Los hijos de los Jedi (67 page)

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Authors: Barbara Hambly

Tags: #Ciencia Ficción

—Tenemos tiempo —dijo Luke—. La prisa… No existe, ¿sabes? Pero lo que sí existe y existirá siempre es mi amor por ti.

Seguían fundidos en un estrecho abrazo, las mejillas apoyadas en los hombros, cuando Han, Leia, Chewie, Erredós y Cetrespeó aparecieron en el umbral.

—Dejemos que estén a solas durante un rato —murmuró Leia.

—Puede besarla a bordo de la nave —respondió Han con alegre jovialidad—. Jevax por fin ha conseguido reparar los silos de descenso, y ya hemos metido todos esos cachivaches de la sala de juguetes en la bodega y no sé qué opinarán los demás, pero yo quiero largarme de esta roca antes de que ocurra algo más.

—Sería lo más aconsejable, Su Excelencia —añadió Cetrespeó—. El almirante Ackbar mencionó concentraciones de las tropas del Gran Almirante Harrsk en el Sector de Atravis, y no tenemos ni idea de dónde o con quién pueden haber buscado refugio Roganda y su hijo. Dada la necesidad de introducir cambios pequeños pero significativos en los diagramas de todas las naves de la flota, o de encontrar una protección adecuada allí donde el cambio en los diagramas no puede ser llevado a cabo, tal vez sería más prudente partir lo más pronto posible.

—Tienes razón.

Leia volvió lentamente la cabeza para contemplar por última vez la Casa de Plett, o las ruinas en que la había convertido el Imperio: muros desmoronados, arcos medio caídos, la losa de metal nuevamente colocada sobre el pozo… Los ecos de su antigua paz llenaron todo su ser, cubriendo el dolor y la destrucción como la exuberancia de las ubicuas lianas del risco cubría las cicatrices dejadas por aquel antiguo bombardeo. Le pareció volver a oír las voces de los niños en algún lugar lejano, cantando aquella canción tan antigua sobre la reina olvidada y sus pájaros mágicos.

Callista le había entregado una lista parcial de nombres que contenía todos los que pudo recordar, aunque su estancia allí había sido breve y no conocía a la mayor parte de los Jedi que formaban la pequeña colonia. Pero era un comienzo. Y Leia tenía algo de aquellos niños olvidados, algo de los viejos Jedi que habían vivido allí y que les habían ofrecido refugio.

Un movimiento se agitó en el límite de su campo visual. «¿Un fantasma? —pensó—. ¿O tal vez el eco de un recuerdo?» Las sombras de dos niños muy pequeños se persiguieron durante un momento sobre la gruesa capa de hierba color verde aceituna y desaparecieron en una hilacha de niebla que flotaba a la deriva.

«¿Nichos? —se preguntó—. ¿Roganda? ¿Uno corriendo hacia la luz, la otra corriendo hacia la oscuridad?»

¿Alguien cuyo nombre ni siquiera conocía?

¿O eran sombras del futuro, no los niños que habían vivido allí sino los que nacerían con el paso del tiempo?

—¡Eh, chaval! —gritó Han, y Leia le asestó un codazo en las costillas.

—Vamos, Han… —dijo—. Luke merece un poco de paz.

Su hermano llevaba mucho, mucho tiempo sin conocer el descanso.

Las dos personas sentadas en el banco volvieron la cabeza hacia ellos.

—¡Nos largamos de esta roca perdida en la nada! —gritó Han—. ¿Podemos dejaros en algún sitio?

Luke y Callista se miraron el uno al otro y sus rostros reflejaron un curioso parentesco, y durante un momento parecieron más hermano y hermana que dos enamorados, como si fueran dos personas que se conocían desde hacía muchas vidas.

—Podéis dejarnos en Yavin —respondió Callista un instante después—. Si es que os viene de paso, claro.

Han sonrió.

—Creo que puede arreglarse.

Luke y Callista fueron hacia ellos, caminando lentamente sobre la hierba cogidos de la mano.

BARBARA HAMBLY, (nacida el 28 de Agosto de 1951) es un galardonada y prolífica novelista y autora de las novelas de Star Wars Children of the Jedi y Planet of Twilight publicadas por Bantam Spectra en 1995 y 1997, respectivamente. También escribió una serie de historias cortas para Tales from the Mos Eisley Cantina, Tales from Jabba's Palace, también publicadas por Bantam Spectra en 1995, y para Star Wars Adventure Journal, que fue publicado por West End Games en 1997.

Hambly nació en San Diego, California y creció en Montclair, California. Sus padres, Edward Everett Hambly Sr. y Florence Moraski Hambly, son de una ciudad minera en el este de Pennsylvania. Tiene una hermana mayor, Mary Ann Saunders, y un hermano pequeño, Edward Everett Hambly Jr. En su temprana adolescencia, Hambly leía y quedó paralizada por El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, y colcoó imágenes de dragones a la puerta de su dormitorio. En primer momento se interesó en la moda, y fue una participante desde hace mucho tiempo en la Sociedad para las actividades el Anacronismo Creativo. A mediados de la década de 1960, la familia Hambly pasó un año en Australia.

Hambly tiene un Máster en Historia Medieval por la Universidad de California en Riverside, terminando la carrera en 1975 y pasó un año en Bordeaux como parte de sus estudios. Su primera novela en ser publicada fue Time of the Dark en 1982 por Del Rey. Previo a convertirse en escritora, Hambly eligió ocupaciones que la permitieron tiempo para escribir; todas sus novelas contienen un párrafo biográfico con una letanía a sus puestos de trabajo familiares para sus lectores; profesora de secundaria, modelo, camarera, editora técnica, recepcionista en una licorería e instructora de Karate Shotokan. Hambly se desempeñó como Presidenta de los escritores de ciencia ficción y fantasía de Estados Unidos desde 1994 a 1996. Sus obras han sido nominadas para varios premios en las categorías de fantasía y las de ficción de terror, ganadora de un Premio Locus a la Mejor Novela de Horror Those Who Hunt the Night (1989) y el premio Lord Ruthven por la ficción de sus secuelas, Traveling With the Dead (1996).

Hambly estuvo casada por algunos años con su compañero escritor de ciencia ficción George Alec Effinger antes de su muerte en 2002. Actualmente vive en Los Ángeles.

Notas

[1]
«Plett's Well» (Pozo de Plett) y «Plawal» suenan de manera relativamente similar. (N. del T.)
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