Read El Hombre Multiorgásmico Online
Authors: Mantak Chia & Douglas Abrams Arava
EJERCICIO 10
EL BLOQUEO DACTILAR
EJERCICIO 11
MASAJE PÉLVICO
ENCONTRAR EL CAMINO
Dolor
Si sientes un dolor intenso, probablemente has presionado en un punto demasiado hacia adelante o lo has hecho demasiado tarde. Cuando esto ocurre, la uretra, que es como una manguera que hubiera sido comprimida, se hincha con el fluido que contiene y puede producir dolor. Tienes que cerrar el grifo antes de que el agua (o en este caso, el semen) entre en la manguera. Asegúrate de presionar más atrás y/o antes la próxima vez. Asegúrate también de no presionar con demasiada fuerza. Es normal sentir un poco de incomodidad, especialmente durante las primeras semanas, causada por la presión aplicada con los dedos y por la presión del fluido en la pelvis, pero no debe durar demasiado tiempo. Si sientes dolor, intenta refinar la técnica u olvidar esta medida de cierre y concentrarte en la Gran Aspiración que es más importante.
Sientes Presión en la Cabeza
Después de practicar durante un mes o más, puedes sentir cierta presión en la cabeza como resultado del aumento de energía en tu cuerpo. Es un signo de que estás progresando, de que tu cuerpo tiene mucha más energía que antes. Algunos experimentan este aumento de energía como un hormigueo placentero, como electricidad estática sin descarga (esta energía es la misma kundalini que ha sido popularizada por los profesores de tantra en Occidente). Sin embargo si este poder empieza a resultarte desagradable, una vez más puedes hacerlo circular por el resto del cuerpo presionando con la lengua en el paladar y permitiendo que la energía fluya hacia abajo.
Si tienes la presión sanguínea alta, debes mantener la lengua en la mandíbula inferior (en lugar de tocarte el paladar) mientras diriges la energía hasta la planta de los pies (ver figura 14). El ejercicio físico, el masaje de pies y una dieta a base de cereales integrales, también te ayudarán a asentar la energía. Si todavía no estás preparado para aprender a hacer circular la energía por todo tu cuerpo, entonces puedes eyacular una o dos veces para liberar el exceso de energía.
Permite que la Erección Disminuya Cada Veinte Minutos
Si habitualmente te das placer o haces el amor durante más de veinte minutos, lo que puede suceder muy fácilmente cuando eres multiorgásmico,
es importante permitir que la erección disminuya un poco cada veinte minutos para que la sangre vuelva a circular por todo el cuerpo
. Vale la pena mencionar una vez más que el kung fu sexual no es una prueba de resistencia. Date placer y cultívate mientras tengas el tiempo y el deseo de hacerlo.
Evitar el Recalentamiento
Según el Tao, la erección es una energía asociada al elemento madera (y al hígado). Por tanto, cuando no eyaculas y elevas la energía del orgasmo, aumentará tu energía hepática. Si este exceso de energía no es transformada en amor y compasión, se transformará en cólera y odio. Por tanto, cuando tengas mucha energía, debes intentar ser especialmente bueno y amoroso con tu compañera o, si no tienes compañera, con las personas que forman parte de tu vida.
Entre las técnicas que puedes utilizar para prevenir el recalentamiento están las de beber mucha agua e incluso tragar tu propia saliva, lo que tendrá un efecto refrescante en tu cuerpo. Tu estado emocional también puede afectar a tu energía corporal. Si te sientes tranquilo y amoroso, el cuerpo puede absorber la energía mucho más fácilmente. Si sientes cólera o desprecio hacia ti mismo o hacia tu compañera, corres un riesgo mucho mayor de recalentarte. Si ya lo estás o sientes que tienes mucha más energía de la que puedes absorber, probablemente deberías eyacular. Si el problema persiste, intenta practicar la «sonrisa interna» o los «seis sonidos curativos» descritos en
Sistemas taoístas para transformar el estrés en vitalidad
, o contactar con un instructor del Tao Sanador (ver el apéndice).
La mayoría de los hombres dejan de masturbarse o de hacer el amor cuando eyaculan, pero una vez que aprendas a realizar la Gran Aspiración y te hagas multiorgásmico, la cuestión de cuándo detenerse puede plantearse de forma muy real. Habrá días en los que querrás darte placer o hacer el amor durante mucho tiempo y habrá otros días en los que querrás tener un orgasmo múltiple pero breve. La elección está en tu mano y dependerá de las circunstancias de tu vida. Tu propio deseo y satisfacción y los de tu compañera deben ser tu guía.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no hay que sobrepasarse, especialmente al principio. Como explica el instructor taoísta Masahiro Ouchi: «Los hombres se sienten muy poderosos cuando empiezan a practicar el kung fu sexual y no suelen saber cuándo detenerse. Tómatelo con calma y permite que tu cuerpo y el de tu compañera se acoplen». También debes asegurarte de que tu compañera tenga la suficiente energía sexual para estar a la altura de tu nuevo nivel de intensidad. Puedes proponerle que lea el capítulo 6 que está escrito especialmente para ella, pero no la presiones y sé sensible a sus necesidades. Siempre puedes practicar por tu cuenta.
A mucha gente le preocupa masturbarse demasiado o piensa que descuidará otras áreas de su vida si se permite experimentar demasiado placer. Según el Tao, si eres capaz de darte placer y satisfacerte, no tendrás que estar buscando continuamente sexo superficial u otros estímulos insatisfactorios.
Cada vez que tienes un orgasmo, absorbes más energía sexual en tu cuerpo; por tanto, si acabas eyaculando, pierdes menos energía de la que hubieras perdido si antes no hubieras tenido múltiples orgasmos. Por ejemplo:
Esta última opción es la que te da la posibilidad de cultivarte y sentir orgasmos extáticos en el cerebro y en todo el cuerpo. También te permite cultivar esta energía para favorecer tu salud general. Pero si generas toda esa energía y la retienes, te arriesgas a un sufrir un recalentamiento a menos que seas capaz de hacerla circular por la órbita microcósmica.
El ideal taoísta es eyacular lo menos posible, pero cada hombre debe evitar la eyaculación durante el período de tiempo que sea más apropiado según sus circunstancias. En las palabras de Su Nü, «uno debe medir la propia fuerza y eyacular de acuerdo a ello. Cualquier otra opción es forzada o estúpida». La fuerza depende de la edad, del estado de salud, del estado mental y de la voluntad.
Sun Ssu-miao, uno de los principales médicos de la antigua China, explicaba que
los hombres mantienen la salud y la longevidad eyaculando dos veces al mes
, siempre que coman sano y hagan ejercicio. También ofreció estas guías específicas:
Un hombre de
veinte
años puede eyacular una vez cada cuatro días.
Un hombre de
treinta
años puede eyacular una vez cada ocho días.
Un hombre de
cuarenta
años puede eyacular una vez cada diez días.
Un hombre de
cincuenta
años puede eyacular una vez cada veinte días.
Un hombre de
sesenta
años no debería eyacular.
No hace falta añadir que esta prescripción no limita el número de veces que un hombre de cualquier edad puede disfrutar del sexo y de los orgasmos sin eyacular. El hecho de restringir la eyaculación puede sonar un poco decepcionante, pero una vez que hayas tenido orgasmos múltiples sin eyacular no la echarás de menos. En las palabras de un hombre multiorgásmico, «una vez que tengas “multis” [orgasmos no eyaculatorios], nunca querrás volver a los orgasmos normales [eyaculatorios]. Los orgasmos normales se localizan en los genitales; los multis se extienden a todo el cuerpo».
Sun Ssu-miao, que vivió 101 años, eyaculaba sólo una vez de cada cien veces que hacía el amor. Pero, en lugar de adherirte a una fórmula numérica rígida, debes prestar atención a tu cuerpo. Si te sientes enfermo o agotado, si estás borracho o empachado, debes evitar eyacular. Si trabajas duro posiblemente querrás conservar el semen, pero si estás de vacaciones quizá desees eyacular con más frecuencia. Los antiguos taoístas vivían cerca de la naturaleza y creían que, al igual que las plantas y animales conservan su energía durante el invierno, la gente también debería hacerlo. Además de las estaciones, hay otros ritmos que determinarán la frecuencia de tus eyaculaciones. Si quieres concebir un hijo, tendrás que eyacular cuando tu compañera esté ovulando.
En general, cuando eyacules debes sentirte fresco y energetizado. Si la eyaculación te deja exhausto o con una sensación de vaciedad o depresión, debes aumentar el tiempo entre dos eyaculaciones consecutivas o evitar eyacular hasta que tu energía sexual se haya regenerado. Cuando eyaculas, puedes conservar parte del semen y de la energía sexual si te acercas al punto de No Retorno con lentitud en lugar de precipitarte enérgicamente en el clímax. Después de eyacular puedes practicar las contracciones del músculo PC para apretar tus músculos pélvicos y reducir la cantidad de energía que generalmente se pierde después de la eyaculación.
Al mismo tiempo es importante no obsesionarse con evitar la eyaculación y no castigarse o sentirse mal con uno mismo cuando se eyacula. Michael Winn lo explica así: «Es muy importante no convertirse en un fanático de la no-eyaculación. Muchos de los hombres que aprenden kung fu sexual piensan: “Bueno, esto es genial. Tiene mucho sentido. Quiero hacerlo”. Y después, cuando tienen problemas para controlar la eyaculación, comienzan a juzgarse y a sentirse culpables. No entienden el verdadero sentido de la práctica, que no trata de si se eyacula o no, sino de si se puede reciclar parte de la energía sexual por el resto del cuerpo antes de eyacular. Obviamente, cuanto más retrases la eyaculación, más oportunidades tendrás de cultivar esta energía y dirigirla hacia propósitos creativos y a tu desarrollo espiritual.
Si necesitas eyacular, estás a punto y no puedes detenerlo, simplemente sigue adelante. No te culpes. En último término, lo realmente importante no es la energía que reside en el esperma sino el amor mutuo que existe entre tu pareja y tú
».
Recuerda que la energía es más que el esperma: si puedes absorber parte de la energía presente en éste, has adelantado un gran trecho en relación al lugar donde empezaste, tanto en términos del nivel de placer que experimentas como de la energía que puedes hacer circular por el cuerpo para mejorar tu salud. La verdadera satisfacción procede tanto del placer como de la salud; en el capítulo siguiente, te mostramos cómo compartir ambos con tu pareja.
PODER Y SEXUALIDAD
Las prácticas que estás aprendiendo en este libro son muy poderosas. Cuando las hayas aprendido es muy natural que te sientas orgulloso de tu capacidad de dominar la energía sexual y de tus nuevas habilidades en la cama. Sin embargo, es esencial que evites el fanfarroneo y el machismo que acompañan a buena parte de la sexualidad masculina. Como explica el instructor taoísta Masahiro Ouchi: «El kung fu sexual es muy fácil de aprender y muchos hombres empiezan a sentirse muy poderosos en la cama, pero no debe convertirse en un viaje de poder. El poder trata de conquistar; es opuesto al amor y a la verdadera práctica espiritual». Ouchi, cinturón negro de karate, compara el kung fu sexual con lo que él ha observado en el karate: «La mayoría de los cinturones negros utilizan su poder incorrectamente. Se hacen más rígidos y egoístas y pierden la sensibilidad y la suavidad que son el verdadero origen de su poder».
Para practicar el kung fu sexual correctamente, debes abrir tu corazón y practicar con un espíritu de humildad y de amor compasivo, no con arrogancia y egoísmo. El egoísmo es una expresión de inseguridad y, a medida que aprendas a sentirte verdaderamente confiado a nivel sexual, podrás abandonar la pretensión y el pavoneo. Recuerda que estas prácticas y tu nueva energía sexual amplifican tus emociones, por eso es esencial que las cultives. Si la arrogancia y el egoísmo son un problema para ti, intenta practicar los seis sonidos sanadores (ver
Sistemas taoístas para transformar el estrés en vitalidad
). Si no prestas atención a estas emociones, limitarán tu práctica, tu placer y la calidad de tu compañía.
EL ARTE DE HACER EL AMOR
Muchos hombres se centran tanto en sus ejercicios cuando comienzan a practicar el kung fu sexual que pierden el contacto con su pareja y con el proceso extático y espontáneo de hacer el amor. Puedes practicar todo lo que quieras por tu cuenta, pero cuando estés con tu pareja es muy importante recordar que no se trata exclusivamente de tu práctica. El propósito del contacto sexual es hacer el amor, y es del amor del que proceden el placer y la salud; no se trata de generar energía sexual para ti mismo ni de demostrar tus habilidades. Masahiro Ouchi lo explica así: «La técnica no es más que eso, técnica. No es el verdadero arte. Debes aprender la técnica lo suficientemente bien como para poder olvidarte de ella. Es como si estuvieses aprendiendo a tocar un instrumento musical, en primer lugar tienes que aprender a tocar las escalas, pero después debes olvidarlas y tocar espontáneamente». En los dos capítulos siguientes pasamos de los ejercicios en solitario que te ayudan a convertirte en un hombre multiorgásmico a los ejercicios a realizar en pareja, que os ayudarán a ti y a tu compañera a convertiros en una pareja multiorgásmica (los hombres gays pueden desear saltar directamente al capítulo 7).