La reina oculta (57 page)

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Authors: Jorge Molist

Sobrino del conde de Tolosa y enfrentado a él. Se negó a aliarse con éste cuando el legado Arnaldo predicaba la cruzada en el norte. Vasallo y cuñado, por parte de su esposa Agnés de Montpellier, del rey Pedro de Aragón. Loado por los trovadores de la época como modelo de noble caballero occitano. Su hijo y esposa se refugiaron en Foix durante el sitio de la ciudad. Murió en las mazmorras de su castillo, se dice que envenenado, poco después de la toma de Carcasona por los cruzados.

Raimon Roger conde de Foix (P-1223)

Luchador incansable contra los cruzados y aliado del rey Pedro II de Aragón.

Consiguió recuperar todos los territorios que la cruzada le arrebatara.

Reculaire

Juglar al servicio de Hug de Mataplana (el padre).

Reginald de Montpeyroux

Obispo de Béziers que se une a los cruzados. Al no poder convencer a los biterroise para que entregaran a los 222 herejes y se sometieran al legado papal, les abandonó a su suerte. El anterior obispo, Guillaume de Roquessels, al contrario, se opuso en 1205 al malgeniado Peyre de Castelnou y entró en conflicto con los legados papales.

Renard, Rey Ribaldo

Mencionado varias veces en la Cantar de la cruzada. Se le culpó del incendio de Béziers.

Salomón ben Abraham

Personaje no histórico que toma su nombre de un rabino de Montpellier, contemporáneo al relato, que sí existió. Salomón prohibió, bajo pena de excomunión, las obras de Maimónides. Incluso llegó a denunciar dichas enseñanzas en 1223 a la Inquisición. A raíz de ello, el Papa vetó a dicho filósofo y teólogo judío en las Universidades católicas. En medio de una gran polémica entre las comunidades judías occitanas y españolas, Salomón fue, a su vez, excomulgado por otros rabinos occitanos entre los que se encontraba el de Béziers y Narbona.

Simón de Béziers

Miembro de la comunidad judía de Béziers y representante jurídico y económico (bayle o baile) del vizconde Trencavel en la ciudad.

Sara

Personaje no histórico. Herbolaria judía de Béziers con dotes de videncia.

Simón de Montfort (1160 o 1165-1218)

Noble de origen normando con posesiones en la íle de France. También conde de Leicester, en Inglaterra, aunque desposeído de título y posesiones por el rey inglés.

Ferviente católico, hombre de gran valor y capacidad de liderazgo, fue capaz a veces de generosidad y otras de las mayores crueldades. Participó en la cruzada a Tierra Santa antes de unirse a la cruzada contra los albigenses o cátaros, de la que se convirtió en líder militar después de la toma de Carcasona, siendo proclamado vizconde. Después de nueve años de lucha y de conquistar grandes territorios en Occitania, murió en el sitio de Tolosa a causa de una piedra lanzada por unas muchachas que defendían la ciudad. Su cuarto hijo, también llamado Simón, recuperó sus posesiones en Inglaterra y fue uno de los líderes que impusieron la Carta Magna al rey inglés.

CONCEPTOS MEDIEVALES

Áureo (El número
)

También llamado número de oro, de la creación o divina proporción. Corresponde a 1,61803... (Fi) Letra griega que lo denomina y es la inicial del escultor griego Fidas, que usaba su proporción en el cuerpo humano. Numerosas formas naturales, tales como el crecimiento de las espirales de los caracoles, responden a la misma proporción. Los pitagóricos lo popularizaron en matemáticas y filosofía. La proporción divina de un rectángulo, o sala, corresponde a una base de Fi y lado de 1.

Cabala (Kabbalah)

Amplio movimiento religioso, místico y esotérico que toma cuerpo y denominación en el siglo XII en Occitania y los reinos hispanos. Es mayoritariamente judío y el nombre significa «tradición», puesto que se basa en la tradición transmitida por generaciones de forma oral, y sólo a iniciados, desde los primeros padres. También se fundamenta en las escrituras hebreas y sus textos básicos son El libro de la Creación y el Zohar (la luz, el esplendor). Parte del principio de que Dios se reveló en la Tora (la ley sagrada, contenida en los textos) y se manifestó en la creación.

Cantar de la cruzada

Cantar de la cruzada contra los albigenses. En ella se narra la acción bélica predicada por los legados papales y emprendida en 1209 sobre las poblaciones de Occitania. Era la primera vez que la Iglesia lanzaba una cruzada en territorio europeo y contra cristianos, y los resultados de ésta tuvieron consecuencias trascendentales en la historia del continente, de la cultura y de las religiones. Hoy conocemos comúnmente a los entonces llamados herejes albigenses por cátaros.

La Cantar de la cruzada consta en su primera parte de 2.772 versos alejandrinos dispuestos en 131 coplas y fue escrita por Guillermo de Tudela, clérigo navarro contemporáneo a los hechos. Aunque utilizó en sus versos la llamada lengua de oc (la hablada por los occitanos de la época), tiene mucha influencia de la lengua de oíl (la hablada por los franceses del norte de aquel entonces y precursora del francés actual).

La segunda parte fue escrita por un poeta anónimo en un occitano mucho más puro y consta de 6.810 versos más. La narración de esta novela termina aproximadamente sobre la copla número 47 de la primera parte, que temporalmente se sitúa a finales del año 1209.

Fin'amor (El amor depurado)

La Iglesia llegó a valorar esa praxis metafísica y moral como cercana a la herejía.

Consideraba ese tipo de amor relacionado con la magia y lo combatió, terminando con su práctica siempre que pudo. Sin embargo, la Fin'Amor representó una dignificación del papel de la mujer en la época, confiriéndole poder y respeto frente a unos varones que acostumbraban a mostrarse zafios y brutales. Consistía en un conjunto de teorías eróticas y principios morales, pero también en un código de comportamiento y galantería ritualizados.

En primer lugar, está un juego cortés que se basa en la urbanidad y buenas maneras aristocráticas.

En segundo, un arte de amar convencional y teórico sin relación a la pasión. Asegura a la dama la celebridad mundana (a través de los poemas en su honor cantados por los trovadores) y al amante, el beneficio de sentir el amor.

Y por último, una regulación del acto carnal, con combinación de continencia e iniciativas eróticas por parte de la dama. La Fin'Amor no estaba ligada con una religión, puesto que también hubo trovadores y practicantes judíos y cátaros. Amando a la mujer se aprendía a ser virtuoso, a amar al prójimo, a los enemigos, al Ser Supremo. Bastaba amar para abrirse a todas las virtudes, sólo debían evitarse los pecados contra el amor.

Grial (graal)

Chrétien de Troyes escribe Perceval el gales o el cuento del Graal entre 1160 y 1184.

Exalta el amor al estilo Joy y Fin'Amor. El aspecto físico de este grial era una escudilla mágica que contiene la gracia.

Otras tradiciones lo identifican con un pájaro maravilloso. Para Wolfram von Eschenbach en Parzival, año 1200, es una piedra preciosa que guarda la gracia divina.

Una leyenda catalano-occitana lo identifica con una copa de madera que esculpió el padre Adán, que fue la misma que contuvo el vino consagrado en la última cena. Por la eucaristía se relaciona con la sangre de Cristo.

Robert de Boron, en 1215, pareció adoptar esa tradición en el Lancelot-Graal, el Román de l'Estoire du Graal y el de José de Arimatea, donde éste recoge en el vaso sagrado la sangre de Cristo. La cristianización del Grial parece proceder de la adaptación de ritos paganos junto a la obsesión de la época por la búsqueda de reliquias sagradas.

Herejes

Cátaros Dualistas. Creían en el principio del bien y del mal. El mundo había sido creado por un dios malo cuyo siervo era el diablo y que encerraba a las almas en los cuerpos, que eran su cárcel terrenal. El mundo era el infierno. Al contrario, el Dios bueno, en constante oposición con el anterior, era el creador de las almas y del mundo puro espiritual. Los ángeles le servían en su lucha contra el maligno y Jesucristo era uno de ellos. Negaban, pues, la trinidad, puesto que la esencia de Cristo era distinta que la del Padre, e incluso que Jesucristo hubiera tenido un cuerpo humano. La mayoría de los cátaros creían que el bien era más poderoso y en la victoria final del Dios bueno. Las almas no tenían sexo (por lo tanto, las mujeres eran iguales que los hombres) y se reencarnaban hasta perfeccionarse y acceder finalmente al cielo, el reino del Dios bueno. Despreciaban el cuerpo y vivían con gran humildad, de su trabajo y comiendo sólo vegetales y pescado.

Arríanos

En el concilio de Nicea (325) se proclamó la cosustancialidad del Padre y del Hijo.

Los arríanos, al contrario, creían que Cristo fue creado por el Padre, que no era eterno y, por lo tanto, que su sustancia era distinta a la de éste.

Valdenses

Sus creencias no se diferenciaban en mucho de las católicas romanas, sólo que eran estrictos en la práctica de la pobreza y deseaban regresar a la tradición evangélica. Eran revolucionarios en el sentido de que no obedecían a los sacerdotes de la Iglesia romana, no aceptaban, o modificaban, los sacramentos y permitían predicar a las mujeres. Se oponían a los cátaros, pero igualmente fueron perseguidos. El pueblo les llamaba barbas.

Adopcionistas

Creían que Cristo, en su naturaleza humana, no era hijo de Dios, sino que fue adoptado por éste. El adopcionismo fue una herejía «española», ya que fue promovida por Félix, obispo de Urgell y Elipando, arzobispo de Toledo, en el siglo XI. La Iglesia romana, con el apoyo de Carlomagno, la combatió con determinación, pero no pudo evitar que se extendiera entre los mozárabes hispanos, que al vivir en territorio musulmán nada tenían que temer del emperador. Los adopcionistas estaban, pues, más cercanos al concepto de Cristo musulmán y judío, comunidades con las que convivían.

Horreum de Narbona

Construcción subterránea romana que se extiende por una amplia zona de la Narbona antigua y cuya finalidad aún no ha sido determinada de forma concluyente. La parte que se conserva en buen estado aún se puede visitar.

Joy

Se considera emanado de la mujer. Atributo de la belleza capaz de inspirar a los hombres bien nacidos el gusto por la cortesía, por la poesía y las acciones heroicas. Tiene carácter casi mágico. Según Raimon Nelly, el Joy es una virtud que emana misteriosamente de la dama y que no es otra cosa que el amor al amor. La dama es la que dispensa el Joy, es decir, la alegría, la felicidad del amor. Es también el placer de los hombres frente a damas hermosas, pues éstas tenían el deber de mantener este Joy abierto a todos para hacer su sociedad lo más agradable posible. Un caballero no debía aparecer en sociedad ni huraño ni preocupado. La dama debía mantenerse riente y el hombre, sonriente.

Lenguas de oc y de oíl

La lengua de oc se hablaba en el sur de lo que hoy es Francia y el oíl, en el norte, siendo la primera, antecesora del occitano actual y la segunda, del francés. Ambas estaban compuestas de múltiples variantes y dialectos. Su mayor diferenciación se basaba en la forma de decir «sí». «Sí» se decía «oc» en el sur, y «oíl» en el norte. El «oui» del actual francés deriva del antiguo oíl. Las tierras del sur se denominan hoy en día Occitania y Languedoc, «lengua de oc».

Paratje

Categoría social basada en el honor.

Templarios

Los templarios, aunque dada su vinculación con la Orden del Císter eran favorables a la cruzada, no intervinieron en ella en su inicio. Sólo años después, cuando el rey de Francia lideró una expedición para conquistar la ciudad de Tolosa, los templarios del norte, junto con su gran maestre, acudieron en ayuda del rey.

Trovadores y juglares

Trovador era el poeta que componía y versificaba las canciones. Era culto y generalmente noble o alto burgués. El juglar era un cantante y músico itinerante que se dedicaba a popularizar las canciones del trovador al que servía, para fama de éste y de su dama. Los trovadores también cantaban haciendo el papel de juglares y a su vez, alguno de éstos componía.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

Libros y artículos

Ares, María, «Dentro del Laberinto», Cito, 40, febrero, 2005.

Albira, Martín, «Cátaros: ¿herejes o buenos hombres?», Clío, 40, febrero, 2005.

Anónimo, Poema de Mío Cid, Cátedra, Madrid, 1989.

Baigent, Michael, Richard Leigh, y Henry Lincoln, El enigma sagrado, Martínez Roca, Madrid, 2004.

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Caille, J., Histoire de Narbonne, Laboratoire d'histoire de Montpellier.

Histoire de Beziers, «La masacre de 1209», Laboratoire d'histoire de Montpellier.

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Bibliografía

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