Inventario Uno 1950-1985 (6 page)

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Authors: Mario Benedetti

Tags: #Poesia

lo cuarto quizá como consecuencia de lo tercero y lo segundo

pues es notorio que cada vez hay menos gente para atropellar

como ven esta avenida no sólo es larga sino también monótona

apenas acotada por la biblioteca nacional

donde autores místicos y no místicos hacen voto de clausura

y por la presencia enigmática de la otrora universidad

hoy museo maravilloso de figuras y albedríos de cera

y sin más avancemos hacia el obelisco en desafío

homenaje al candor del siglo diecinueve

si tuviéramos tiempo aguardaríamos a que lloviese

pues con la lluvia adquiere un brillo espléndido para el agfacolor

pero como no lo tenemos doblemos a la derecha por el bulevar

con sus embajadas y patrulleros y palomas y rameras de siempre

y sus pinos cabeceantes y reflexivos

que recuerdan todo lo que aquí olvidamos

y ahora por fin el río ancho como mar

donde el sol esmerila los delicados hombros femeninos

y las cicatrices unisex

y en la arena descansan los caracoles

y los mutilados y los niños huérfanos y los mastines

de orejas curiosas y puntiagudas y colas como radares

miren de vez en cuando hacia el horizonte

no se sabe si las toninas vienen o se van

en cambio sí se van los transatlánticos

y los remolcadores de caronte

el aire salitroso es bueno para el alma y malo para el asma

quizá por eso estén aumentando considerablemente las dificultades respiratorias

a nivel nacional y también exista

un cierto desnivel entre los que aspiran y los que expiran

pero la alegría popular sin embargo es notoria

gracias al planificado y riguroso dispendio

de protóxido de nitrógeno y otras oportunidades de concomio

el mar angosto como río lame impertérrito nuestras rocas

no le importan los siglos ni las siglas

el mar angosto como río lame nuestras heridas digo los que las tengan

no los sanos y salvos como ustedes y yo

el mar angosto como río tiene una memoria sin fondo

y en el sin fondo yacen barcos y motivos de expiación

y otros despojos más o menos anónimos

el mar angosto como río crece y decrece

y acaba por desorientarnos cuando por fin se cambia

en río ancho como mar

a tal punto que uno no sabe

cuál es su calma chicha y legal

cuál su rompiente clandestina

les pido excusas por este paréntesis hipocondríaco

y los convido a embestir otra vez contra el paisaje

que aquí y allá tiene mansiones y bicicletas

vean qué niñas rubias si esto parece escandinavia

pero no vayan a hacerse una imagen falsa o fragmentaria

hay otros barrios con niñas menos rubias y menos bicicletas

en rigor más parecidos al nordeste brasileño

que a stavanger o a lund o a björneborg

al fin y al cabo una diáfana señal de nuestra famosa diversidad

pues hay que decir que últimamente estamos

mejor en diversidades que en universidades

pero todo forma parte de lo transitorio como bien descubrieron

por distintos caminos el eclesiastés y carlitos darwin y charles gardel

y basta ya de historia y ecología y antropofagia

he aquí nuestra meta final nuestro objetivo lúcido y lúdico

el casino casino más casino de los mares del sur

o quizá de los ríos del sur anchos como mares

les presento formalmente al inasible fantasmal azar

ese miedoso ese intrépido ese inconsciente

ese tuerto ese ciego ese dios con capucha

francamente no sé a qué viene este símil

o sea señores y relojes / niños y disimulos / señoritas y fuegos

les presento formalmente al azar ese necio ese escéptico

ese improvisador ese espontáneo ese implacable

sepan no obstante que no dejamos ni dejaremos el azar al azar

pero claro esto es un mero juego de palabras

y ustedes buscan un juego de verdad

pero créanme la verdad no siempre está en la tercera docena

o en el color o en los impares o en la línea

a lo mejor la verdad está en cada uno de ustedes

o cerquita de ustedes

o debajo de ustedes

si tuviéramos tiempo quizá podría ayudarles a desentrañar

esa verdad subterránea subcutánea subestimada y subdesarrollada

pero como no lo tenemos y por otra parte

mi ámbito es la superficie más superficial

y no el subsuelo subsolar

simplemente les digo

señores y relojes / niños y disimulos / señoritas y fuegos

ha sido un verdadero placer acompañarlos

y dejarlos aquí junto al azar

y un último consejo

catequícenlo

y ganen

si los dejan

pero si no los dejan

catequícenlo

y ganen

EX PRESOS

Después de tanto tiempo

y en un aire de nieve

hallo por fin a carlos

a lilian al flaco

vivieron

cinco seis siete años

confinados

en el fermento de los crueles

los quiero los abrazo qué derroche

pero resulta casi insoportable

comprender y admitir

que mientras yo escribía / caminaba / buscaba

escuchaba a troilo y a leo brouwer

y atravesaba el riesgo

y sumaba expulsiones y amenazas

pero gozaba el sol

y tenía a mano el mar y la mujer

durante cinco seis siete años

vale decir durante

toda una estropajosa eternidad

ellos miraban firmes o rabiosos

o tristes o distantes o serenos

las arrugas del muro impenetrable

TRÍPTICO DEL PLEBISCITO

1

Poco a poco se fueron convenciendo

de que habían convencido

pero el silente dijo no

o sea

no consiguieron cambiar la imagen

ni tampoco lograron

desarrugar el ceño

sin embargo

y a pesar de sí mismos

llevaron a cabo

toda una hazaña

que no los venciera un frente

ni un partido

ni una forma de lucha

ni el carisma de un líder

sino que los derrotara

como un todo

el pueblo

2

Durante siete años

así se lo dijeron

tuvo la libertad

tuvo la justicia

tuvo el bienestar

tuvo el orden

tuvo la seguridad

tuvo el sosiego

antes de ir a votar

tomó la precaución

de mirarse al espejo

y entonces calladito

sin dudarlo un instante

votó por la opresión

y por la injusticia

y la incomodidad

y por el desorden

y la inseguridad

y el desasosiego

3

Por razones obvias

no fue

exactamente

una toma de conciencia

colectiva

sino apenas la suma

de seiscientas mil

tomas de conciencia

individuales

EL BAQUIANO Y LOS SUYOS

Es el Jefe, el baqueano

JESUALDO:
Artigas

Desde el palmar inmóvil reconoce a su gente

cuánto orgullo y tesón cuánta distancia

en un octubre opaco y remotísimo

habían arrancado del puro desaliento

acamparon primero en el monzón

pasaron la cuchilla del perdido

después el cololó y el yapeyú y la cuenca

del vera y el perico flaco y luego

los campos de tres patos y un arroyo

el bellaco y otro arroyito el sánchez

una tregua discreta en paysandú

vado del san francisco y el chingolo

y uno más importante el del queguay

alguno que otro insomnio en el quebracho

paso del chapicuy rumbo al daymán

diciembre en salto chico

cruce del uruguay ese río frontera

el peñón de san carlos los bosques de concordia

y por fin este abril junto al ayuí

desde el palmar inmóvil reconoció el baquiano

la patriada en andrajos ese pueblo

que incluía a su padre don martín

y al cura figueredo y los lamas los suárez

y bartolomé hidalgo poeta fundador

y zambos negros indios gauchos y criollos pobres

y acémilas troperos carruajes tolderías

la patria todavía era dudosa

quizá / pero el baquiano no dudaba

muchos de ellos quemaron sus viviendas

atrás dejaron toda una vida una muerte

tierras propias que eran tierra de nadie

pero en las setecientas carretas casi en ruinas

viene la dignidad como un sistema

doloroso implacable inocente y porfiado

sobre todo implacable con su propia inocencia

el general baquiano apoya el brazo terco

en la palma yatay la más cercana

y deja su mirada en las arenas limpias

para poder imaginar mejor

a principios de junio / con su pésima fe

llegará sarratea el bribón el cobarde

y con su buena fe / el caudillo frugal

habrá de sorprenderse porque a veces

las maldades lo encuentran desarmado

no olvidar que peleando ganaba las batallas

y después lo vencían echándole traidores

de todos modos eso será junio / ahora

el general baquiano riguroso y sin dudas

entrecierra los ojos para soñar mejor

y es explicable porque su baquía más sólida

es un sueño que invade como escarcha

a los hombres la historia los potreros

el olor y el otoño de su verde provincia

atraviesan las leguas / no son muchas

para su pueblo quiere la gran cosecha patria

pero duele dejar la tierra abandonada

los ranchos en cenizas los poblados vacíos

la mazorca en el viento y el viento en la congoja

aquí al atardecer las fogatas se animan

pero el hogar de veras está allá en el oriente

en estas setecientas carretas de penuria

vino la dignidad como un sistema

y él sabe como nadie que ser digno

resultará más arduo cada día

desea por supuesto la gloria de su pueblo

pero antes que la gloria cazará la justicia

está dispuesto a dar su vida pero sabe

que eso no es decisivo / lo primero

es transformar la vida

y con un solo hombre que le quede

con él hará la guerra como estribo del cambio

el pueblo es soberano pero aún no lo sabe

él debe convencerlo de su soberanía

no necesita abrir nuevamente los ojos

para ver la llanura de lealtad

y saber que esos leales son su tropa

casi sin proponérselo los abre y nos distingue

a nosotros / llegados tantas penas después

nuestro destierro es múltiple pero estamos aquí

como única madera de juntar y juntarnos

no tenemos carretas caballos tolderías

apenas los estigmas de la nueva redota

allá quedaron vidas y viviendas

unas saqueadas otras solitarias

tan sólo están repletos

camposanto y ergástula

allá quedaron trozos de nosotros

trajimos la esperanza sin embargo

y por suerte está ilesa y está joven

hace tiempo partimos también del desaliento

acampamos primero en el asombro

pasamos las cuchillas del perdido

y cruzamos sin puente el río de la sangre

vadeamos la ciénaga del horror y su lástima

y fuimos esquivando el salto chico

de la nostalgia y creo que un arroyo

el bellaco y otro arroyito el vil

una noche de tregua y luego desde el alba

los lisos farallones del rencor

de la muerte arrancamos como yuyos

las razones de vida

todo esto un poco antes de cruzar nuevos ríos algunos

de los tantos ríos que hacen frontera

y allí empezó otro rumbo

y así empezó otro verde

el peñón del orgullo los bosques de concordia

y por fin este abril junto al baquiano

los troperos y gauchos nos recorren

nos miran con recelo durante un lustro apenas

sus primeras fogatas enrojecen las nubes

y bah después de todo no somos tan distintos

tan sólo un poco más de siglo y medio

entre ellos y nosotros

incluso hay quien pregunta si ya vimos al jefe

y nos señala dónde está y lo vemos

y también él nos da la bienvenida

con un silencio grave y sabio y duro

en el que sin embargo está claro un emblema

una antigua verdad

nada tenemos

que esperar

sino de nosotros mismos

COTIDIANAS

1978-1979

Sin jactancias puedo decir

que la vida es lo mejor que conozco.

FRANCISCO URONDO

Piedritas en la ventana
NOCTURNINO CERO

La noche fácil y aparentemente sagrada

o mejor dicho el abismo de la noche

no es como otros abismos

tiene fondo

su tálamo de niebla o relente o fango

acoge escarabajos desamparados

ronquidos de mal tiempo

sobornables insomnios

labios absueltos que se reconcilian

todas las resonancias del silencio

y las noticias de la lóbrega

todas las alegrías inoportunas

y los presagios confirmados

caen como gotas de sudor o rocío

en el abismo con fondo de la noche

son demasiados alumbrones y furias

por esta sola vez el abismo tiene

no sólo fondo sino espesas modorras

así que aprovecho el bostezo universal

para instalarme en sus fauces y sentir

cómo la niebla el relente o el fango

pasan sobre mis párpados

los borran.

PIEDRITAS EN LA VENTANA

a roberto y adelaida

De vez en cuando la alegría

tira piedritas contra mi ventana

quiere avisarme que está ahí esperando

pero hoy me siento calmo

casi diría ecuánime

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