y todo, César, lo fuiste,
240
pues fuiste César y nada».
TEODORO
Pues tomo, Tristán, la empresa,
y haga después la Fortuna
lo que quisiere.
(Salen MARCELA y DOROTEA.)
DOROTEA
Si a alguna
de tus desdichas le pesa
245
de todas las que servimos
a la Condesa, soy yo.
MARCELA
En la prisión que me dio
tan justa amistad hicimos,
y yo me siento obligada
250
de suerte, mi Dorotea,
que no habrá amiga que sea
más de Marcela estimada.
Anarda piensa
[9]
que yo
no sé cómo quiere a Fabio.
255
Pues della nació mi agravio,
que a la Condesa contó
los amores de Teodoro.
DOROTEA
Teodoro está aquí.
MARCELA
¡Mi bien!
TEODORO
Marcela, el paso detén.
260
MARCELA
¿Cómo, mi bien, si te adoro,
cuando a mis ojos te ofreces?
TEODORO
Mira lo que haces y dices,
que en palacio los tapices
han hablado algunas veces.
265
¿De qué piensas que nació
hacer figuras en ellos?
De avisar que detrás dellos
siempre algún vivo escuchó.
Si un mudo, viendo matar
270
a un rey, su padre, dio voces,
figuras que no conoces
pintadas sabrán hablar.
MARCELA
¿Has leído mi papel?
TEODORO
Sin leerle le he rasgado,
275
que estoy tan escarmentado
que rasgué mi amor con él.
MARCELA
¿Son los pedazos aquestos?
TEODORO
Sí, Marcela.
MARCELA
¿Y ya mi amor
has rasgado?
TEODORO
¿No es mejor
280
que vernos por puntos puestos
en peligros tan estraños?
Si tú de mi intento estás,
no tratemos desto más
para escusar tantos daños.
285
MARCELA
¿Qué dices?
TEODORO
Que estoy dispuesto
a no darle más enojos
a la Condesa.
MARCELA
En los ojos
tuve muchas veces puesto
el temor desta verdad.
290
TEODORO
Marcela, queda con Dios;
aquí acaba de los dos
el amor, no el amistad.
DOROTEA
¿Tú dices eso, Teodoro,
a Marcela?
TEODORO
Yo lo digo,
295
que soy de quietud amigo
y de guardar el decoro
a la casa que me ha dado
el ser que tengo.
MARCELA
Oye, advierte.
TEODORO
Déjame.
MARCELA
¿De aquesta suerte
300
me tratas?
TEODORO
¡Qué necio enfado!
(Váyase.)
MARCELA
¡Ah Tristán, Tristán!
TRISTÁN
¿Qué quieres?
MARCELA
¿Qué es esto?
TRISTÁN
Una mudancita,
que a las mujeres imita
Teodoro.
TRISTÁN
¿Cuáles mujeres?
305
TRISTÁN
Unas de azúcar y miel.
MARCELA
Dile...
TRISTÁN
No me digas nada,
que soy vaina de esta espada,
nema de aqueste papel,
caja de aqueste sombrero,
310
fieltro deste caminante,
mudanza deste danzante,
día deste vario hebrero,
sombra deste cuerpo vano,
posta de aquesta estafeta,
315
rastro de aquesta cometa,
tempestad deste verano,
y finalmente yo soy
la uña de aqueste dedo,
que en cortándome no puedo
320
decir que con él estoy.
(Váyase.)
MARCELA
¿Qué sientes desto?
DOROTEA
No sé,
que a hablar no me atrevo.
MARCELA
¿No?
Pues yo hablaré.
DOROTEA
Pues yo no.
MARCELA
Pues yo sí.
DOROTEA
Mira que fue
325
bueno el aviso, Marcela,
de los tapices que miras.
MARCELA
Amor en celosas iras
ningún peligro recela.
A no saber cuán altiva
330
es la Condesa, dijera
que Teodoro en algo espera,
porque no sin causa priva
tanto estos días Teodoro.
DOROTEA
Calla, que estás enojada.
335
MARCELA
Mas yo me veré vengada,
ni soy tan necia que ignoro
las tretas de hacer pesar.
(Sale FABIO.)
FABIO
¿Está el secretario aquí?
MARCELA
¿Es por burlarte de mí?
340
FABIO
Por Dios, que le ando a buscar,
que le llama mi señora.
MARCELA
Fabio, que sea o no sea,
pregúntale a Dorotea
cuál puse a Teodoro agora.
345
¡No es majadero cansado
este secretario nuestro!
FABIO
¡Qué engaño tan necio el vuestro!
¿Querréis que esté deslumbrado
de los que los dos tratáis?
350
¿Es concierto de los dos?
MARCELA
¿Concierto? ¡Bueno!
FABIO
Por Dios,
que pienso que me engañáis.
MARCELA
Confieso, Fabio, que oí
las locuras de Teodoro,
355
mas yo sé que a un hombre adoro
harto parecido a ti.
FABIO
¿A mí?
MARCELA
Pues ¿no te pareces
a ti?
FABIO
Pues ¿a mí, Marcela?
MARCELA
Si te hablo con cautela,
360
Fabio, si no me enloqueces,
si tu talle no me agrada,
si no soy tuya, mi Fabio,
máteme el mayor agravio,
que es el querer despreciada.
365
FABIO
Es engaño conocido
o tú te quieres morir,
pues quieres restitüir
el alma que me has debido.
Si es burla o es invención,
370
¿a qué camina tu intento?
DOROTEA
Fabio, ten atrevimiento
y aprovecha la ocasión,
que hoy te ha de querer Marcela
por fuerza.
FABIO
Por voluntad
375
fuera amor, fuera verdad.
DOROTEA
Teodoro más alto vuela.
De Marcela se descarta.
FABIO
Marcela, a buscarle voy.
Bueno en sus desdenes soy;
380
si amor te convierte en carta,
el sobrescrito a Teodoro,
y, en su ausencia, denla a Fabio;
mas yo perdono el agravio
aunque ofenda mi decoro,
385
y de espacio te hablaré
siempre tuyo en bien o en mal.
(Váyase.)
DOROTEA
¿Qué has hecho?
MARCELA
No sé; estoy tal
que de mí misma no sé.
¿Anarda no quiere a Fabio?
390
DOROTEA
Sí quiere.
MARCELA
Pues de los dos
me vengo, que amor es Dios
de la envidia y del agravio.
(Salen la CONDESA y ANARDA.)
DIANA
Esta ha sido la ocasión.
No me reprehendas más.
395
ANARDA
La disculpa que me das
me ha puesto en más confusión.
Marcela está aquí, señora,
hablando con Dorotea.
DIANA
Pues no hay disgusto que sea
400
para mí mayor agora.
Salte allá fuera, Marcela.
MARCELA
Vamos, Dorotea
[10]
, de aquí.
Bien digo yo que de mí
o se enfada o se recela.
405
(Váyanse MARCELA y DOROTEA.)
ANARDA
¿Puédote hablar?
DIANA
Ya bien puedes.
ANARDA
Los dos que de aquí se van
ciegos de tu amor están;
tú en desdeñarlos excedes
la condición de Anajarte,
410
la castidad de Lucrecia,
y quien a tantos desprecia...
DIANA
Ya me canso de escucharte.
ANARDA
¿Con quién se piensa casar?
¿No puede el marqués Ricardo,
415
por generoso y gallardo,
si no exceder, igualar
al más poderoso y rico?
¿Y la más noble mujer
también no lo puede ser
420
de tu primo Federico?
¿Por qué los has despedido
con tan estraño desprecio?
DIANA
Porque uno es loco, otro necio,
y tú, en no haberme entendido,
425
más, Anarda, que los dos.
No los quiero porque quiero,
y quiero porque no espero
remedio.
ANARDA
¡Válame Dios!
¿Tú quieres?
DIANA
¿No soy mujer?
430
ANARDA
Sí, pero imagen de yelo
donde el mismo sol del cielo
podrá tocar y no arder.
DIANA
Pues esos yelos, Anarda,
dieron todos a los pies
435
de un hombre humilde.
ANARDA
¿Quién es?
DIANA
La vergüenza me acobarda
que de mi propio valor
tengo; no diré su nombre.
Basta que sepas que es hombre
440
que puede infamar mi honor.
ANARDA
Si Pasife quiso un toro,
Semíramis un caballo
y otras los monstros que callo
por no infamar su decoro,
445
¿qué ofensa te puede hacer
querer hombre, sea quien fuere?
DIANA
Quien quiere puede, si quiere,
como quiso, aborrecer.
Esto es lo mejor: yo quiero
450
no querer.
ANARDA
¿Podrás?
DIANA
Podré,
que si cuando quise amé,
no amar en queriendo espero.
(Toquen dentro.)
¿Quién canta?
ANARDA
Fabio con Clara.
DIANA
Ojalá que me diviertan.
455
ANARDA
Música y amor conciertan.
Bien en la canción repara.
[VOCES]
(Canten dentro.)
¡Oh, quién pudiera hacer, oh, quién hiciese,
que en no queriendo amar aborreciese!
¡Oh, quién pudiera hacer, oh, quién hiciera,
460
que en no queriendo amor aborreciera!
ANARDA
¿Qué te dice la canción?
¿No ves que te contradice?
DIANA
Bien entiendo lo que dice,
mas yo sé mi condición,
465
y sé que estará en mi mano
como amar
[11]
, aborrecer.
ANARDA
Quien tiene tanto poder
pasa del límite humano.
(TEODORO entre.)
TEODORO
Fabio me ha dicho, señora,
470
que le mandaste buscarme.
DIANA
Horas ha que te deseo.
TEODORO
Pues ya vengo a que me mandes,
y perdona si he faltado.
DIANA
Ya has visto estos dos amantes,
475
estos dos mis pretendientes.
TEODORO
Sí, señora.
DIANA
Buenos talles
tienen los dos.
TEODORO
Y muy buenos.
DIANA
No quiero determinarme
sin tu consejo. ¿Con cuál
480
te parece que me case?
TEODORO
Pues ¿qué consejo, señora,
puedo yo en las cosas darte
que consisten en tu gusto?
Cualquiera que quieras darme
485
por dueño será el mejor.
DIANA
Mal pagas el estimarte
por consejero, Teodoro,
en caso tan importante.
TEODORO
Señora, ¿en casa no hay viejos
490
que entienden de casos tales?
Otavio, tu mayordomo,
con experiencia lo sabe,
fuera de su larga edad.
DIANA
Quiero yo que a ti te agrade
495
el dueño que has de tener.
¿Tiene el Marqués mejor talle
que mi primo?
TEODORO
Sí, señora.
DIANA
Pues elijo al Marqués; parte
y pídele las albricias.
500
(Váyase la CONDESA.)
TEODORO
¿Hay desdicha semejante?
¿Hay resolución tan breve?
¿Hay mudanza tan notable?
¿Estos eran los intentos
que tuve? ¡Oh sol, abrasadme
505
las alas con que subí,
pues vuestro rayo deshace
las mal atrevidas plumas
a la belleza de un ángel!
Cayó Dïana en su error.
510
¡Oh, qué mal hice en fïarme
de una palabra amorosa!
¡Ay, cómo entre desiguales
mal se concierta el amor!
Pero ¿es mucho que me engañen
515
aquellos ojos a mí
si pudieran ser bastantes
a hacer engaños a Ulises?
De nadie puedo quejarme
sino de mí; pero, en fin,
520
¿qué pierdo cuando me falte?
Haré cuenta que he tenido
algún acidente grave
y que mientras me duró
imaginé disparates.
525
No más; despedíos de ser,
¡oh pensamiento arrogante!,
conde de Belflor. Volved
la proa al antigua margen;
queramos nuestra Marcela;
530
para vós Marcela baste.
Señoras busquen señores,
que amor se engendra de iguales,
y pues en aire nacistes,
quedad convertido en aire,
535