El Hombre Multiorgásmico (17 page)

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Authors: Mantak Chia & Douglas Abrams Arava

El
Discurso del Tao más elevado bajo el cielo
afirma que: «La esencia de los juegos preliminares es la lentitud. Si uno procede lenta y pacientemente, la mujer rebosará alegría. Te adorará como a un hermano y te querrá como a un padre.

El maestro de este Tao merece el nombre de caballero celestial». Como las expectativas y la intensidad progresiva son importantes a la hora de llevar el deseo de tu pareja hasta el punto de ebullición, deberías empezar besándola apasionadamente. Comienza por las extremidades en lugar de por los genitales. Acaricia, masajea y besa sus manos y muñecas, sus pies y tobillos. Sigue por sus brazos o piernas hacia el abdomen. La estimulación de los puntos que se encuentran a lo largo de los meridianos (canales de energía) de su cuerpo la ayudará a aumentar su excitación sexual: hay muchos puntos sensibles a lo largo o cerca de la columna (el canal posterior), así como en la región lumbar, el cuello o las orejas. La parte interna de los brazos y muslos también suele ser muy sensible en la mayoría de las mujeres. Cuando hablamos de
acariciar
, nos referimos a un toque suave y ligero como una pluma, aunque puede ser más intenso cuando estimules ciertos grandes músculos como los glúteos.

SUS PECHOS

Como mencionamos anteriormente, cuando vayas a tocar sus pechos, debes hacerlo mediante un giro lento en espiral, dibujando círculos cada vez más estrechos hasta llegar a los pezones. La mayoría de los hombres se dirige a los pezones demasiado pronto (quizá se trate de viejos instintos alimenticios). Si giras lentamente alrededor de los pezones llevarás la energía sexual hacia ellos. Asimismo, recuerda que debes frotarte las manos para generar más chi. Por último, tócale los pezones ligeramente girando tus dedos pulgar e índice a su alrededor. (Puedes tocar ambos pechos simultáneamente o centrarte en uno de ellos cada vez.) A algunas mujeres les gusta recibir caricias y presiones más enérgicas, por tanto déjate guiar por la respuesta de tu pareja. Como dijimos antes, la lengua está cargada de chi y usarla para lamer el pezón, dar vueltas a su alrededor o chuparlo suele ser una buena forma de excitar a tu pareja. La erección y el abultamiento de los pezones señalan que lo estás haciendo bien.

SUS GENITALES

Cuando te acerques a sus genitales, es mejor estimular la parte interna de los muslos, el monte de Venus y los labios vaginales antes de contactar con el clítoris. Imagínate que estuvieras atravesando círculos concéntricos de placer e intensidad cada vez mayores. Cuando finalmente llegues al clítoris, su energía sexual y su excitación serán enormes.

A cada mujer le gusta que se le toque el clítoris de una forma diferente y debes convertirte en un experto en esa forma concreta de darle placer. La forma de tocar es incluso más importante que dónde lo hagas. Utiliza el dedo, la caricia o la espiral de forma uniforme, ni demasiado rápido ni demasiado despacio. Evita los movimientos amplios: en el clítoris, la sensibilidad está mucho más concentrada que en el pene, por lo que es mejor emplear movimientos más centrados y sutiles que los propios de la estimulación vigorosa que suele gustar a los hombres.

En cuanto a dónde tocar, lo óptimo es empezar por las partes menos sensibles de este órgano tan impresionable. Comienza acariciando la base y los lados del clítoris, después prueba a acariciar el recubrimiento y haz rodar el clítoris entre tus dedos pulgar e índice, ¡suavemente! Recuerda que debes tocar la cubierta antes de tocar el glande que es tremendamente sensible. Experimenta con diversos toques y varia el grado de presión que aplicas. Si a tu pareja le gusta, empujará los genitales ligeramente hacia ti para que sigas estimulándola. Gemidos, suspiros, jadeos, tensión en los músculos, contracciones de los dedos de los pies, sudor, todos ellos son buenas señales, como también lo son la sonrisa y otras expresiones faciales. Si tu toque resulta demasiado intenso o incómodo, ella retirará la pelvis ligeramente. Suaviza tus toques o prueba otro tipo de caricia.

KUNG FU LINGUAL

Aunque efectivos, los dedos no son la herramienta ideal porque su sensibilidad no es comparable a la del clítoris de tu pareja. La dureza de los huesos de tus dedos y las uñas afiladas puede resultar dolorosos (debes asegurarte de tener las uñas cortas y romas). Por esta razón, la lengua está mucho mejor preparada para la tarea.

Se han hecho muchos chistes sobre el sexo oral y los sabores y olores que le acompañan. Hay hombres que hacen muecas de desaprobación al pensar en él mientras que otros sonríen al recordar momentos agradables. Un hombre multiorgásmico describe de esta forma cómo se convirtió en un fan del sexo oral: «En el pasado, no me gustaba usar la lengua porque sentía que no llegaba a ninguna parte. En realidad era bastante egoísta e iba a lo mío. Ahora mi compañera tiene unos orgasmos increíbles cuando la toco con la lengua y me encanta verlos. Incluso yo mismo empiezo a sentir el hormigueo en mi cuerpo. Lo que el Tao describe acerca de estar en mutua sintonía es verdad. Recibo cuando doy. Esto es algo que muchos hombres se pierden. Yo sé que me lo he perdido durante mucho tiempo». Independientemente de tus sentimientos personales hacia el sexo oral deberías saber que es la forma más rápida de conseguir que fluyan los fluidos vaginales de una mujer y de prepararla para hacer el amor. Como comentamos antes, también es la forma más fácil, y para algunas mujeres la única, de tener un orgasmo.

Si no eres aficionado al
cunilingus
, no tienes por qué lanzarte a ello de cabeza. Cuando utilices la lengua cerca del clítoris de tu pareja, tu nariz y tu cara estarán muy cerca de su monte de Venus y de su bajo vientre. Si lo que te disgusta es el olor, prueba a bañarte con ella utilizando aceites perfumados (debemos mencionar que a muchos hombres les excita, o después de cierto tiempo llega a excitarles, el olor de la vagina de su pareja). Evidentemente, lo mejor es no centrarse inicialmente ni exclusivamente en el clítoris: utiliza la lengua para tocarle los labios internos, el punto sensible en la base de la vagina y también el perineo.

También es importante no quedarse excesivamente fijado en los genitales excluyendo el resto del cuerpo. Algunas mujeres se sienten desconectadas durante el sexo oral, sensación que puede reducirse utilizando las manos para continuar acariciándole las piernas, el vientre, los pechos, las manos y la cara. Muchas mujeres descubren que la estimulación de los pezones durante el sexo oral aumenta su placer enormemente, pero otras mujeres dicen que eso les distrae de la intensidad de la estimulación clitoridiana. En cuanto a las técnicas clitoridianas, probablemente querrás probar una combinación de frotaciones con los labios, lametones con la lengua y succiones con la boca. Si alternas el uso de la lengua con una suave succión del clítoris, el resultado puede ser extremadamente placentero. Una vez más, evita la presión excesiva. Lo mejor suele ser utilizar una presión ligera, consistente y rítmica.

Muchos hombres creen erróneamente que el sexo oral incluye la inserción de la lengua en la vagina de su pareja. Este no suele ser el caso porque la lengua es demasiado corta y demasiado suave como para estimular con éxito la vagina femenina, aunque los taoístas recomiendan una técnica para estimular el punto G en la que se engancha la lengua y se tira hacia atrás. Merece la pena probarla, ¡ sobre todo si tienes una lengua fuerte! (Puedes fortalecer la lengua sacándola y volviéndola a meter en la boca, como si fuera una serpiente, tan rápido como puedas durante uno o dos minutos. Practica tan frecuentemente como puedas.)

LA PENETRACIÓN

Generalmente, los dedos serán más eficaces que la lengua a la hora de estimular la vagina de tu pareja. Puedes utilizar un dedo (o dos, si está muy excitada) para penetrarla. Recorre en círculo las paredes de la vagina para descubrir los lugares más sensibles. No te olvides del punto G que está de tres a cinco centímetros detrás del clítoris. Quizá también desees imitar el movimiento pélvico con los dedos, dentro y fuera (lentamente al principio), simulando la acción del pene.

En ese momento, el deseo de tu compañera probablemente estará acercándose al punto de ebullición y tendrá muchas ganas de que la penetres. Pero no entres del todo. Sostén el pene con la mano como si fueras a guiarlo hacia la vagina. Antes de entrar, frota el glande con su clítoris. Esto la hará hervir de pasión. Después entra gradualmente, primero dos o tres centímetros, después el doble, y después vuelve atrás ligeramente para que el pene se quede en la entrada de la vagina. Este acercamiento lento y prolongado te ayudará a controlar tu propio deseo y te permitirá comenzar una pauta de movimiento que os llevará a ambos hasta las cumbres del placer en numerosas ocasiones.

Si ella es multiorgásmica puedes desear ayudarla a tener un orgasmo antes de efectuar la penetración, o tal vez prefieras esperar hasta penetrarla. Si ya ha tenido al menos un orgasmo, quizá se muestre más compresiva con tu necesidad de detenerte momentáneamente cuando te acercas al punto de No Retorno. Cuando estés haciendo el amor, sus orgasmos te ayudarán a controlar la eyaculación: tal como lo entienden los taoístas, el agua (fluido vaginal) enfría el fuego. A medida que aprendas a controlar mejor el impulso eyaculatorio, te preocupará cada vez menos, porque podrás utilizar la respiración y la mente para controlarlo eficazmente y necesitarás interrumpir el ritmo del coito con menos frecuencia.

CARGAR SUS CIRCUITOS ERÓTICOS

Cuando estés dando placer a tu pareja, debes evitar seguir instrucciones fijas o pautas de actuación sexual porque pueden resultar rutinarias. La secuencia descrita en la sección anterior para dar placer a tu pareja no es la única posible: describe la pauta general de excitación de la mayoría de las mujeres, pero no necesariamente de todas ellas y las que la siguen tampoco lo hacen en todas las ocasiones. Por ejemplo, en un coito rápido podrías pasar directamente al sexo oral. Mezcla y combina. Observa qué es lo que quiere tu pareja y cuál es su estado de ánimo en ese momento. Las técnicas pueden ayudarte a satisfacer a tu pareja, pero merece la pena tener presente el consejo que Herant Katchadourian nos ofrece en su
Fundamentals of human sexuality
: «La búsqueda simplista de botones y palancas conduce al sexo mecánico porque la energía que carga los circuitos eróticos es la emoción». El conocimiento del cuerpo de tu pareja es esencial, pero no hay nada que pueda sustituir al afecto sincero.

Técnicas de Penetración

La mayoría de las películas pornográficas retratan a hombres que penetran a sus parejas haciendo un movimiento pendular dentro-fuera hasta que eyaculan, por lo que no debe sorprendernos que la mayoría de los hombres piensen que eso es lo que se debe hacer. En realidad, este movimiento de penetración rítmico es la mejor receta para tener una eyaculación rápida que deje insatisfechos tanto al hombre como a la mujer. Los taoístas reconocieron que un movimiento adecuado es esencial para sentir placer durante el coito, controlar la eyaculación y mantener la salud sexual. Pero más importante que utilizar una técnica concreta es asegurarse de que tu compañera está suficientemente excitada.

Debemos evitar a toda costa realizar la penetración demasiado pronto (antes de que esté suficientemente lubricada). Incluso si desea vehementemente ser penetrada, los movimientos (pélvicos y manuales) lentos harán que aumente su expectación y te ayudarán a controlar la eyaculación.

ENCONTRAR EL RITMO

Los taoístas desarrollaron numerosos tipos de movimientos de penetración, la mayoría de los cuales combinan movimientos superficiales y profundos (ver figura 20). Todos ellos animan al hombre a penetrar superficialmente una serie de veces antes de penetrar profundamente; el más común de ellos propone
nueve movimientos superficiales por cada movimiento profundo
. (A medida que aprendas a controlar la eyaculación, puedes ir reduciendo la proporción a seis e incluso tres movimientos superficiales por uno profundo.)

Alternar la penetración superficial y profunda te ayudará a prolongar el tiempo y excitará a tu compañera. Los movimientos profundos sacan el aire de la vagina, creando un vacío que es intensificado por los movimientos superficiales. Debes evitar la retirada completa porque rompe el sello del vacío; en lugar de ello, retírate hacia atrás hasta quedarte dos o tres centímetros dentro de ella.

Un hombre multiorgásmico describió así su experiencia: «Cuando leí sobre esta técnica taoísta de penetración no creí que funcionaría, pero a las mujeres las vuelve locas: les
encanta
la combinación de penetración superficial y profunda. Tienen orgasmos mucho más rápidamente: pueden tener dos o tres antes de que yo tenga el primero. Anteriormente, no podía resistir el tiempo suficiente como para llevar a una mujer hasta ese punto».

Más importante que el número concreto de penetraciones superficiales y profundas es practicar un ritmo básico que puedas mantener y que tanto tú como tu compañera podáis disfrutar durante un período prolongado. Pero no permitas que tus movimientos se hagan mecánicos por estar dedicado a llevar la cuenta.

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