Authors: Lothar-Günther Buchheim
¡Y entonces lo veo, en el vaho! ¡El viejo! Bañado en sangre, el pullóver y la camisa hechos trizas. Sus ojos, siempre entrecerrados, están ahora muy abiertos. Casi al mismo tiempo caemos ambos sobre las rodillas, y luego sentados sobre las piedras rotas del pavimento, los brazos de uno abiertos hacia el otro, cual dos luchadores. El viejo abre la boca, como si quisiera lanzar un grito. Pero es sangre lo que se escapa de sus labios.