Exploración (27 page)

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Authors: Aurora Seldon e Isla Marín

Tags: #Erótico

Los ojos de Juliette brillaron y comenzó a preguntarle sobre los juguetes sexuales, mientras acariciaba la mano de Sharon.

La conversación se dividió entre Richie, que relataba con pelos y señales las propiedades de un vibrador de dos cabezas, y Randy, que había comenzado a hablar de la necesidad que el grupo tenía de demostrar que los gays eran perfectamente capaces de hablar de temas trascendentes de la realidad nacional y mundial.

—Somos un grupo distinto, no efectuamos protestas callejeras ni nos vestimos de modo estrafalario. Nuestro objetivo es interesarnos en temas de actualidad y poder expresar una opinión informada y madura —explicó el líder a Sydney, última adquisición del grupo, traído por Sharon.

—Entonces ¿no celebráis el Día del Orgullo Gay? —preguntó el rubio un poco decepcionado—. A mí me encanta ese día… —Una sonrisa pícara adornó su rostro—. Aunque también está bien saber debatir.

Randy lo fulminó con la mirada.

—Muchos de nosotros no simpatizamos con la clase de exhibición que hay en ese día —dijo, y Ashley asintió con vehemencia.

—Yo no creo que sea una exhibición —replicó Tommy metiéndose en la conversación—. Es una simple demostración de lo que son y que se sienten orgullosos de serlo. Muchas personas pretenden hacer que los gays se avergüencen de lo que son, y el Día del Orgullo es su manera de demostrar que no lo hacen. —Alan asintió en ese momento y Sydney lo miró con total arrobamiento—. Es su manera de decir «aquí estamos y aquí nos quedaremos».

—Lo dices de una manera que parece que no fueras gay —dijo Sharon.

—No soy gay —dijo Tommy con una sonrisa maligna, ante la sorpresa de todos. Los dos jóvenes lo miraron con cara de alucinados—. Yo no soy gay, soy bisexual.

Dylan lo miró con desprecio.

—Los bisexuales no existen. Es sólo un término acuñado por aquellos que no saben lo que quieren.

Sasha se irguió en el asiento, atento a la discusión. Le había sorprendido la declaración de Tommy, nunca lo había oído expresar claramente que no fuera gay, aunque lo suponía porque le gustaban las chicas. Pero… ¿cuándo había decidido declararse bisexual y por qué no se lo había dicho? Richie lo reconfortó con una sonrisa y Sasha supo que él había tenido que ver. Richie y Tommy siempre hablaban sobre el sexo con total libertad y pensó con pesar que la pequeña grieta que empezaba a separarlo de Tommy se había ensanchado.

—Yo también soy bisexual —dijo Richie al instante—. Y sé lo que quiero, porque me gustan ambos sexos.

Dylan lo miró con aire de suficiencia.

—Lo que dices es hipócrita. En realidad eres un homosexual que participa en actividad heterosexual sólo para seguir siendo socialmente aceptable.

—Aquí todos somos gays, ¿qué, Sasha no os lo dijo? —Randy cuestionó al ruso con la mirada y Sasha se la sostuvo.

—No sabía que los bisexuales no podían participar —declaró—. Yo no veo el problema.

—Los bisexuales no follamos con mujeres por quedar bien o por el que dirán —replicó Tommy mirando a Dylan—. Si nos acostamos con mujeres es porque nos gustan. En mi caso, principalmente, me enamoro de las personas, de cómo son, de cómo piensan… de sus almas. El envoltorio es secundario. Las almas son como los ángeles, que no tienen sexo.

Randy se echó a reír.

—¿De dónde sacaste eso de los ángeles? Es ridículo creer en lo que dices. Yo jamás me he acostado con una mujer y tampoco Sasha ni ninguno de los que están aquí, salvo las chicas. Creemos que ser gay es algo especial y único y no lo mezclamos con tendencias que no hacen más que disfrazar las cosas y confundirlas.

—Yo no disfrazo nada ni confundo las cosas. Me gusta el sexo y no me limito ni desprecio a nadie por su condición, ni por ninguna otra causa. Me gustan los hombres, me gustan las mujeres, me gustan las personas. —Tommy sonrió cuando sintió la mano de Richie presionando disimuladamente su codo dándole ánimo—. En la cama disfruto y me siento igual de especial que cualquier otro. Bueno… como Sasha podrá confirmar, en algunas cosas soy más especial que otros —añadió en clara referencia a las dimensiones de su miembro, broma que Richie y Sasha pillaron al vuelo.

—Nosotros no creemos que el sexo sea el fin supremo del gay. Es importante, no voy a negarlo… Sasha y yo lo compartimos con frecuencia. Pero también existen cosas más trascendentes, ¿verdad, querido? Y también Juliette y Sharon lo comparten, y todos los aquí presentes. No somos ningunos mojigatos, pero creemos que la vida no se limita a saltar de cama en cama, sino que existen cosas más trascendentes que ser una erección con patas.

El calmado Richie enrojeció de furia y le lanzó una mirada a Sasha, pidiéndole que hiciera algo, pero el ruso se quedó mirando intensamente a Tommy, pendiente de su respuesta. Randy había señalado un punto sensible, además de utilizar deliberadamente la palabra «querido», como para mostrar lo unidos que estaban.

—Yo… —Tommy acusó el golpe—. Yo creo que el sexo es otra manera de demostrar tu amor a los demás, tu cariño, igual que un abrazo o una sonrisa, sólo que es algo más íntimo. Yo… yo no me acuesto con gente que no significa nada para mí, pero tampoco me limito a esperar célibe a mi príncipe azul… Porque tal vez nunca se dé a conocer —añadió lo último en un susurro.

Sasha no dijo nada. Para él las cosas eran más o menos como Tommy decía, salvo por el detalle de que sí habría estado dispuesto a dejarlo todo por estar con una sola persona y esa persona era Tommy. Estaba claro que en ese último punto seguían siendo distintos.

—No tiene nada de malo el actuar como Tommy —dijo Richie con firmeza y su rostro mostró el enojo que sentía—. El sexo sólo es un modo de compartir, como cualquier otro. Un modo de estrechar lazos. Y es tan válido como cualquier actividad intelectual si sirve para que las personas se sientan unidas y felices —dijo esto último dirigiéndose a Sasha.

Tommy le sonrió dulcemente. Luego tendría que agradecerle como merecía por haber salido en su defensa. La maldita conversación le había hecho sentirse como un puto y le había dolido. Mucho. Miró al resto y vio cálidas sonrisas en Sharon y sorprendentemente en Patrick, como si ellos realmente comprendieran lo que sentía y estuvieran de acuerdo con su forma de actuar. La mirada de Alan era seria, pero no había desprecio en sus ojos como había en el resto, excepto en Sydney que lo miraba con mayor admiración que antes. A Sasha no tuvo el valor de mirarlo: si veía el mismo desprecio que en los otros querría morirse allí mismo.

El ruso suspiró. Su idea de que Tommy compartiera las actividades del grupo con él no había dado resultado y no completamente por su culpa. Randy se había excedido cuestionándolo y había contagiado ese sentimiento hacia algunos de los demás, pues veía a Ashley y Leslie pendientes de cada una de sus palabras, y a Terry dispuesto a saltarle encima si seguía discutiendo. Dylan lo seguía mirando con esa sonrisita de suficiencia que Sasha detestaba, y Anthony parecía más interesado en examinar la ropa de los dos nuevos que en la discusión.

—Me gusta ese punto de vista —declaró Juliette, tomando la mano de su novia—. Es liberal y al mismo tiempo habla de valores, de cariño, de confianza. Y también es cierto que a unos nos importa el sexo más que a otros. —Dio un ligero pellizco en la mejilla de Sharon.

—El sexo no deja de ser una necesidad fisiológica, como el comer o el beber. Negar eso, es negar la naturaleza humana —dijo de repente Alan para sorpresa de todos—. Es cierto que nuestras necesidades espirituales tratan de justificar nuestros actos y que el sexo con amor es más pleno para la persona. Pero el sexo es sexo, es algo natural, no se puede demonizar.

Los otros cuchichearon por lo bajo, salvo Alice, que se alejó un poco del grupo para ir al balcón. Estaba claro que para ella la discusión ya no era trascendente.

Sasha los miró de nuevo a todos. Se había hecho un tenso silencio y deseó no haber asistido jamás a esa reunión, pero las cosas estaban hechas y nada ganaría con lamentarse. Él seguía creyendo en el grupo, pero se había dado cuenta de que su camino volvía a separarse del de Tommy y no le gustaba. Habría querido que todo fuera igual a cuando él y Tommy se conocieron, que compartieran todo, que les gustara lo mismo, que tuvieran los mismos amigos. Pero eso no podría ser nunca más. Y tenía que empezar a vivir con ello.

—¿Entonces, nos ponemos a follar? —dijo Samuel al cabo de un rato y se ganó una mala mirada de Randy y una sonrisa de Sharon.

Y con esas palabras, Sasha se decidió. Podía sentir que se alejaba de Tommy, pero jamás le diría a los del grupo lo que estaba sintiendo. Y se enfadase quien se enfadase, nadie iba a humillar a su Tommy ni a burlarse de él en su presencia.

—No sé vosotros—dijo levantándose—, pero nosotros nos vamos y follaremos toda la noche. —Tendió la mano a Tommy.

Él lo miró sorprendido. Sasha no había abierto la boca en toda la noche, ni cuando sus amigos se habían metido con él, y ya no esperaba que dijera nada en su favor. Y de repente eso… Tomó su mano suavemente y una maravillosa sonrisa comenzó a crecer en su rostro. Sin apartar sus ojos de Sasha, agarró la mano de Richie y tiró de él a la vez que se levantaba.

—Sí, a follar los tres toda la noche y en todas las posturas imaginables. —Sonrió con malicia para luego, agarrando de la cintura a Richie, darle un rápido piquito a Sasha.

—¿Puedo ir? —preguntó Sydney. No había burla en sus palabras sino puro deseo de irse con ellos, sobre todo con Tommy al que miraba arrobado.

—Otro día, precioso —respondió Richie viendo a Tommy en uno de sus momentos de vergüenza total, incapaz de responder—. Cuando nos conozcamos más, cuando tengamos más confianza, tal vez entonces…

Sasha tomó del brazo a Tommy y, tras despedirse rápidamente de todos, lo llevó hacia la salida.

2

Dos horas después, cuando el ímpetu del reciente encuentro se hubo calmado y los tres yacían en la cómoda cama de Richie, Sasha apartó el cabello del rostro de Tommy.

—¿Es cierto todo lo que dijiste? —quiso saber.

—¿A qué te refieres? —preguntó Tommy que aún estaba en el séptimo cielo tras el tercer orgasmo que había tenido esa noche.

—A que sólo te acuestas con gente que significa algo para ti. —Por la mente de Sasha desfilaron Grant y muchos de sus amigos, Kathy, Luc, Rock Vulcano, una cantidad indefinida de turistas en la Costa Azul, Richie y él mismo. No podía entender que toda esa gente pudiera significar «algo» para Tommy.

—Por supuesto. No podría acostarme con alguien que no significara nada para mí. A todos los he querido en mayor o menor medida —dijo la palabra prohibida con cierto temor—. Todos provocaban dulces sentimientos en mi interior; unos más, otros menos, pero todos me hacían sentir algo aquí… —Señaló su corazón.

—Ya veo —dijo Sasha, levantándose de la cama. Su mirada se cruzó con la de Richie y el pelirrojo vio en ella tanta tristeza que quiso levantarse tras él, pero lo contuvo con un gesto. Acababa de tener la confirmación de algo que había sospechado, pero sin atreverse a preguntar. Mientras que él no tenía reparos en acostarse con alguien sin sentimientos de por medio, Tommy sí se involucraba. Lo estaba perdiendo poco a poco. Lo perdía con cada nuevo amante, con cada nueva persona que aparecía en su vida y se llevaba un poco de ese afecto que Sasha quería sólo para él.

No lo juzgaba. Después de todo, jamás se habían prometido nada más que amistad. Pero le dolía y sabía que no había nada que pudiera aliviarle ese dolor.

Sin saber qué pensar, Tommy salió tras Sasha, tranquilizando a Richie con una dulce sonrisa. Lo encontró sentado en el sofá con su camisa a medio abrochar.

—Sasha, ¿qué sucede? —Se sentó a su lado—. ¿Qué he dicho o hecho que te molestara?

—Nada. —Fue la respuesta—. No has hecho nada.

—Oh, vamos. Te conozco. Sé que estás enfadado y es conmigo. —Se inclinó sobre él y le acarició la mejilla—. ¿Es porque no me he llevado bien con tus amigos? Algunos eran majos, si quieres puedo acompañarte alguna que otra vez a sus fiestas… ¿quieres? —preguntó con ansiedad en la mirada. Estaba dispuesto a cualquier cosa para que Sasha volviera a ser el mismo con él, para que no estuviera molesto.

—No estoy enfadado —dijo Sasha, sujetando la mano que acariciaba su mejilla. Con tanto tiempo de conocerse, aún no acababa de entender que Tommy interpretara sus sentimientos, reduciéndolos a una simple palabra que era «enojo» cuando lo que había allí era mucho más profundo y complejo—. No tienes que hacer algo si no quieres, ¿cuántas veces tengo que decírtelo? De todos modos, aprecio que hayas ido y aunque no salió como yo esperaba, no fue tu culpa.

—Pero sí quiero —replicó Tommy con vehemencia—. Yo quiero estar contigo, no me importa dónde o con quién. Además, algunos son majos, no me importaría volver a verlos… Y los otros… bueno, no discutiré con ellos y ya está, así no tendrás que irte como hoy.

—No entiendes, ¿verdad? —Sasha suspiró—. Quiero que seas tal como eres ahora, que no te limites, sin importar lo que Ran o los otros digan. Yo me fui porque quería estar contigo y con Richie, porque siento que os he dejado de lado por mucho tiempo y tampoco deseo eso. Sólo quería compartir contigo algo que me importa, porque tú también me importas. Teníamos muchas cosas en común y ahora tenemos menos y siento que te alejas de mí sin que pueda evitarlo —dijo olvidando por un momento incluir a Richie en su declaración y corriendo el riesgo de traicionar sus sentimientos delante de Tommy.

—Pero... yo jamás me alejaré de ti, jamás. —Fue la sencilla réplica—. Aunque tú quieras alejarte de mí, yo no me alejaré de ti. También me importas mucho. —Acabó callándose antes de decirle que lo quería, temiendo que se enfadara con él como siempre había hecho.

Sasha sonrió como no lo había hecho en varios días. Quizá no pudiera tener de Tommy lo que más quería, quizá se estaban alejando un poco, pero lucharía para mantener la amistad aunque no pudiera tener nada más.

—Yo tampoco quiero alejarme de ti —dijo muy bajito, atrayéndolo en un estrecho abrazo.

Tommy se dejó abrazar y correspondió al abrazo con fervor. Se arrebujó entre sus brazos y apoyó su cabeza en su pecho. Tras semanas de nervios y tensión provocados por el alejamiento de Sasha, respiró hondo. No se alejarían, se lo había dicho y le creía.

Capítulo 14
1

Las vacaciones llegaron en junio y Sasha decidió no ocuparse tanto del grupo y dedicarle más tiempo a Tommy. Sus fines de semana estaban ocupados con visitas a Richie, al pequeño Ariel, que lo adoraba, y ocasionales salidas con Randy.

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