El contrato social (20 page)

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Authors: Jean-Jacques Rousseau

Tags: #Clásico, #Filosofía, #Política

Pero en 1732 se refugia en ella por un largo período. Durante cinco años vive en un círculo cerrado cuyos puntos de referencia son Madame Warens, Claude Anet y el propio Rousseau. Las relaciones entre él y Madame de Warens son todavía a nivel familiar: el protegido la llama "mamá" y ella le denomina "pequeño". Pero a la muerte de Claude Anet, Rousseau se convierte en el amante de su protectora, lo que le hace llevar una vida más agradable y tranquila. Trabaja en el catastro de Saboya y da lecciones de música. Sin embargo, la armonía dura poco y pronto un nuevo amante le reemplaza en el corazón y en el lecho de la señora de Warens.

A la edad de treinta años llega a Paris en busca de gloria. Lleva bajo el brazo un nuevo sistema de notación musical que ha ideado con gran ilusión y en el que ha depositado grandes esperanzas. El sistema fracasa. No obstante, tiene oportunidad de conocer a importantes personajes como Fontenelle, Réaumur, Rameau, Marivaux y Diderot. Recibe entonces un buen consejo del abad de Saint-Pierre: "
en Paris no se hace nada si no es por las mujeres
". Viniendo de un abad, el consejo no es para despreciar por lo que Rousseau busca, consecuentemente, la protección de las grandes damas las que, en efecto, le consiguen diversos empleos.

En 1745 se une en pareja con Thérèse Lavasseaur. Thérèse es una joven sirvienta, ignorante y de cortos alcances a la cual Rousseau aprecia por su carácter apacible y su dulce mirada; pero le declara sin ambages que, si bien no piensa casarse nunca con ella tampoco ha de abandonarla jamás. Con el correr de los años, Juan Jacobo tendrá nada menos que cinco hijos con ella. Todos, uno tras otro, terminarán en el hospicio. Lo único que Rousseau les brindará como padre son remordimientos tardíos y una autojustificación muy poco convincente: "
Puesto que no me hallaba en condiciones de educar yo mismo a mis hijos hubiera sido necesario dejarles crecer junto a su madre, la cual hubiérales convertido en monstruos. Me estremece este mero pensamiento
". La verdad es que su conciencia nunca le impidió la persecución de sus propios intereses, ni la satisfacción de sus manifiesto egoísmo.

En 1750 Diderot le impulsa a presentarse al concurso que ha convocado la Academia de Dijon. Con su "
Discours sur les sciences et les arts
" obtiene el primer premio y cierto prestigio. Por aquel entonces, Juan Jacobo reforma su estilo de vida y trata de ponerla en concordancia con sus ideas acerca de las ventajas de una existencia simple y natural. Durante algún tiempo acepta la hospitalidad de la señora d'Epinay que le ofrece la residencia de L'Ermitage. Es una casita situada junto al bosque de Montmerency, lugar solitario y salvaje al norte de París, y considerado por Rousseau como un paraje ideal para el cumplimiento de su misión: decir la verdad.

El Contrato Social
fue el manual de los doctrinarios de la Revolución francesa.
Emile ou De l'éducation
expone la teoría que la pedagogía debe respetar los buenos instintos naturales del hombre, guiando su libre desarrollo de la manera menos artificial posible. La parte religiosa del
Emile
, titulada "
Profesión de foi du Vicaire Savoyard
" irritó de inmediato al parlamento de Paris, que lo consideró "
impío, escandaloso y ofensivo
" por lo que se vio obligado a huir de Francia para no acabar en la cárcel.

Emprendió así ocho años de fuga que le obligaron a llevar una vida errante. Uno de sus refugios fue Inglaterra, aceptando la invitación de David Hume. Pero perseguido por odios religiosos y por la animosidad de sus antiguos amigos, se sintió acosado en todas partes y decidió, finalmente, volver a Francia.

Pobre y solitario, se instaló en París teniendo por única compañía la de Thérèse — con la cual, al final y contradiciendo sus propias intenciones originales, terminó casándose en agosto de 1768 — y la amistad de un solo hombre, Bernardin de Saint-Pierre. Vivió allí atormentado por la paranoia, afirmando la existencia de un complot universal urdido contra él. En 1770 intentó justificarse ante todos con sus
Les Confessions
cuya lectura pública resultó también prohibida.

En mayo de 1778, invitado por el marqués de Girardin, se trasladó al pabellón situado frente al castillo de Ermenonville, en tanto que aguardaba la construcción de una cabaña en el parque. A pleno sol se dedicaba a su pasatiempo preferido: recoger hierbas.

El 2 de julio falleció víctima de una apoplejía. Lo enterraron dos días después, por la noche, en el extremo del lago, en la isla de los Chopos.

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Notas

[1]
Alberti,
De un momento a otro.
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[2]
«Las sabias investigaciones sobre el derecho público no son, a me nudo, sino la historia de los antiguos abusos, y se obstina, con poca fortuna, quien se esfuerza en estudiarlas demasiado» (
Traité des intérêts de la Frunce avec ses voisins
, por el marqués de Argenson; imp. de Rey, Amsterdam). He aquí precisamente lo que ha hecho Grocio.
<<

[3]
Politic, lib. I, cap. V (ed).
<<

[4]
Véase un pequeño tratado de Plutarco, titulado
Que los animales usen la razón
.
<<

[5]
Los romanos, que han entendido y respetado el derecho de la guerra más que ninguna otra nación del mundo, llevaban tan lejos los escrúpulos a este respecto, que no estaba permitido a un ciudadano servir como voluntario sin haberse comprometido antes a ir contra el enemigo y expresamente contra tal enemigo. Habiendo sido reformada una legión en que Catón, el hijo, hacía sus primeras armas bajo Popilio, Catón, el padre, escribió a éste que si deseaba que su hijo continuase bajo su servicio era preciso hacerle prestar un nuevo juramento militar; porque habiendo sido anulado el primero, no podía ya levantar las armas contra el enemigo. Y el mismo Catón escribía a su hijo que se guardara de presentarse al combate en tanto no hubiese prestado este nuevo juramento. Sé que se me podrá oponer el sitio de Cluriam y otros hechos particulares; mas yo cito leyes, usos. Los romanos son los que menos frecuentemente han transgredido sus leyes y los que han llegado a tenerlas más hermosas.
<<

[6]
El verdadero sentido de esta palabra se ha perdido casi por completo modernamente; la mayor parte toman una aldea por una ciudad y un burgués por un ciudadano. No saben que las casas forman la aldea; pereque los ciudadanos constituyen la ciudad. Este mismo error costó caro en otro tiempo a los cartagineses. No he leído que el título de
cives
haya sido dado nunca al súbdito de un príncipe, ni aun antiguamente a los macedonios, ni en nuestros días a los ingleses, aunque se hallen más próximos a la libertad que los demás. Tan sólo los franceses toman todos familiarmente este nombre de
ciudadanos
, porque no tienen una verdadera idea de él, como puede verse en sus diccionarios, sin lo cual caerían, al usurparlo, en el delito de lesa majestad; este nombre, entre ellos, expresa una virtud y no un derecho. Cuando Bodino ha querido hablar de nuestros ciudadanos y burgueses, ha cometido un error tomando a unos por otros. N. d'Aumbert no se ha equivocado, y ha distinguido bien, en su artículo
Géneve
, las cuatro clases de hombres —hasta cinco, contando a los extranjeros— que se encuentran en nuestra ciudad, y de las cuales solamente dos componen la República. Ningún otro autor francés, que yo sepa, ha comprendido el verdadero sentido de la palabra
ciudadano
.
<<

[7]
Bajo los malos gobiernos, esta igualdad es exclusivamente aparente e ilusoria; sólo sirve para mantener al pobre en su miseria y al rico en su usurpación. De hecho, las leyes son siempre útiles para los que poseen algo y perjudiciales para los que nada tienen. De donde se sigue que el estado social no es ventajoso a los hombres sino en tanto que poseen todos algo y que ninguno de ellos tiene demasiado.
<<

[8]
Para que una voluntad sea general, no siempre es necesario que sea unánime; pero es preciso que todas las voces sean tenidas en cuenta; una exclusión formal rompe la generalidad.
<<

[9]
«Cada interés —dice el marqués de Argenson— tiene principios diferentes. La armonía entre dos intereses particulares se forma por oposición al de un tercero». [Véase las
Considérations sur le gouvernement ancien y présent de la France
, cap. II. (ed.)] Se hubiera podido añadir que la concordancia de todos los intereses se forma por oposición al de cada uno de ellos. Si no hubiese intereses diferentes, apenas se apreciaría el interés común, que jamás encontraría un obstáculo: todo marcharía por sí mismo y la política dejaría de ser un arte.
<<

[10]
«Vera cose è —dice Maquiavelo— che alcune divisioni nuociono alie repubbliche, e alcune giovano; quelle nuociono che sonó dalle sette e da partigiani accompagnate: quelle giovano che senza sette, senza partigiani, si mantengono. Ñon potendo adunque provedere un fondatore d'una reppublica che non siano nimicizie in quella, ha da proveder almeno che non vi siano sette» (
Hist. Florent
., líb. VII).
<<

[11]
Atentos lectores: no os apresuréis, os lo ruego, a acusarme aquí de contradicción. No he podido evitarlo en los términos, dada la pobreza de la lengua: mas esperad.
<<

[12]
No entiendo solamente por esta palabra una aristocracia o una democracia, sino, en general, todo gobierno guiado por la voluntad general, que es la ley. Para ser legítimo, no es preciso que el gobierno se confunda con el soberano, sino que sea un ministro: entonces la monarquía misma es república. Esto se aclarará en el libro siguiente.
<<

[13]
Un pueblo no llega a ser célebre sino cuando su legislación comienza a declinar. Se ignora durante cuántos siglos hizo la legislación de Licurgo la felicidad de los espartanos, antes de que se hiciese mención de ella en el resto de Grecia.
<<

[14]
Véase el diálogo de Platón que, en las traducciones latinas, lleva por título
Políticus o Vir civilis
. Algunos lo han titulado
De Regno
(ed.).
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[15]
Grandeza y decadencia de los romanos
(colección Universal, números 156 a 158. En colección Austral, núm. 253).
<<

[16]
Los que no consideran a Calvino sino como teólogo, conocen mal la extensión de su genio. La redacción de nuestros sabios edictos, en la cual tuvo mucha parte, le hace tanto honor como su institución. Por muchos trastornos que el tiempo pueda llevar a nuestro culto, en tanto que el amor a la patria y a la libertad no se haya extinguido entre nosotros, nunca dejará de ser bendecida la memoria de este grande hombre.
<<

[17]
«E veramente —dice Maquiavelo— mai non fi alcuno ordinatore di leggi straordinarie in popolo, che non ricorresse a Dio, perché altrimenti non sarebbero accettate; perché sonó molti beni conosciuti da uno prudente, i quali non hanno in se ragioni evidenti da potergli permadere ad altrui» (
Discorsi sopratio Limo
, lib. I, cap. XI).
<<

[18]
Célebre teólogo inglés, muerto en 1779 (ED).
<<

[19]
Si de dos pueblos vecinos uno no pudiese prescindir del otro, sería una situación muy dura para el primero y muy peligrosa para el segundo. Toda nación prudente, en un caso semejante, se esforzará en seguida en librar al otro de esta dependencia. La República de Tlascala, enclavada en el Imperio de Méjico, prefirió pasarse sin sal a comprarla a los mexicanos y hasta a aceptarla gratuitamente. Los sabios tlascaltecas vieron el lazo oculto bajo esta liberalidad. Se conservan libres, y este pequeño Estado, encerrado en este gran Imperio, fue por fin el instrumento de su ruina.
<<

[20]
Si queréis, pues, dar al Estado consistencia, aproximad a los extremos todo lo posible; no sufráis ni gentes opulentas ni mendigos. Estos dos estados, naturalmente inseparables, son igualmente funestos para el bien común; del uno salen los factores de la tiranta, y del otro los tiranos. Entre ambos vive el tranco de la libertad pública: uno, la compra, y otro, la vende.
<<

[21]
«Alguna rama del comercio exterior —dice el marqués de Argenson— no extiende apenas sino una falsa utilidad para un reino en general; puede enriquecer a algunos particulares, hasta a algunas ciudades; pero la nación entera no gana nada con ellos y el pueblo no mejora su situación».
<<

[22]
Por esto es por lo que en Venecia se da a! Colegio el nombre de
Príncipe serenísimo
, aun cuando no asista a él el Dogo (Dux).
<<

[23]
Espíritu de las leyes
, lib. III, cap. III (ed.).
<<

[24]
El palatino de Posnania, padre del rey de Polonia y duque de Lorena.
<<

[25]
Es claro que la palabra
optimates
, entre los antiguos, no quiere decir los mejores, sino los más poderosos.
<<

[26]
Importa mucho regularizar, mediante leyes, la forma de elección de los magistrados, porque abandonándola a la voluntad del príncipe no se puede evitar el caer en la aristocracia hereditaria, como les ha sucedido a las repúblicas de Venecia y Roma. Así, la primera es desde hace mucho tiempo un Estado disuelto; mas la segunda se mantiene por la extrema sabiduría de su Senado: es una excepción muy honrosa y muy peligrosa.
<<

[27]
Maquiavelo era un hombre honrado y un buen ciudadano; pero unido a la Casa de los Médicis, se veía obligado, en la opresión de su patria, a disfrazar su amor por la libertad. Sólo la elección de su héroe execrable —César Borgia— manifiesta bastante su intención secreta, y la oposición de las máximas de su libro
Del Príncipe
a las de sus
Discursos sobre Tito Livio
y de su
Historia de Florencia
demuestran que este profundo político no ha tenido hasta aquí sino lectores superficiales o corrompidos. La corte de Roma ha prohibido su libro severamente; lo comprendo: a ella es a la que retrata más claramente.
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