Bardo thodol: El libro tibetano de los muertos (4 page)

»No te complazcas en la luz azulada y tenue de los seres humanos. Ése es el camino de luz tentador de las tendencias inconscientes, acumulado por tu intenso orgullo. Si eres atraído hacia él caerás en el estado humano y experimentarás nacimiento, vejez, muerte y sufrimiento y nunca escaparás de la fangosa ciénaga del samsara. Es un obstáculo que bloquea el camino de la liberación; no lo mires. Abandona el orgullo, abandona tus tendencias inconscientes. No te dejes atraer por ellas, no las desees. Anhela tan sólo la luz amarilla brillante y luminosa, y repite con intensa concentración esta invocación al bienaventurado Ratnasambhava:

»Ahora que por mi profundo orgullo vago errante en el samsara,

que el bienaventurado Ratnasambhava me guíe

por el sendero luminoso de la sabiduría de la igualdad,

que su sublime consorte Mamaki me dé su apoyo.

Ayudadme a cruzar el peligroso camino del bardo

y llevadme al estado perfecto del Buddha.

»Diciendo esta invocación con devoción profunda, te disolverás en la luz irisada que surge del corazón del bienaventurado Ratnasambhava y su consorte, y te convertirás en un buddha samboghakaya en el Reino del sur, el Glorioso.»

Día cuarto

Instruyéndole de este modo, la liberación es segura, por débiles que puedan ser las capacidades del difunto. Pero hay algunos que, a pesar de haber sido instruidos de esta forma varias veces, han dejado escapar su oportunidad, ya sea por sus malas acciones o porque rompieron sus votos iniciáticos. Perturbados por el deseo y los velos que obnubilan su inteligencia, tendrán miedo de los sonidos y las luces y saldrán huyendo. Entonces, el cuarto día las legiones celestiales del bienaventurado Amitabha saldrán a recibirles, junto con el camino de luz de los fantasmas hambrientos construido por el deseo y la mezquindad. En consecuencia, a fin de proporcionarle la instrucción necesaria, se debe invocar a la persona muerta por su nombre y decir estas palabras:

«Oh hijo de noble familia, escucha sin distracción. En el cuarto día, una luz roja, el elemento purificado del fuego, brillará y al mismo tiempo el bienaventurado Amitabha aparecerá delante de ti desde el Reino rojo de occidente, llamado el Bendito. Su cuerpo es de color rojo, sostiene un loto en la mano y se sienta en un trono de pavo real, abrazando a su consorte Pandaravasini. Está acompañado por dos boddhisattvas masculinos, Avalokitesvara y Mañjusri, y dos boddhisattvas femeninas, Gita y Aloka; así aparecerán ante ti estas seis formas del Buddha que surgen del espacio de la luz del arco iris.

»La luz roja de la sabiduría en su pureza básica, la sabiduría de la discriminación, rojo brillante, adornada con discos de luz, luminosa y clara, penetrante y brillante, vendrá hacia ti desde el corazón de Amitabha y su consorte y atravesará tu corazón de tal modo que tus ojos apenas podrán soportarlo. No tengas miedo de ella. Al mismo tiempo, junto con la luz de la sabiduría, también brillará la luz amarilla y tenue de los fantasmas hambrientos. No te complazcas en ella; abandona deseo y anhelo.

»Al mismo tiempo, bajo la influencia del deseo intenso, te sentirás aterrorizado y escaparás de la luz roja, penetrante y brillante; por el contrario, te sentirás agradablemente atraído por la luz amarilla y tenue de los fantasmas hambrientos. En ese momento no deberás estremecerte ni sentirte confundido por la luz roja, penetrante y brillante, luminosa y clara, sino que deberás reconocerla como sabiduría. Deja que tu mente descanse en ella, relajada en estado de no acción. Acércate a ella con fe y anhelo. Si la reconoces como tu irradiación natural, incluso aunque no sientas devoción y no digas la invocación, todas las formas y luces y rayos se fundirán inseparablemente contigo, y alcanzarás la iluminación. Si no puedes reconocerla como la irradiación natural de tu propia mente, suplícale con devoción manteniendo en tu mente este pensamiento: "Es el rayo de luz de la compasión del bienaventurado Amitabha. Tomo refugio en él". Es el gancho del rayo de luz de la compasión del bienaventurado Amitabha. Siente devoción y no huyas. Incluso si escapas, estará inseparablemente contigo.

»No tengas miedo. No te complazcas en la luz amarilla y tenue de los fantasmas hambrientos. Éste es el camino de luz tentador de las tendencias inconscientes acumuladas por tu intenso deseo. Si eres atraído hacia él, caerás en el dominio de los fantasmas hambrientos y experimentarás una insoportable angustia de hambre y sed. Es un obstáculo que bloquea el camino de la liberación, así que no te dejes atraer por él; abandona tus tendencias inconscientes. No las desees. Anhela tan sólo la luz roja, brillante y luminosa, y repite con intensa concentración esta invocación al bienaventurado buddha Amitabha y su consorte.

»Ahora que por mi intenso deseo vago errante en el samsara,

que el bienaventurado Amitabha me guíe

por el sendero luminoso de la sabiduría del discernimiento,

que su sublime consorte Pandaravasini me dé su apoyo.

Ayudadme a cruzar el peligroso camino del bardo

y llevadme al estado perfecto del Buddha.

»Diciendo esta invocación con devoción profunda, te disolverás en la luz irisada que surge del corazón del bienaventurado Amitabha, Luz Infinita, y su consorte, y te convertirás en un buddha samboghakaya en el Reino occidental, el Bendito.

Día quinto

De este modo la liberación es segura, pero, incluso después de haber sido instruidos de esta forma, hay quienes no pueden abandonar sus tendencias inconscientes a causa de un prolongado hábito, y bajo la influencia de la envidia y el mal karma sienten miedo ante los sonidos y las luces; no son cogidos por el gancho del rayo de luz de compasión, sino que vagan errantes hacia abajo hasta el quinto día del estado de bardo. Entonces, las legiones celestiales del bienaventurado Amoghasiddhi, con sus rayos de luz de compasión, saldrán a recibirles, y el camino de luz de los dioses celosos, construido por la envidia, también les tentará. En consecuencia, a fin de proporcionarle la instrucción necesaria, se debe invocar a la persona muerta por su nombre y decir estas palabras:

«Oh hijo de noble familia, escucha sin distracción. En el quinto día, una luz verde, el elemento purificado del aire, brillará y, al mismo tiempo, el bienaventurado Amoghasiddhi, Señor del Círculo, aparecerá delante de ti desde el Reino verde del norte, llamado el de las Acciones Acumuladas. Su cuerpo es de color verde, sostiene un doble
vajra
en la mano y se sienta en un trono de águila elevándose en el cielo, abrazando a su consorte Samaya-Tara. Está acompañado por dos boddhisattvas masculinos, Vajrapani y Sarvanivaranaviskambhin, y dos boddhisattvas femeninas, Gandha y Naivedya; así aparecerán ante ti estas seis formas del Buddha que surgen del espacio de la luz del arco iris.

»La luz verde de la sabiduría en su pureza básica, la sabiduría que realiza la acción, verde brillante, adornada con discos de luz, luminosa y clara, penetrante y brillante, vendrá hacia ti desde el corazón de Amoghasiddhi y su consorte y atravesará tu corazón de tal modo que tus ojos apenas podrán soportarlo. No tengas miedo de ella. En el juego espontáneo de tu mente, descansa en el estado supremo, libre de actividad y preocupación, allí donde no hay cerca ni lejos, amor ni odio. Al mismo tiempo, junto con la luz de la sabiduría, la luz roja y tenue de los dioses celosos, causada por la envidia, también brillará. Medita sobre la ecuanimidad, sin apego ni aversión. Pero si tu inteligencia es débil, entonces, simplemente, no te complazcas en ello.

»Al mismo tiempo, bajo la influencia de la envidia intensa, serás aterrorizado y escaparás de la luz verde, penetrante y brillante; por el contrario, te sentirás agradablemente atraído por la luz roja y tenue de los dioses celosos. En ese momento no deberás estremecerte ni sentirte confundido por la luz verde, penetrante y brillante, luminosa y clara, sino que deberás reconocerla como sabiduría. Deja que tu mente descanse en ella, relajada en un estado de no acción y suplícale con devoción manteniendo en tu mente este pensamiento: "Es el rayo de luz de la compasión del bienaventurado Amoghasiddhi. Tomo refugio en él". Es el gancho del rayo de luz de la compasión del bienaventurado Amoghasiddhi, llamado la sabiduría que realiza la acción. Deséalo y no huyas. Incluso si escapas, estará inseparablemente contigo.

»No tengas miedo. No te complazcas en la luz roja y tenue de los dioses celosos. Éste es el camino de luz tentador del karma acumulado por tu intensa envidia. Si eres atraído hacia él caerás en el dominio de los dioses celosos, y experimentarás una insoportable angustia de lucha y disputa. Es un obstáculo que bloquea el camino de la liberación, así que no te dejes atraer por él; abandona tus tendencias inconscientes. No las desees. Anhela tan solo la luz verde, brillante y luminosa, y repite con intensa concentración esta invocación al bienaventurado buddha Amoghasiddhi y su consorte.

»Ahora que por mi intensa envidia vago errante en el samsara,

que el bienaventurado Amoghasiddhi me guíe

en el sendero luminoso de la sabiduría que realiza la acción,

que su sublime consorte Samaya-Tara me dé su apoyo.

Ayudadme a cruzar el peligroso camino del bardo

y llevadme al estado perfecto del Buddha.

»Diciendo esta invocación con devoción profunda, te disolverás en la luz irisada que surge del corazón del bienaventurado Amoghasiddhi y su consorte, y te convertirás en un buddha samboghakaya en el Reino del norte, el de las Acciones Perfectas.»

Sexto día

Por débil que sea su buen karma, al ser instruido así en las diversas fases, si no reconoce una de esas luces, reconocerá otra, de modo que es imposible no ser liberado.

Pero incluso después de haber sido instruidos de esta forma muchas veces, hay quienes no pueden abandonar sus tendencias inconscientes a causa de un prolongado hábito y no llegan nunca a familiarizarse con las visiones puras de las cinco sabidurías; ésos son empujados hacia atrás por sus malas tendencias, aunque estén instruidos, y no son cogidos por el gancho del rayo de luz de compasión, sino que, confundidos y aterrorizados por luces y rayos, vagan errantes hacia abajo. Entonces, en el sexto día, los buddhas de las cinco familias, con sus consortes y sus legiones celestes, aparecerán simultáneamente junto con las luces de los seis reinos que también brillarán simultáneamente. En consecuencia, a fin de proporcionarle la instrucción necesaria, se debe invocar a la persona muerta por su nombre y decir estas palabras:

«Oh hijo de noble familia, escucha sin distracción. A pesar de que, hasta ayer, has sido instruido sobre la luz de cada una de las cinco familias, bajo la influencia de las malas tendencias te has dejado confundir por ellas y has permanecido aquí hasta ahora. Si has reconocido la irradiación natural de la sabiduría de las cinco familias como tu propia proyección, deberías haberte disuelto en la luz irisada en el cuerpo de una de las cinco familias convirtiéndote en un buddha
sambhogakaya,
pero como no la reconociste has seguido vagando errante hasta este momento. Así que ahora escucha sin distracción.

»Ahora las cinco familias aparecerán todas juntas, y lo que se llama las cuatro sabidurías vendrán hasta ti; reconócelas. Oh hijo de noble familia, las cuatro luces coloreadas de los cuatro elementos purificados brillarán; al mismo tiempo, el buddha Vairocana y su consorte aparecerán desde el Reino central, el Círculo que todo lo penetra; el buddha Vajrasattva con su consorte y sus legiones celestiales aparecerá desde el Reino oriental, el de la Alegría Perfecta; el buddha Ratnasambhava con su consorte y sus legiones celestiales aparecerá desde el Reino del sur, el Glorioso; el buddha Amitabha con su consorte y sus legiones celestiales aparecerá desde el bienaventurado Reino de los Lotos; y el buddha Amoghasiddhi con su consorte y sus legiones celestiales aparecerá desde el reino del norte, el de las Acciones Perfectas, surgiendo del espacio de la luz del arco iris.

»Oh hijo de noble familia, alrededor de los buddhas de las cinco familias, aparecerán igualmente los guardianes coléricos de las puertas: Vijaya, el Victorioso; Yamantaka, el Destructor de la Muerte; Hayagriva, el de Cuello de Caballo; Amrtakundali, Torbellino de Néctar; y con ellos, los guardianes femeninos de las puertas: Ankusa, el Gancho; Pasa, el Lazo; Srnkhala, la Cadena; y Ghanta, la Campana. Los seis sabios, los bienaventurados, aparecerán igualmente: Indra, el de los Cien Sacrificios, sabio de los dioses; Vemacitra, Túnica Espléndida, sabio de los dioses celosos; Sakyasimha, el León de los Sakyas, sabio de los seres humanos; Dhruvasimha, León Firme, sabio de los animales; Jvalamukha, Boca Llameante, sabio de los fantasmas hambrientos; y Dharmaraja, el Rey de la Ley, sabio de los seres del infierno. Samantabhadra y Samantabhadri, los Integramente Buenos, Padre y Madre de todos los buddhas, también aparecerán. Estas cuarenta y dos divinidades del
sambhogakaya
emergerán desde el interior de tu propio corazón y aparecerán ante ti; son la forma pura de tus proyecciones; así pues, reconócelas como tales.

»Oh hijo de noble familia, los reinos celestiales no existen en ninguna parte, si no es en las cuatro direcciones y en el centro de tu corazón, del que ahora salen para aparecer ante ti. Los cuerpos de las divinidades no proceden tampoco de ninguna otra parte, sino que son el juego espontáneo y primordial de tu mente, y como tales deberás reconocerlos.

»Oh hijo de noble familia, esas imágenes de las divinidades no son grandes ni pequeñas, sino perfectamente proporcionadas. Ellas tienen cada una sus propios ornamentos, su disfraz, su color, su postura, su trono y su símbolo. Están agrupadas en cinco parejas, cada una de las cuales está rodeada por un halo de luz de distinto color. Todo el mándala, las divinidades masculinas y femeninas de las cinco familias reunidas, aparecerán todas juntas ante ti. Reconócelas, pues son tus
yidams.

»Oh hijo de noble familia, desde los corazones de esos buddhas de las cinco familias y sus consortes brillan los rayos de luz de las cuatro sabidurías proyectándose sobre tu corazón, como si fueran rayos de sol, de gran finura y claridad.

»Primero, la sabiduría del dharmadhatu, un vestido de rayos luminosos de luz blanca, brillantes y aterradores, brillará sobre tu corazón desde el corazón de Vairocana. En este vestido de rayos de luz aparecerá un disco blanco centelleante, muy claro y brillante, como un espejo mirando hacia abajo, adornado con otros cinco discos iguales, adornados a su vez con otros discos más y así sucesivamente, sin centro ni periferia.

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