Marea estelar (65 page)

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Authors: David Brin

—No digas ETs, Toshio. No esss de buena educación. Podrías ofender a algún simpático kanten o linten.

Toshio tragó saliva e inclinó la cabeza. ¿Dónde o cuándo un teniente se había permitido reprender a un guardiamarina?

—Sí, señor —dijo.

Hikahi sonrió y lanzó una pequeña salpicadura de agua al joven con su mandíbula.

Deber, deber,

Valiente cazador de tiburones,

¿Qué recompensa

Puede tener mejor sabor?

Toshio se ruborizó y asintió.

El esquife empezó a moverse otra vez. Keepiru estaba de nuevo en la rampa de pilotaje mientras Creideiki y Sah'ot charlaban excitados en un semiprimal que hacía estremecer a Hikahi. ¡Y Sah'ot decía que el capitán había elegido aquel lenguaje deliberadamente!

Ella iba acostumbrándose a pensar que las heridas de Creideiki había sido como una puerta que se abría, no una puerta que se cerraba.

El esquife se elevó del agua y empezó a ganar velocidad hacia el este, siguiendo la intuición de Creideiki.

—¿Cómo va la moral de los pasajeros? —preguntó Hikahi a Toshio.

—Bien, creo que todo va bien. Ese par de kiqui son felices por estar con Dennie. Y Dennie es feliz... bien, es bastante feliz por ahora.

A Hikahi le resultaba divertido. ¿Por qué debía azorarse el joven al hablar de Dennie?

Hikahi estaba contenta de que los dos humanos se amasen como ella amaba a Creideiki.

A pesar de la nueva y misteriosa faceta de su personalidad, Creideiki era el mismo delfín de siempre. Lo nuevo era algo que utilizaba, algo que, al parecer, estaba empezando a explorar. Apenas podía hablar pero transmitía su inteligencia, y su cariño, de muchas otras maneras.

—¿Y Charlie? —Volvió a preguntar a Toshio.

—Todavía sigue avergonzado —suspiró el joven.

Habían encontrado al chimp al día siguiente de que se produjeran los grandes terremotos, colgado a un tronco de árbol flotante, completamente mojado. Le fue imposible hablar durante diez horas, y había permanecido encaramado a las paredes de la pequeña bodega del esquife hasta que, al fin, se calmó.

Después, Charlie les había relatado cómo se había subido en la copa de un alto árbol justamente antes de que la isla explotara. Aquello le había salvado la vida, pero sus implicaciones le mortificaban.

Toshio e Hikahi se situaron detrás de Keepiru, que estaba pilotando, y contemplaron cómo las olas del océano se deslizaban bajo el esquife. Durante unos minutos, el mar adquirió un brillante tono verde cuando pasaron sobre una zona de sargazos. La pequeña embarcación se dirigía rápidamente hacia el sol.

Había pasado una semana desde que iniciaron la búsqueda; desde que el Streaker partió.

Primero encontraron a Toshio, que nadaba deliberada mente hacia el oeste, sin dejarse dominar por el cansancio. Luego, Dennie los condujo a otra isla donde había una tribu kiqui. Mientras ella negociaba con la tribu, buscaron a Charles Dart y lo encontraron.

Los stenos de Takkata-Jim estaban muertos o habían desaparecido.

Después, iniciaron la última y aparentemente inútil búsqueda. Y en ella estaban desde hacía ya varios días.

Hikahi consideró la posibilidad de abandonar. No podían seguir perdiendo tiempo y consumiendo víveres de aquel modo con el viaje que tenían que emprender.

No es que contaran con muchas posibilidades. Nadie había oído hablar jamás de un viaje como el planeado por ellos. Cruzar toda la galaxia en el esquife convertiría la épica travesía del Pacífico del capitán Bligh en la lancha de la Bounty en una tarde de excursión.

No obstante, Hikahi guardaba sus temores para sí Creideiki y Keepiru probablemente sabían lo que les aguardaba. Y Toshio parecía intuirlo. No había motivo para alarmar a los demás hasta que no tuvieran que reducir las raciones de comida por cuarta vez.

Hikahi suspiró.

¿De qué más

Están hechos los héroes?

¿Son masc y fems

Como nosotros,

Que Intentan...?

El grito de victoria de Keepiru fue como un toque de trompeta. Chilló en su plataforma, aginándose. El esquife osciló a derecha y a izquierda, y luego dio un salto acompañado de un rugido de motores.

—¡Qué demonios...! —Toshio se mordió los labios—. ¡Pez tortuga saltarín! Keepiru, ¿qué te pasa?

Hikahi utilizó el brazo de su arnés para sujetarse a una barandilla y miró por el ojo de buey. Suspiró por tercera vez, larga y profundamente.

El humo de su fuego mantuvo oculta a la astronave durante unos instantes. La primera señal que recibió de ella fue una explosión sónica que cayó sobre él y que casi lo derribó contra los palos que sostenían la carne sobre la hoguera.

El humano se puso en pie y se apresuró a buscar refugio, pero algo le hizo alzar la vista hacia el cielo.

El sol había arrugado la piel alrededor de los ojos. Tenía patas de gallo que unas semanas antes no existían La negra barba mostraba algunas hebras plateadas. Le había crecido y ya casi no sentía el picor. Ocultaba una cicatriz que le surcaba la mejilla.

Protegiendo sus ojos de la luz, reconoció las salvajes maniobras antes de poder distinguir la forma de la pequeña nave. El esquife se había elevado hacia el cielo y volvía a caer en picado.

Sujetó los palos que el aparato hacia trepidar. Era absurdo que la carne se estropease.

Le había costado mucho esfuerzo conseguirla, limpiarla y prepararla. Y. sería necesaria en el viaje que iban a emprender.

No estaba muy seguro de que a los fines les gustase aquel menú, pero era nutritivo... el único alimento del planeta que un terrestre podía comer.

Los inestables gubru, los desnudos tandu y los Episíarcas voladores nunca podrían constituir platos de alta cocina, evidentemente. Pero tal vez era cuestión de acostumbrarse!

Sonrió y agitó los brazos cuando, por fin, Keepiru se tranquilizó lo suficiente para lograr que el esquife aterrizara en las cercanías.

¿Cómo pude dudar de que estuviera vivo?, se preguntó Hikahi llena de júbilo. Gillian dijo que él tenía que vivir. Que a ningún galáctico le sería posible dañarlo, ¿cómo habrían podido?

¿Y por qué, estando en el vasto Universo, yo me sentía siempre preocupada por volver a casa?

EPÍLOGO

: Descansa: Descansa Y Escucha:

: Pues La Marea Estelar Sube:

: En Las Corrientes De La Oscuridad:

: Y Hemos Esperado Mucho A Que Sucediera:

GLOSARIO Y LISTA DE PERSONAJES

Aceptador: Criatura dotada de poderes psíquicos. Miembro de una raza pupila de los tandu.

Alda: Delfín guardiamarina nativo de Calaña.

Baskin, Gillian: Médico y agente del Concejo de Terragens. Producto de la ingeniería genética humana.

Beie Chohooan: Espía shyntiana.

Biblioteca, la: Base de datos que asegura la cohesión de la sociedad galáctica. Archivo del saber acumulado desde la época de los Progenitores.

Brookida: Delfín metalúrgico.

Calafia: Colonia planetaria humana y neodelfiniana.

Creideiki: Capitán de la nave de exploración Streaker.

D'Anite, Emerson: Ingeniero humano asignado al Streaker.

Dart, Charles: Neochimpancé planetólogo.

Elevación: Proceso mediante el cual las más antiguas razas astronavegantes dan acceso a nuevas especies a la cultura galáctica, por medio de la educación y la ingeniería genética. Las especies pupilas resultantes sirven a su tutor durante un período establecido en el contrato de aprendizaje, como pago por este favor.

Episíarca: Criatura dotada de poderes psíquicos. Miembro de una raza pupila contractual de los tandu.

«Fem»: Término ánglico para designar a una hembra humana.

«Fin»: Término habitual para designar a un neodelfín.

Flota Abandonada: Concentración de gigantescas naves antiguas a la deriva, ignoradas durante largo tiempo hasta que el Streaker las descubrió.

Galácticos: Una de las viejas especies astronavegantes comprendida en la comunidad de las Cinco Galaxias. Muchas de ellas se han convertido en razas tutoras, participando en el antiguo rito de la elevación.

Gubni: Raza galáctica pajaroide hostil a la Tierra.

Haoke: Neodelfín tursiops.

Herbie: Momia de un antiguo astronauta de origen desconocido.

Hermanos de la Noche: Raza tutora galáctica.

Heurka: Neodelfín stenos.

Hikahi: Neodelfín hembra, tercer oficial en el mando del Streaker.

«Hombre»: Traducción del ánglico man. Término genérico para designar a un ser humano de uno u otro sexo.

Ifi: «Infinidad», o Dama de la Fortuna.

Iki: Antigua isla de muerte y destrucción.

Iwashika, Toshio: Guardiamarina humano nativo de la colonia planetaria de Calaña.

Kanten: Una de las pocas especies galácticas amigas de los terrestres.

Karran% (De pronunciación imposible para los humanos): Especie galáctica, tan profundamente modificada durante su contrato de aprendizaje como raza pupila, que quedó afectada por la demencia.

Keepiru: Primer piloto del Streaker. Nativo de Atlast. Neofín.

Keneenk: Escuela híbrida de disciplina que combina la reflexión lógica de tipo humano con la herencia del Sueño Cetáceo.

Kiqui: Criaturas anfibias presensitivas, naturales del planeta Kithrup.

Krafc: Almirante de las fuerzas soro.

K'tha-Jon: Una variante especial de neodelfín stenos. Oficial subalterno a bordo del Streaker.

Makanee: Cirujano del Streaker; neofín hembra.

Máquina Niss, la: Ordenador pseudointeligente confiado a Thomas Orley por agentes tymbrimi.

«Masc»: Término ánglico para designar a un ser humano de sexo masculino.

Metz, Ignacio: Experto en elevación, asignado al Streaker.

Moki: Neofín stenos.

Orley, Thomas: Agente del Concejo de Terragens. Modificado ligeramente por la ingeniería genética.

Pila: Raza tutora galáctica. Miembros del clan soro y hostiles a la Tierra.

Primal: Lenguaje rudimentario usado por los delfines naturales, no modificados, en la Tierra.

Progenitores, los: La mítica primera especie, que fundó la cultura galáctica y la Biblioteca en un pasado que se remonta a varios billones de años.

Pupila: Especie que debe toda su inteligencia a la elevación genética efectuada por su raza tutora. Una especie pupila bajo contrato de aprendizaje es la que aún está pagando su deuda.

Sah'ot: Neodelfín stenos. Lingüista civil embarcado en el Streaker.

Soro: Vieja raza tutora galáctica hostil a la Tierra.

Stenos: Término habitual para designar a los neofines cuyos genes poseen injertos de los delfines naturales stenos bredanensis.

Sudman, Dennie: Exobióloga humana.

Suessi, Hannes: Ingeniero humano.

Synthianos: Una de las tres razas galácticas amigas de la Tierra.

Syrtes: Cúmulo globular deshabitado y alejado de las rutas estelares más frecuentadas, donde fue descubierta la nota abandonada.

Takkata-Jim: Neofín stenos, segundo de a bordo en el Streaker.

Tandu: Especie galáctica belicosa y hostil a la Tierra.

Thenanios: Especie galáctica belicosa.

Tsh't: Neofín hembra, cuarto oficial del Streaker.

Tursiops: Término habitual para designar a los neodelfines desprovistos de genes stenos.

Tursiops amicus: Neodelfín moderno. «Soplador amistoso.»

Tursiops truncatus: Delfines sopladores de la Tierra no modificados.

Tymbrimi: Raza galáctica amiga de los terrestres, famosa por su inteligencia.

Wattaceti: Suboficial neofín.

POST-SCRIPTUM

Los nombres de los delfines dan con frecuencia la impresión de ser de origen japonés o polinesio. En algunos casos es cierto. Pero generalmente, el neodelfín elige como nombre un sonido que le gusta. Suele ser una palabra polisilábica de pronunciación contundente.

En ánglico, los términos «hombre», «hombres», o «Humanidad» se aplican a los humanos sin distinción de sexo. Cuando la determinación del sexo es importante, a los humanos femeninos se les denomina «fem», y «masc» a los masculinos.

Las lenguas propias de los delfines han sido inventadas por el autor, y no tienen ninguna relación con la forma de comunicarse de los delfines y ballenas de nuestros días.

Sólo estamos empezando a comprender el lugar que ocupan los cetáceos en el mundo, de la misma forma que sólo vislumbramos cuál es nuestro propio lugar.

El autor desea dar las gracias a todos los que le ayudaron con su colaboración, consejo y crítica; especialmente, a Mark Grygier, Anita Everson, Patrick Maher, Rick y Pattie Harper, Ray Feist, Richard Spahl, Tim LaSelle, Ethan Munson y, como siempre, a Dan Brin. Lou Aronica y Tappan King, de Bantan Books, fueron los que me dieron más ánimos en los momentos en que mi moral estaba baja.

El haikú de Yosa Buson pertenece a Una Antología de Literatura Japonesa, recopilada por Donald Keene y editada por Grove Press.

El Universo tiene muchos senderos divergentes, tanto en la realidad como en la imaginación. Las criaturas de esta novela son del todo irreales; pero puede que algún día algunos de nuestros mamíferos se conviertan en compañeros nuestros. Para que sea posible, debemos permitir que su potencialidad se conserve.

David Brin

Agosto de 1982

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