: —Pienso que tengo precisamente lo que necesita. Aquí está la decodificación de
The Egyptian Book of the Dead [El libro egipcio de los muertos]
. Hasta la fecha de publicación de este libro, nadie había logrado decodificar las veneradas escrituras. Este autor, Albert Slosman, lo hizo, y ¡quedará sorprendido por su contenido!
Con respeto, tomé el libro en mis manos y, de inmediato, me di cuenta de que había generado en mí un intenso sentimiento. ¡Este era el indicado! Y aquí yo iba a hallar códigos de suma importancia. Esa misma noche empecé a leer la obra y hallé claves de una catástrofe.
CLAVES PARA UNA CATÁSTROFE
Leer el libro
Le Livre de l'au-delá de la vie [El libro de allende la vida]
no resultó nada simple. Yo no entendía francés muy bien y hasta un simple texto ya me resultaba difícil, por lo tanto, esto era mucho más complicado. Una secuencia de palabras inusuales, códigos misteriosos, sagradas escrituras y arcaicas palabras mitigaron mi entusiasmo. Tuve que leerlo siete veces para comprenderlo.
Afortunadamente, mi intuición no me abandonó y no pasó mucho tiempo antes de que yo comprendiera la importancia de algunos de los códigos. Todo el resto era menos importante para mi investigación. Lo que había leído era suficiente para poner el mundo de la egiptología patas para arriba. Las traducciones del
Libro Egipcio de los Muertos
eran desastrosas, estaban tan llenas de flagrantes errores e interpretaciones equivocadas, que no quedaba nada de su significado original. Sólo Albert Slosman logró traducir las venerables escrituras correctamente y yo pude distinguir con claridad sus asombrosas conclusiones. En primer lugar, el título del libro era una versión errónea, pues debería llamarse
El libro de la luz
y no
El libro de los muertos
. ¿Por qué este título? Porque describe con precisión los acontecimientos celestiales que se produjeron durante la caída de la Atlántida. Más aún, describe cómo los sobrevivientes fueron guiados por el Sol en su huida a Egipto. Cómo lo más importante fue lo sucedido en el Sol mismo. Como el tema central de las escrituras es, en especial, el hecho de que el Sol irradiaba la luz de la luz —en otras palabras, una luz increíblemente intensa—; el nombre correspondiente es
El libro de la luz
. A fin de informar cuan razonables son los hallazgos hechos, se presentan los jeroglíficos originales junto con la traducción del primer verso:
Soy el más Elevado, el Primero, el Creador del Cielo y la Tierra, soy el Moldeador de los cuerpos humanos,
y el proveedor de las partes espirituales. He colocado al Sol sobre un nuevo horizonte, como un signo de benevolencia y como prueba de la Alianza.