Anna está muy enfadada. Tal y como estaba previsto, la remilgada prima Olga von Seifenschwein de Transilvania ha venido de visita. Rüdiger se ha enamorado enseguida de ella y hace todo lo que Olga le manda. También la tía Dorothee hace lo que está en su mano para que la estancia de su consentida sobrina sea todo lo agradable posible. Más tarde, Olga consigue que Anton haga una fiesta en su casa. La fiesta se desmadra y Rüdiger y Olga convierten el salón de los Bohnsack en un campo de batalla, lo cual pasa a ser un desastre completo cuando los padres de Anton llegan a casa y ven lo ocurrido. Para más problemas, el padre de Anton le hace una fotografía a Anna y el flash de la cámara daña los ojos de la niña-vampiro.
Angela Sommer-Bodemburg
El pequeño vampiro y el gran amor
El pequeño vampiro -5-
ePUB v1.2
Eibisi12.07.12
Este libro es para
Burghardt Bodenburg
, que ahora, por fin, tiene dientes de vampiro (por el dentista),
para Katja y para todos los que todavía creen en el gran amor..., como yo
Angela Sommer-Bodenburg
A Anton le gusta leer historias emocionantes y espantosas. Especialmente le encantan las historias de vampiros, de cuyas costumbres está totalmente al corriente.
Rüdiger, el pequeño vampiro, es vampiro desde hace por lo menos ciento cincuenta años. El hecho de que sea tan pequeño tiene una razón sencilla: se convirtió ya de niño en vampiro. Su amistad con Anton empezó estando una vez Anton nuevamente solo en casa. Allí estaba de repente el pequeño vampiro sentado en el poyete de la ventana. Anton temblaba de miedo, pero el pequeño vampiro le aseguró que ya había «comido». Realmente, Anton se había imaginado a los vampiros mucho más terribles y, después de que Rüdiger le confesara su predilección por las historias de vampiros y su temor a la oscuridad, le encontró verdaderamente simpático. A partir de entonces la vida bastante monótona de Anton se volvió muy emocionante: el pequeño vampiro trajo consigo también una capa par a él, y juntos volaron hacia el cementerio y la Cripta Schlottertein. Pronto conoció Anton a otros miembros de la familia de vampiros.
Anna la Desdentada es la hermana pequeña de Rüdiger. No le han salido todavía dientes de vampiro, de forma que ella es la única de la familia de vampiros que se alimenta de leche. «¡Pero ya no por mucho tiempo!», matiza ella. También lee historias horripilantes.
Lumpi el Fuerte, hermano mayor de Rüdiger, es un vampiro muy irascible. Su voz, a veces alta, a veces chillona, demuestra que él se encuentra en los años de crecimiento. Lo único malo es que no saldrá nunca de este difícil estado, porque se convirtió en vampiro durante la pubertad.
Los padres de Anton no creen en vampiros. La madre de Anton es maestra; su padre trabaja en una oficina.
Tía Dorothee es el vampiro más sanguinario de todos. Encontrarse con ella después deponerse el sol puede resultar mortalmente peligroso.
El guardián del cementerio, Geiermeier, persigue a los vampiros. Por eso los vampiros han trasladado sus ataúdes a una cripta subterránea. Hasta hoy, Geiermeier no ha conseguido encontrar el agujero de entrada a la cripta.
A los restantes parientes del pequeño vampiro no llega a conocerlos Anton personalmente. Pero ha visto una vez sus ataúdes en la Cripta Schlotterstein.
Cansado y hambriento, Anton volvió del curso de cerámica a casa. Abrió la puerta de la vivienda y comprobó con alegría que olía a patatas recién asadas. Colgó rápidamente su chaqueta en el guardarropa y fue a la cocina.
Su padre estaba sentado a la mesa cortando pepinos en pequeñas rodajas.
—Hola, Anton —dijo, y con una misteriosa sonrisa añadió:
—Tienes visita.
—¿Yo? ¿Visita?
—Sí. Ella te está esperando en tu habitación.
—¿Ella? —repitió desconcertado Anton—. ¿En mi habitación?
Su padre se rió irónicamente.
—Te estás poniendo muy colorado.
—¡De ninguna manera! —repuso Anton.
¡Ella seguro que podía escuchar todo!
Susurrando, preguntó:
—¿Y quién es?
Su padre se rió..., y no dijo nada más.
Anton abandonó la cocina lleno de ira. Una chica..., en su casa..., a las siete y media de la tarde... ¡No sabía si tenía que alegrase o enfadarse! Abrió cautelosamente la puerta de su habitación..., y vio a Anna sentada en su cama.