Exploración (15 page)

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Authors: Aurora Seldon e Isla Marín

Tags: #Erótico

—¡Oh, Dios mío! —Tommy jadeó cuando vio a Freddie y a Rock—. Creo que podría morirme ahora mismo… No, creo que voy a morirme ahora mismo. —Entonces vio a los cantantes girarse hacia ellos, sonriendo. La sonrisa se amplió cuando fijaron por unos instantes sus ojos en Sasha y cuchichearon—. ¡Te están mirando! —susurró con voz queda, incapaz de apartar los ojos de Freddie.

—¿Tú vas a morirte? Es a mí a quien le dará algo —murmuró Sasha, mirando fijamente a ambos cantantes y devolviéndoles la sonrisa—. Son tan guapos, tan
sexys
, tan perfectos, tan… «Tan parecidos a ti» —Las palabras murieron en sus labios y un suspiro salió de ellos.

Durante un mínimo instante una punzadita de celos se instaló en el corazón de Tommy. Sabía que al lado de Sasha no tendría ninguna oportunidad de llamar la atención de Freddie o de Rock. Era imposible destacar a su lado, el ruso brillaba con luz propia. Además, sabía que Sasha se había quedado impresionado con ambos y no tendría ojos para nada más. Por un instante se sintió desplazado, como si él no debiera estar ahí, como si sobrara… Pero qué importaba, él quería estar y ahí se quedaría.

5

Perdieron la noción del tiempo, recordando los planes de acudir a un concierto de Queen que habían hecho al conocerse y cómo las circunstancias habían obrado en su favor permitiéndolo. Tommy dijo que era el destino, que ellos estaban destinados a ser los príncipes del Universo y Sasha rió, complacido. En esos momentos olvidó todos los esfuerzos que tenía que hacer a diario para salir adelante, todas las pequeñas humillaciones que tenía que soportar, todo el sacrificio. Y creyó en su sueño. No le cabía duda que junto a Tommy podría hacerlo todo, él era la fuerza que lo motivaba a luchar.

Tras casi una hora, el ambiente se caldeó. Afuera se oía una marabunta humana y al cabo de un rato, vinieron a buscar al grupo para que comenzara el concierto.

La zona VIP estaba un tanto alejada del escenario y verían el concierto en unas pantallas gigantes, cómodamente sentados. Sasha y Tommy se acomodaron en unos asientos cerca de la pantalla para no perderse detalle y éste último se sorprendió al encontrarse sentado al lado de Elton John.

Sasha buscó a Rock Vulcano entre los invitados que iban a presenciar el concierto pero no lo encontró. Seguramente lo vería desde bambalinas, junto al equipo del grupo.

Tras unos minutos comenzó a sonar la música de
One Vision
.

—Menudo comienzo fuerte —murmuró el ruso—. Empezaron con una canción cañera.

—Sí, mira. —Tommy señaló al público que saltaba, gritaba, bailaba y cantaba al ritmo de la canción—. Me parece que ellos se lo están pasando mejor que nosotros…

—Suele suceder —dijo una voz a su izquierda—. El público es el que mejor lo pasa —añadió con una sonrisa Elton John—. Bueno, los artistas también lo pasamos bien, aunque es agotador. —Amplió la sonrisa y le hizo un guiño a Tommy tras sus gafas oscuras.

«Parece que las gafas de sol crean lazos», pensó Sasha, alzando una ceja, al observar el intercambio de sonrisas entre los dos de su izquierda.

Conforme el concierto avanzaba y el ambiente se iba haciendo más entusiasta, los dos amigos se relajaron y comenzaron a cantar junto con algunos más de los presentes, al principio en forma vacilante, luego con más confianza. Incluso los famosos tarareaban algunas de las canciones. Cuando Freddie comenzó a canturrear esperando la réplica del público en el preludio de
Under Preasure
, Tommy se animó a gritar, compitiendo en chillidos con los hijos de Brian May.

Sasha lo miró sonriendo. Tommy estaba en su elemento, sus ojos brillaban como nunca, resplandeciendo de alegría y se dijo una vez más que cualquier sacrificio valía la pena con tal de verlo tan feliz.

Cuando Freddie comenzó a cantar
Who wants to live forever
, Sasha se animó a cantar un poco más alto, entrelazando las manos con las de Tommy, para luego alzarlas, sin soltarse, y moverlas al ritmo de la canción. Inmediatamente después, comenzó a sonar
I want to break free
y Tommy se acordó de su paso por París, recordando con cariño a Martin y a Luc. El rubio francés le había estado escribiendo durante todo el curso cartas rebosantes de amor, pero poco a poco las misivas fueron distanciándose y luego de que anunciara que pasaría el verano en Italia, no había recibido ninguna. Seguramente habría conocido a alguien. Esperaba que no hubiera vuelto con Isabelle.

En el intermedio musical que siguió, Sasha aprovechó para alcanzarle una bebida y cuchichear sobre todas las personalidades que estaban en la zona VIP. Cuando Freddie volvió a salir y comenzó
Love of my life
, el ruso suspiró. Siempre le había parecido muy bella esa canción. Muy bella, pero muy triste.

Como si anticipara algún desdichado evento futuro, tomó la mano de Tommy y se la llevó suavemente a los labios.

—Qué bonita es, ¿verdad? —preguntó Tommy sin esperar realmente una respuesta. Apretó la mano de Sasha con la suya y apoyó la cabeza en su hombro. La canción era muy emotiva y todos lucían muy emocionados: los invitados, el público e incluso el grupo.

Sasha suspiró otra vez. Habría besado a Tommy de no haber tanta gente junto a ellos. En esos momentos lo habría dado todo por estar junto a él en una pequeña cabaña en Escocia.

Las canciones siguientes volvieron a animarlos y ambos vibraron cantando
Bohemian Rhapsody
, catalogada por Sasha como la mejor canción de todos los tiempos, declaración con la que Tommy estaba totalmente de acuerdo.

El ambiente se caldeó más cuando Freddie se despojó de la camiseta y continuó cantando con el torso desnudo
Radio Ga Ga
. Sasha, incapaz de mantener la compostura al ver al cantante descamisado, se ganó un amistoso pellizco de Tommy. Siguieron varios éxitos para luego llegar a los bises y la apoteosis final con
We will rock you
,
Friends will be friends
y
We are the champions
, donde ya todos en la sala VIP saltaban, cantaban y bailaban como el público de afuera.

Con el
God save the Queen
, Sasha se quedó mirando extasiado a Freddie, que llevaba corona, capa y cetro, y no dejó de mirarlo hasta que abandonó el escenario, quedándosele grabada esa imagen triunfante que recordaría por siempre. Todos se levantaron de manera respetuosa mientras las familias iban saliendo de la sala. Algunos fueron a reunirse con los artistas en sus coches, luego acompañaron a los invitados hasta un autobús que les llevaría la fiesta posterior en una mansión privada.

Sasha dudaba si ir o no. Alex no había mencionado nada de una fiesta y por lo que había oído de esas fiestas, no estaba seguro si Tommy debiera ir. Por otro lado, tenía en el bolsillo la libreta de autógrafos que Angel le había dado y que con la emoción del primer encuentro con Freddie había olvidado completamente. Quizá podrían acudir a la fiesta y con un poco de suerte, ligar con alguien importante. Quizá podrían incluso hablar con Freddie y pedirle el autógrafo.

No tuvo mucho tiempo para dudar. Tommy tiró de él hacia el autobús sin dejarle opción a nada más. Elton John se despidió con una sonrisa, quedando en verlos en la fiesta, ya que iba en su propio coche.

Sasha estuvo nervioso todo el camino. Nunca había estado entre gente famosa y verlos departir tan a gusto con Tommy lo hacía sentir un poco fuera de lugar. En momentos así era cuando se daba cuenta que Tommy se había criado en un nivel alto de la sociedad y que provenían de mundos muy diferentes, aunque pronto lo olvidó, pues se dio cuenta de que estar allí, con los demás invitados, le confería a él también un estatus especial y comenzó a actuar en consecuencia.

El viaje se les hizo muy corto. Tommy estaba emocionado, sin poder estarse quieto en el asiento. Había hecho buenas migas con la persona sentada detrás, que resultó ser uno de los productores del concierto y durante el trayecto les estuvo contando a ambos anécdotas de los preparativos, sobre cómo había empezado siendo un único concierto y ante las solicitudes de entradas habían tenido que preparar dos en Wembley y otros tres en estadios más pequeños. También le contó sobre los problemas para montar el escenario y respondió sus miles de preguntas acerca de Freddie.

Cuando finalmente llegaron a una mansión casi tan grande como la de Alex, Sasha ya se encontraba en ambiente y comenzó a alternar con los otros invitados en el enorme salón de la fiesta.

Había de todo allí, alcohol, drogas, comida y diversión. El ruso se alejó un poco del centro de la fiesta y se acomodó de pie junto a la puerta de vidrio que daba a la terraza, con la luz de la luna bañándolo, sin darse cuenta que cualquier persona que entrase en el salón lo vería primero a él. Absorto, comenzó a observarlo todo, captando todos los detalles de lo que estaba ocurriendo allí, analizando el ambiente que lo rodeaba, cosa que se había convertido para él en un acto reflejo.

Tommy corrió a la mesa de comida y comenzó a devorar todo lo que estaba a su alcance. Todos los nervios y las emociones pasadas le habían dado un apetito voraz y se lanzó en plancha sobre el
buffet
libre.

—Deberías respirar entre bocado y bocado —dijo un sonriente Elton John, que había aparecido a su lado de repente—. Si comes así, acabarás atragantándote. Además, engordarás.

—¡Oh, no! —Tommy tragó con un poco de dificultad y sonrió—. Puedo comer lo que quiera, que no engordo. Es una suerte, adoro comer, sobre todo dulces.

—Dulces para el más dulce —replicó el solista con una insinuante sonrisa. No se le habían pasado desapercibidos los gestos cariñosos entre los dos jovencitos, era obvio para él que ambos eran gays y el morenito le había parecido muy sexy.

Tommy alzó una ceja sin saber qué responder. Le pareció que le estaba tirando los tejos y aunque lo halagaba mucho, no era su tipo. Era un gran cantante y tenía canciones fantásticas, pero no lo ponía mucho, así que decidió poner pies en polvorosa.

—Esto… tengo que ir a buscar a mi amigo… Encantando de haber hablado contigo… Ha sido un honor. —Y salió pitando, sin haberle dado tiempo siquiera a preguntarle su nombre.

Llegó adonde estaba Sasha, jadeante por haber corrido. Durante un instante se paró a recuperar la respiración y a admirar la visión celestial que era el ruso. Estaba hermoso: la luz de la luna le confería un aire irreal, su pelo parecía plata al igual que sus ojos y sus ropas blancas hacían resaltar la brillante palidez de su piel. Era una visión. Y no sólo para Tommy, también lo era para cualquiera que pudiera verlo allí.

—¿A que no sabes quién ha querido ligar conmigo? —preguntó con una pícara sonrisa y le ofreció el plato de pastelitos que llevaba para que se sirviera.

Pero Sasha no lo miraba a él. Miraba a alguien detrás de él.

Tommy se giró para encontrarse de frente al mismísimo Freddie Mercury, acompañado de Rock Vulcano. El cantante sonreía a Sasha.

—Hola —dijo simplemente—, ¿lo estáis pasando bien? ¿Estáis a gusto? ¿Necesitáis algo? —preguntó seguido y Tommy estuvo seguro que lo incluía en las preguntas por pura educación, no porque realmente le importara.

—Hola —respondió Sasha, sonriendo como hechizado—. Estamos perfectamente, gracias. —De pronto pareció despertar momentáneamente del hechizo y dijo—: Fue el mejor concierto que he visto en mi vida. —Y no mentía. De hecho, era el único—. ¿Podrías darnos un autógrafo? ¿Los dos? —añadió mirando a Rock, que le pareció más guapo visto de cerca.

—Claro —respondió Freddie con una sonrisa y tomó en su mano la libreta que le alargaba el rubio junto con un bolígrafo—. ¿Cómo te llamas, precioso? —preguntó para escribirle una dedicatoria.

—Sasha. Y él es Tommy —dijo, señalando a su amigo—. Y por favor, haz un autógrafo también para mi amiga Angel.

Freddie escribió las tres dedicatorias y le alcanzó la libreta a Rock, que no dejaba de mirar al ruso. El cantante también escribió, demorándose bastante rato con la de Sasha. Cuando terminó le alargó la libreta, acariciándole suavemente los dedos.

—¿Qué te parece si vamos a hablar a un sitio más tranquilo y me cuentas qué te ha gustado más del concierto? —preguntó a Sasha y Tommy pensó que no se andaba con rodeos. Freddie sonrió y se despidió amablemente para seguir atendiendo a sus invitados.

Sasha se quedó sin saber qué hacer. Sabía que era guapo y que podía ligar si quería, pero que un cantante como Rock Vulcano pareciera tan interesado en él y fuera tan directo, lo descolocó.

El cantante no perdió el tiempo. Tomó la bebida de la mano de Sasha y la dejó en una mesita cercana mientras con la otra mano tiraba suavemente de él hacia la puerta del salón.

—Espera… Tommy viene también —dijo el ruso—. Vinimos juntos —explicó.

—No importa. Ve con él, yo me quedaré por aquí comiendo algo —dijo Tommy pensando que Rock querría estar con Sasha y que no debía desaprovechar esa oportunidad. Tal vez si él iba, el cantante no querría nada. No podía interponerse.

—Nada de eso, te vienes con nosotros —replicó Sasha, mirando a Rock—. Puede, ¿verdad? Es mi mejor amigo y te admira mucho.

—Claro. —En ese instante Rock se dio cuenta que entre esos dos había algo más que amistad y que el rubio no iría jamás con él si no iba su compañero—. Ven —añadió alargando la mano hacia el moreno.

Tommy dejó el plato de pastelitos sobre la mesita y se acercó dubitativo. No se animaba a tomar la mano que Rock le ofrecía pero Sasha le sonreía animándolo a hacerlo y finalmente la tomó.

6

Con cada uno de una mano, el solista salió del gran salón y se dirigió hacia el fondo del pasillo, abrió una puerta y los invitó a pasar. Era un gran cuarto con una gigantesca cama con dosel, una mesa con mullidos sillones y un minibar con bebidas y aperitivos.

Sasha se sentía en las nubes. Aunque no era Freddie, Rock tenía también ese magnetismo que despertaba sus más locas fantasías… las cuales, si no se equivocaba, se harían pronto realidad. Además, Tommy estaba junto a él. No habría podido aceptar la invitación del solista sin Tommy. Uno de los momentos más importantes de su vida tenía que contar con la presencia de su amor o no habría tenido el mismo significado.

—¡Guau! —Fue todo lo que pudo decir.

—¿Quieres… queréis tomar algo? —Rock sonrió viendo las reacciones de los dos jóvenes: el moreno lucía un poco aturdido y el rubio estaba radiante, con el asombro iluminando su rostro.

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