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Authors: Michael Foucault

Vigilar y Castigar (50 page)

LÁMINA 28. Conferencia sobre los perjuicios del alcoholismo en el auditorio de la prisión de Fresnes.

LÁMINA 29. Máquina de vapor para la corrección celerífera de las niñas y de los niños. "Se avisa a los Padres y Madres, Tíos, Tías, Tutores, Tutoras, Maestros y Maestras de Internados y a todas las personas en general que tengan Niños perezosos, golosos, rebeldes, revoltosos, insolentes, pendencieros, acusones, charlatanes, irreligiosos, o con cualquier otro defecto, que el señor Croquemitaine [Todos éstos son personajes de la mitología infantil truculenta francesa. T.] y la señora Briquabrac acaban de instalar en cada cabeza de distrito de la ciudad de París una máquina semejante a la representada en este grabado, y que reciben todos los días en sus establecimientos, desde las doce de la mañana hasta las dos de la tarde, a todos los Niños malos que necesitan ser castigados. Los señores Loupgarrou, el carbonero Rotomago y Mange sans faim, y las señoras Penthere furieuse, Ganache sans pitié y Bois sans soif, amigos y parientes del señor Croquemitaine y de la señora Briquabrac, instalarán en breve Máquinas semejantes para enviarlas a las ciudades de provincia, a las cuales se trasladarán cuanto antes ellos mismos para dirigir su funcionamiento. Lo barato del castigo aplicado por la Máquina de vapor y los efectos sorprendentes que produce animarán a los padres a servirse de ella siempre que la mala conducta de sus hijos así lo exija. También tenemos internado para los niños incorregibles, a quienes alimentamos con Pan y Agua." Grabado de fines del siglo XVIII. (Colecciones históricas del I.N.R.D.P.)

LÁMINA 30. N. Andry. La ortopedia o el arte de prevenir y de corregir en los niños las deformidades corporales, 1749.

NOTAS

1
Parricidio,por ser contra el rey, a quien se equipara al padre.[T.]

2
Pièces originales ft procédures du procès fait à Robert-François Damiens,
1757, t. MI, pp. 372-374.

3
Gazette d'Amsterdam,
1 de abril de 1757.

4
Exento:
oficial de ciertos cuerpos, inferior al alférez y superior al brigadier. [T.]

5
Escudo de seis libras:
cierta moneda de la época. [T.]

6
Citado en A. L. Zevaes,
Damiens le régicide,
1937, pp. 201-214.

7
L. Faucher,
De la reforme des prisons,
1838, pp. 274-282.

8
Robert Vaux,
Notices,
p. 45, citado en N. K. Teeters,
They were in prison,
1937, p. 24.

9
Archives parlementaires.
2» serie, t. LXXII, I de dic. de 1831.

10
C. de Beccaria,
Traite des délits et des peines,
1764, p. 101 de la edición de F. Hélie, 1856, que será la que citemos aquí.

11
B. Rush, ante la Society for promoting political enquiries, en N. K.Teeers, The eradle of penitentiary, 1935, p. 30.

12
Cf.
Annales, de la Charité, II,
1847, pp. 529-530.

13
Texto anónimo publicado en 1701.

14
Suplicio de los traidores descrito por W. Blackstone,
Commentaire sur le Code criminal anglais,
trad. de 1776, I, p. 105. Por estar la traducción destinada a poner de relieve el humanitarismo de la legislación inglesa en oposición a la vieja Ordenanza de 1760, el comentarista agrega: "En este suplicio espantoso en cuanto al espectáculo, el culpable no sufre ni mucho ni largo tiempo."

15
Cf. Ch. Hibbert,
The roots of evil, e
d. de 1966, pp. 85-86.

16
Peletier de Saint-Fargeau,
Archives parlementaires,
t. XXVI, 3 de junio de 1791, p. 720.

17
A. Louis, "Rapport sur la guillotine", citado por Saint-Edme,
Dictionnaire de pénalité,
1825, t. IV, p. 161.

18
Tema frecuente en la época: un criminal, en la medida misma de su monstruosidad, debe ser privado de la luz: no ver, no ser visto. En cuanto al parricida, sería preciso "fabricar una jaula de hierro o cavar una mazmorra impenetrable que le sirviera de eterna clausura". De Molène,
De l'humanité des lois criminelles,
1830, pp. 275-277.

19
Gazette des tribunaux,
30 de agosto de 1832.

20
G. de Mably,
De la législation, Oeuvres completes,
1789, t. IX, p. 326.

21
E. Durkheim, "Deux lois de l'évolution pénale", Année sociologiquef iv, 1899-1900.

22
De todos modos, no podría ponderar por referencias o citas lo que este libro debe a G. Deleuze y al trabajo hecho por éste con F. Guattarí. Igualmente hubiese debido citar en no pocas páginas al Psychanalysme de R. Castel y decir cuan grande es mi deuda con P. Nora.

23
G. Rusche y O. Kirchheimer, Punishment and social structures, 1939.

24
Cf. E. Le Roy-Ladurie, "L'histoire immobile".
Annales,
mayo-junio de 1974.

25
E. Kantorowitz,
The king's two bodies,
1959.

26
Estudiaré el nacimiento de la prisión únicamente en el sistema penal francés. Las diferencias en los desarrollos históricos y las instituciones harían demasiado laboriosa la tarea de entrar en el detalle y demasiado esquemática la empresa de restituir el fenómeno de conjunto.

27
J. A. Soulatges,
Traité des crimes,
1762, I, pp. 169-171.

28
Châtelet:
Tribunal civil de París. [T.]

29
Cf. el artículo de P. Petrovitch, in Crime et criminalité en France XVIIe-XVllle siècles, 1971, pp. 226 ss.

30
P. Dautricourt, La criminalité et la répression au Parlement de Flandre, 1721-1790 (1912).

31
Es lo que indicaba Choiseul a propósito de la declaración del 3 de agosto de 1764 sobre los vagabundos
(Mémoire expositif.
B. N.
tas.
8129 fol. 128-129).

32
Encyclopédie,
artículo "Supplice".

33
La expresión es de Olyffe,
An essay to prevent capital crimes,
1731.

34
Hasta el siglo XVIII, hubo largas discusiones en cuanto a saber si, en el curso de los interrogatorios capciosos, le era lícito al juez usar de falsas promesas, de embustes o de palabras de doble significado. Toda una casuística de la mala fe procesal.

35
P. Ayrault,
L'Ordre, formalité et instruction judiciaire,
1576, 1. m, cap. LXXII y cap. LXXIX.

36
D. Jousse, Traité de la justice criminelle, 1771, I, p. 660.

37
Adminiculo:
en jurisprudencia, lo que ayuda a la prueba. [T.]

38
P. F. Muyart de Vouglans,
Institutes au droit criminel.
1757, pp. 345-347.

39
Poullain du Parc, Principes du droit français selon les coutumes de Bretagne, 1767-1771, t. XI, pp. 112-113. Cf. A. Esmein, Histoire de la procédure criminelle en France, 1882, pp. 260-283; K. J. Mittermaier, Traité de la preuve, trad. de 1848, pp. 15-19.

40
G. Seigneux de Correvon, Essai sur l'usage, l'abus et les inconvénients de la torture, 1768, p. 63.

41
P. Ayrault,
L'Ordre, formalité et instruction judiciaire, 1. I
, cap. 14.

42
En los catálogos de pruebas judiciales la confesión aparece hacia los siglos XIII y XIV. No se la encuentra en Bernardo de Pavía, pero sí en Hostie-mis. La fórmula de Cráter es, por lo demás, característica:
"aut legitime con-victus aut sponte confessus".
En el derecho medieval la confesión no era válida de no haber sido hecha por un mayor de edad y ante el adversario. Cf. J. Ph. Lévy,
La Hiérarchie des preuves dans le droit savant du Moyen Age,
1939.

43
La más famosa de estas críticas es la de Nicolás: Si
la torture est un moyen à vérifier les crimes,
1682.

44
Cl. Ferrière,
Dictionnaire de pratique,
1740, t. H, p. 612.

45
En 1729, Aguesseau mandó hacer una encuesta sobre los medios y las reglas de tortura aplicados en Francia. Se halla resumida por Joly de Fleury (B. N. Fonds Joly de Fleury, 258, vols. 322-328).

46
El primer grado del suplicio era la exhibición de los instrumentos de tortura. No se pasaba de esta etapa cuando se trataba de niños y de ancianos de más de setenta años.

47
G. du Rousseaud de la Combe,
Traité des matières criminelles,
1741, p. 503.

48
S.P. Hardy,
Mes loisirs,
B. N., ms. 6680-87, t. iv, p. 80, 1778.

49
S. P. Hardy.
Mes loisirs,
t. I, p. 327 (únicamente está impreso el tomo I).

50
*
Presidial:
antiguo tribunal civil y criminal de primera instancia. [T.]

51
Archivos municipales de Nantes, F. F. 124. Cf. P. Parfouru,
Mémoires de la société archéologique d'Ille-et-Vilaine,
1896, t. xxv.

52
Citado en P. Dautricourt,
op. cit.,
pp. 269-270.

53
S. P. Hardy,
Mes loisirs,
t. I, p. 13; t. IV, p. 42; t. v. p. 184.

54
P. Risi, Observations sur les matières de jurisprudence criminelle, 1768, p. 9, con referencia a Cocceius, Dissertationes ad Grotium, XII, § 545.

55
P. F. Muyart de Vouglans,
Les Lois criminelles de France,
1780, p. xxxiv.

56
D. Jousse,
Traité de la justice criminelle,
1777, p. vii.

57
P. F. Muyart de Vouglans,
ibid.

58
Ibid.

59
Citado en A. Corre,
Documents pour servir à l'histoire de la torture judiciaire en Bretagne,
1896, p. 7.

60
A. Bruncau, Observations et maximes sur les matières criminelles, 1715, p. 259.

61
J. de Damhoudère, Pratique judiciaire ès causes civiles, 1572, p. 219.

62
I.a Gazette des tribunaux,
6 de julio de 1837, refiere, según el
Journal de Gloucester,
la conducta "atroz y repugnante" de un verdugo que tras de haber ahorcado a un condenado "tomó el cadáver por los hombros, le hizo dar una vuelta sobre sí mismo con violencia y lo golpeó repetidamente, diciendo: 'Viejo bribón, ¿estas ya bastante muerto?' Después, volviéndose a la multitud, soltó en tono chocarrero las expresiones más indecentes".

63
Escena referida por T. S. Gueulette, de la ejecución del exento Mon-tigny en 1737. Cf. R. Anchel,
Crimes et châtiments au XVIIIe siècle,
1933, pp. 62-69.

64
Cf. L. Duhamel, Les exécutions capitales à Avignon, 1890, p. 25.

65
En Borgoña, por ejemplo, cf. Chassanée,
Consuetudo Burgundi,
fol. 55.

66
F. Serpillon,
Code criminel,
1767, t. III, p. 1100. Blackstone: "Es cosa clara que si un criminal condenado a ser ahorcado hasta que sobrevenga la muerte se libra de ella por la torpeza del verdugo y escapa a otras manos, el
sheriff
está obligado a repetir la ejecución, porque la sentencia no ha sido cumplida; y porque si nos dejáramos ganar por esta falsa compasión, se abriría la puerta a infinidad de colusiones"
(Commentaire sur le Code criminel d'Angleterre,
trad, francesa, 1776, p. 201).

67
Ch. Loyseau,
Cinq livres du droit des offices, e
d. de 1613, pp. 80-81.

68
Cf. S. P. Hardy, 30 de enero de 1769, p. 125 del vol. impreso; 14 de diciembre de 1779, iv, p. 229; R. Anchel,
Crimes et châtiments au XVIIIe siècle,
pp. 162-163, refiere la historia de Antoine Boulleteix que está ya al pie del cadalso cuando llega un jinete con el famoso pergamino. Gritan todos "viva el Rey", se lleva a Boulleteix a la taberna, y mientras tanto el escribano pasa el sombrero haciendo una colecta.

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