Exploración (16 page)

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Authors: Aurora Seldon e Isla Marín

Tags: #Erótico

—Vodka —respondió Sasha, sin pensar.

Rock miró al moreno que negó con la cabeza dando a entender que no quería nada. Seguía pegado a la pared junto a la puerta y parecía que no iba a hacer nada por moverse de allí.

—¿Os apetece oír algo? —Puso un disco de Queen con poco volumen. La voz de Freddie llenó el silencio de la habitación con los primeros acordes de
One vision
.

Rock sirvió un vaso de vodka con hielo para Sasha y una cerveza para él y dejando las bebidas en la mesa, se sentó en un sillón invitándolos a sentarse, pero Tommy no se movió de su pared.

—¿Tommy? —Sasha le hizo una seña lanzándole una mirada de «Haz algo inteligente o creerá que eres retrasado mental», y se acomodó en otro sillón junto a Rock.

Pero Tommy no tenía valor de hacer algo así, lo más que hizo fue deslizarse por la pared hasta llegar cerca de la mesa donde estaban sentados los dos.

Rock lo observó. Había visto reacciones raras en muchos
fans
, aunque la mayoría le saltaba encima. De todas formas, no era el primero que estaba asustado y procuró romper el hielo.

—Así pues… ¿os ha gustado el concierto de Freddie? —preguntó tras darle un largo sorbo a su cerveza.

—Mucho —se atrevió a decir Tommy asintiendo con la cabeza insistentemente—. Más que nada en este mundo —añadió, sonrojándose.

—Fue apoteósico, el escenario, el decorado y toda esa gente… Pero principalmente la magia la que hizo él. Es especial. Nunca lo olvidaremos —dijo Sasha poniendo el corazón en sus palabras.

—Me alegra. —Rock sonrió—. Freddie disfruta mucho con lo que hace, y yo también. Estar en el escenario es electrizante, vigorizante, casi sexual. Y te puedo asegurar que disfruto mucho —hizo una deliberada pausa— con todo lo que hago —añadió con claras segundas intenciones.

Sasha se sonrojó: estar frente a alguien como Rock lo ponía nervioso. No replicó, se limitó a sostenerle la mirada con una insinuante sonrisa.

—¿Tú disfrutas con todo lo que haces? —preguntó el cantante, inclinándose hacia delante, aproximándose cada vez más. Al no notar rechazo, posó sus labios suavemente en los de Sasha para inmediamente después volver a reclinarse cómodamente en su sillón.

—Sí… claro que sí. —Sasha tenía muy claras las intenciones del solista. Estaba nervioso pero no pensaba dejar pasar la oportunidad. Dio una mirada a Tommy, que seguía pegado a la pared, como pidiéndole permiso, y luego se acercó Rock, buscando decididamente sus labios.

Tommy asintió nada más verlo pedir aprobación. ¿Cómo iba a decirle que no? Era una oportunidad única y él en su lugar también querría aprovecharla. La cuestión era si quedarse mirando era una opción. ¿Podría soportar ver a dos personas tan importantes para él amándose? Tal vez cuando no lo vieran podría salir del cuarto.

Rock besó con ansia al rubio, para luego levantarlo y comenzar a quitarle la camisa a la vez que Sasha lo despojaba de la suya. Sus pasos se dirigieron hacia la cama para volver a besarlo apasionadamente, de rodillas encima del colchón.

—Soy activo —informó Sasha, como solía hacer a sus ocasionales amantes.

—No importa —respondió el artista tratando de besar los labios que lo rehuían—. A mí me gusta todo.

—Como a él —respondió Sasha señalando a Tommy que estaba aún apoyado en la pared. Había notado que se mantenía apartado. Estaba seguro que huiría en cuanto tuviera oportunidad y no iba a permitirlo. No podría acostarse con Rock sin que su amor formara parte de eso—. Tommy, ¿por qué no te desnudas? —Al ver que lo miraba sin entenderlo, ordenó—: ¡Desnúdate!

Tommy comenzó a desnudarse, mordiéndose el labio y sin separarse de la pared. Tímidamente se sacó la camisa y los zapatos. Cuando llegó el turno del pantalón se sonrojó. No se había puesto ropa interior, así que se giró dándoles la espalda y se lo quitó rápidamente pero siguió de espaldas. Se sentía cohibido completamente desnudo mientras los otros aún estaban vestidos de la cintura para abajo.

—Date la vuelta, Tommy.

El aludido suspiró. Acababa de descubrir la vena autoritaria de Sasha y aún no sabía si le gustaba o no. Se giró despacio y una exclamación escapó de los labios de Rock al ver su total desnudez. A pesar de que Tommy era alto también era bastante delgado y por eso no había llamado su atención. ¿Quién iba a pensar que tenía semejantes talentos ocultos?

—¿Verdad que Tommy tiene un don maravilloso? —dijo Sasha con una sonrisa satisfecha.

—Ciertamente. —Rock salió de la cama y se dirigió con pasos seguros hacia Tommy, que se pegó más a la pared conforme lo veía acercarse—. Un magnífico don.

Tommy no sabía dónde meterse: tenía a un Rock Vulcano descamisado a un palmo de él, estaba completamente desnudo y Sasha lo miraba como esperando que hiciera algo. No sabía qué hacer y cuando el cantante se dejó caer de rodillas delante de él, casi salta del susto.

Entonces todo cambió. En cuestión de segundos Tommy se sujetó con las uñas a la pared, gimiendo, mientras uno de los cantantes que más admiraba en el mundo le hacía una increíble felación. No podía creer lo que estaba pasando y miró a Sasha como preguntándole si era real.

Sasha asintió con gesto de complicidad y se desnudó rápidamente. En los altavoces sonaba
Don’t stop me now
y eso era exactamente lo que sentía. Esa noche había llegado más lejos de lo que jamás habría imaginado. Lo quería todo; no iba a dejar que Rock disfrutara solo de su Tommy. Bajó la intensidad de las luces y se acercó a ellos sonriendo de medio lado. Miró a Tommy un momento y le quitó las gafas. Quería que Rock viera lo hermoso que era, aunque el solista estaba más concentrado en la entrepierna que en los ojos de Tommy.

Se besaron y Sasha se arrodilló junto a Rock para juntos excitar al moreno con caricias y toques, y se vio recompensado con varios jadeos ansiosos.

—S-si seguís así voy a correrme —murmuró Tommy.

—Hazlo. —Rock dejó su placentera tarea por un momento—. Quiero ver de lo que eres capaz.

—Yo… ¡Ah! —Tommy comenzó a jadear más rápido, conforme sus amantes lo adoraban con bocas expertas y cuando el dedo de Sasha se aventuró en su interior, no pudo contenerse más. «Era demasiado perfecto para que durase», se dijo con un ronco gemido y acabó derramando su placer en la boca del solista.

Rock saboreó su tibia esencia con una sonrisa, se levantó y ayudó a Sasha a levantarse. Se besaron por un momento, compartiendo el sabor del más joven, que los miraba con los ojos entrecerrados.

—Venid, vamos a la cama, estaremos más cómodos —propuso Rock, y mientras ellos se acomodaban en la cama, terminó de desnudarse y se les unió.

Sin pensárselo dos veces, Sasha volvió a besarlo. Durante un instante pensó que esa boca seguramente habría estado en la de Freddie y se preguntó cómo sería besar a Freddie y su bigote. Mientras tanto, Tommy devolvía el favor, tomando la virilidad del cantante con los labios.

Rock se dejó hacer. Los muchachos le habían parecido inocentes e inexpertos, pero movían sus bocas con una maña que no dejaba de sorprenderlo. El rubio lo besaba de una manera maravillosa mientras que el moreno hacía cosas con la boca que le causaban pequeños escalofríos en la columna.

Sasha ardía. Quería probar algo más que los labios de su ídolo y Tommy pareció leerle el pensamiento. Intercambiaron una breve mirada, se separaron de Rock para cambiar de papeles, y Sasha pudo probar por fin el sabor salado y almizcleño que tanto ansiaba. Lo disfrutó lentamente, sin dejar de mirar a sus amantes, excitado por el poder que tenía, deseoso de más.

Para Tommy era un sueño hecho realidad. Flotaba en puro éxtasis sin cabida para pensar, se sentía tan vivo que no quería que eso acabara jamás. Bajó dando húmedos besos por el pecho de Rock hasta alcanzar a Sasha y juntos continuaron con su exquisito tratamiento de besos que querían devorarlo y caricias cada vez más posesivas.

Sasha tomó el control. Temía que alguien interrumpiera su pequeña fiesta, de modo que empujó suavemente a Tommy sobre Rock, pero el cantante lo detuvo.

—Espera. —Buscó algo en la mesita junto a la cama, sacó una caja de condones y se puso uno antes de dejar que Tommy se sentara sobre su erección.

Si antes había flotado en un éxtasis irreal, ahora Tommy tomó conciencia de cada uno de sus movimientos conforme sentía a Rock adentrarse en su más que dispuesto cuerpo. Cada una de sus células gritaba de placer y él lo vocalizó sin inhibiciones.

Un coro de gemidos llenó el aire y Tommy comenzó a cabalgarlo con movimientos largos y profundos. Haciendo un giro extraño, logró que Rock estuviera sobre él atrapándolo contra el colchón. Apenas superada la sorpresa, el cantante comenzó a moverse embistiendo a Tommy, que había colocado las piernas sobre sus hombros.

—Sasha. —Tommy alargó la mano instándolo a unirse a ellos.

El ruso tomó un condón y se lo puso, acercándose al cantante. Comenzó a adentrarse en él lentamente, casi con reverencia, sintiendo la fuerza del cuerpo bajo él, un cuerpo tan perfecto como su voz; y cerró los ojos, agradecido por ese momento que les era regalado.

—Te quiero —susurró lentamente—. Te quiero… te quiero tanto… —Y comenzó a moverse dejándose llevar por la magia de un encuentro que no se repetiría jamás pero que marcaría profundas huellas en los dos amigos.

Rock se movía al ritmo que imponía el rubio mientras que Tommy gemía suavemente soportando el peso de ambos. Oyó sus palabras y vio los ojos del más joven… Ambos le hablaban de amor. Muchas veces los
fans
le habían dicho eso pero la mayoría de las veces amaban la máscara que era, amaban la fama, el dinero, el poder. Esos dos, en cambio, parecían más sinceros. La adoración que veía en los ojos de uno y sentía en las palabras del otro iban dirigías a él, no al personaje.

Los gemidos viajaban a la velocidad de su placer, cada vez más intenso. Sasha se entregó a la magia del momento y mientras llegaba al orgasmo supo que esa magia se debía a Rock y supo por qué tantas personas en el mundo lo adoraban. Y se sintió dichoso entregándose en cuerpo y alma, susurrando frases de amor en ruso, dirigidas a Rock y a Tommy, estremeciéndose ante la intensidad de sentimientos que lo desbordaban.

Alcanzaron el orgasmo casi al mismo tiempo, en una colisión de sensaciones en las que se mezclaban el deseo y la admiración. Sasha buscó el rostro de Tommy para acariciarlo tiernamente.

—Te amo —dijo con la voz apenas audible, sofocada por los gritos de su amante.

Rock lo miró sorprendido. Antes había dicho que eran amigos pero la forma en que el rubio lo miraba y el sentimiento con el que había dicho «te amo» no era solamente de amigos.

Sasha fue el primero en recobrarse después de varios minutos de yacer abrazados, y se deslizó junto a Tommy para besarlo suavemente en la mejilla.

—¿Estás bien? —susurró, sonriéndole con ternura y complicidad.

—En el cielo —respondió Tommy sonriendo, con los ojos aún cerrados—. Estoy en la gloria…

Rock sonrió ante esa sencilla declaración y se retiró a su vez del cuerpo del muchacho. Se había entretenido mucho tiempo con los dos y allí afuera había más amigos que saludar.

—Rock —dijo Tommy tomándolo del brazo al ver que se iba. Sonrojado por su atrevimiento e incapaz de mirarlo añadió—: ¿podría quedarme con… con… tus boxers?

El solista lo miró sorprendido y Sasha explicó, también un poco avergonzado, que Tommy coleccionaba la ropa interior de la gente con la que se acostaba.

Entonces Rock comenzó a reírse a carcajadas y no sólo dijo que podía quedárselos, hizo algo mejor: se los firmó.

—Por si se mezclan con los de otro —añadió riendo.

Mientras Tommy daba mil vueltas a los firmados calzones, Rock se inclinó hacia Sasha y le susurró:

—Deberías decirle que lo amas cuando está en sus cinco sentidos. —Una enigmática sonrisa iluminó su rostro y Sasha miró a su amigo que no se había enterado de nada, obnubilado por los boxers, y negó con la cabeza. Rock frunció el ceño.

—La vida es muy corta, muchacho. No te niegues a ti mismo momentos de felicidad. —Finalmente se arregló, les dijo que podían quedarse todo el tiempo que quisieran en la habitación y disponer de todo y que él, lamentándolo mucho, tenía que hacer acto de presencia en la fiesta ya que Freddie seguramente lo estaba echando de menos.

Sasha se dejó caer en la cama con un suspiro satisfecho, y miró a Tommy largamente, pensando en las palabras de Rock. ¿Cómo se había dado cuenta? ¿Era tan obvio?

Se sumió en reflexiones mientras Tommy ondulaba en la cama como un gatito satisfecho. ¿Debía decírselo? No costaría nada, en esos momentos se sentía particularmente emotivo, deseaba gritarle a todo el mundo su amor. Deseaba que Tommy lo supiera.

—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Tommy girando sobre su cuerpo.

—No lo sé, es tardísimo —respondió Sasha mirando su reloj—. Angel se preocupará. —Lo miró de nuevo a los ojos—. Nadie va a creernos esto.

—Yo no sé tú, pero creo que me pasaré la vida comparando todos los polvos con éste… y saldrán perdiendo —replicó Tommy con una risita tonta.

—¿Hum? —Alzó las cejas—. Sí… claro que sí —murmuró, completamente desencantado. Hacía unos momentos estaba considerando confesarle sus sentimientos, pero ahora veía que Rock se había equivocado. Tommy sólo pensaba en seguir buscando aventuras. Nunca se podría atar a él.

Se levantó, apagó el tocadiscos dejando a Freddie a mitad de
We will rock you
, y comenzó a vestirse lentamente.

Tommy había pensado remolonear un rato más en esa cama que olía a Rock y a Sasha, pero viendo que su compañero se vestía, se levantó y comenzó a vestirse a su vez. Tras una última ojeada, se guardó los boxers en el bolsillo, bien metidos. No quería perderlos por nada del mundo.

—¿Nos vamos? —preguntó el ruso.

—Sí… espera. —Tommy le tomó la mano y giró mirando toda la habitación, tratando de grabar cada pequeño detalle—. No quiero olvidar nada… Nunca —añadió tras unos minutos acercándose a él, como buscando su calor.

Sasha lo abrazó y juntos abandonaron silenciosamente la residencia, para buscar un taxi.

7

Los dos amigos entraron silenciosamente en Greenshaw Hall, pensando que a tan tardía hora no habría nadie despierto, pero se equivocaban. Preocupada por que no llegaban, Angel se había levantado y los aguardaba sentada frente a la ventana.

—¡Angel! —exclamaron los dos, casi al unísono.

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