—
Trasgo
, al habla el capitán Geary. Es aconsejable que empiecen a abandonar la nave de inmediato y preparen el núcleo energético para una sobrecarga dentro de unos veinte minutos. —Tenía planeado ganar esta batalla, pero el resultado seguía en el aire y no podía arriesgarse a que los síndicos capturaran la
Trasgo
intacta.
La respuesta de la
Trasgo
llegó medio minuto después.
—Señor, estamos intentando trasladar las células de combustible que quedan a nuestros transbordadores de carga pesada. Es posible que logremos sacarlas. Los equipos de reparación están intentando restablecer el funcionamiento de una de las unidades de propulsión.
Desjani se sobresaltó, incrédula.
—Esos trastos de carga pesada no podrán escapar de los síndicos. No son tan rápidos, ni siquiera vacíos.
Geary asintió.
—
Trasgo
, los transbordadores de carga pesada se mueven con demasiada lentitud. Son un blanco fácil para el enemigo. No lograrán dejarlo atrás y todo cuanto transporten se perderá. Con una unidad de propulsión no salvará su nave, y la flota no puede llegar a tiempo para apoyarlos. Es ingeniero. Haga cálculos. Evacue a los tripulantes de la nave mientras haya tiempo. Considérelo una orden si así le resulta más fácil tomar la decisión.
Esta vez la respuesta de la
Trasgo
, cargada de resignación, tardó un minuto más en llegar.
—Sí, señor. He ordenado que todo el personal utilice las cápsulas de escape. Preparando el núcleo energético para la sobrecarga dentro de… dieciocho minutos.
—Señor, el oficial al mando de la
Increíble
nos informa de que ha ordenado que toda la tripulación que no sea imprescindible abandone la nave.
—Muy bien —respondió Geary. La situación no dejaba más alternativas.
—El
Resuelto
no puede mantener el ritmo de la flota. Propone acercarse a la
Increíble
y apoyarla.
—De acuerdo. Comuníqueles al
Resuelto
y a la
Increíble
que intentaremos mantener ocupados a los síndicos. —Geary se concentró en los movimientos de los síndicos y los de sus dos formaciones mientras los tres grupos de buques de guerra describían las inmensas curvas que habían de dar a casi ocho centésimas de la velocidad de la luz. Cuando los síndicos se situaron a la derecha, un grupo de acorazados acudió a rellenar el vacío que antes ocupaba el grueso de su flotilla para, más tarde, detenerse a medio camino entre su antigua posición y el centro.
—Están confundidos —dijo Desjani con desdén.
—De eso se trata.
La voz de Rione llegó desde el fondo del puente.
—¿Por qué están tan desorientados? Únicamente ha dividido la flota en dos formaciones en lugar de seis, como ha hecho en ocasiones anteriores.
—Es por la disposición de esas formaciones —aclaró Geary—. Una está distribuida alrededor de todos nuestros acorazados, más lentos y voluminosos, y diseñados, sin duda, para embestir de nuevo el corazón de la flotilla síndica. Pero la otra formación comprende todos nuestros cruceros de batalla, más veloces y ágiles, y preparados para atacar los extremos de la flotilla síndica.
—Entiendo. —Rione insinuó una pícara sonrisa—. No saben por dónde los atacará, así que no tienen claro dónde concentrar sus disparos más destructivos.
—Exacto. —Geary sacudió la cabeza sin dejar de observar a los síndicos. Estos esperaban que la flota de la Alianza regresara al punto de salto hacia Padronis, pero, en lugar de eso, se encontraron con la formación de acorazados de la Alianza en un flanco y por encima de ellos, mientras sus cruceros de batalla se hallaban al otro lado y por debajo—. No creo que deba enviar de nuevo la formación de acorazados contra el corazón de los síndicos. Al menos, no todavía. Si el comandante enemigo reaccionase a tiempo y distribuyera su flotilla alrededor del núcleo, podría causarnos daños muy graves.
Desjani consideró la idea y asintió.
—Estoy de acuerdo. Los cruceros de batalla de la Alianza podrían abrir el camino esta vez. ¿Capitán Geary?
—Sí, capitana Desjani. Hagámoslo. Desplazaré a los acorazados para que ataquen a los síndicos desde otro ángulo.
—Capitán Geary, el
Resuelto
y la
Increíble
solicitan que reserve una buena ración de enemigos para ellos.
Desjani se rió e incluso Geary hizo una mueca, a pesar de lo tenso que se encontraba.
—Dígales que eso no supondrá ningún problema, teniente.
Guiados por la Segunda División de Cruceros de Batalla del capitán Tulev, los quince cruceros de batalla de la Alianza que permanecían operativos, junto con el crucero ligero y el destructor que los escoltaban, se movieron hacia arriba y a la derecha mientras Geary ordenaba que los acorazados se desplazasen hacia la izquierda y acelerasen. La formación de acorazados se movía con mucha más pesadez, tanto por el tamaño inmenso de las naves como porque entre ellos se incluían las tres naves auxiliares que quedaban. Geary confiaba en que su estrategia hubiera compensado esa desventaja.
El enemigo seguía describiendo un giro y descendiendo levemente. Geary ajustó la ruta de la formación de cruceros de batalla para contrarrestar las maniobras de los síndicos, y abrió el ángulo de ataque de la Alianza de modo que ascendiera casi directamente hacia el adversario.
La formación de cruceros de batalla se elevó con celeridad hacia la esquina posterior del fondo de la flotilla síndica.
—¡Están frenando! —exclamó la consultora de operaciones en el último momento antes de producirse el combate, pero demasiado tarde para que alguien pudiese reaccionar. Dada la velocidad a la que viajaban, ambos bandos observaron la variación de los vectores demasiado tarde como para que alguno de los grupos de buques de guerra pudiera compensarla.
En lugar de alejarse rápidamente de la esquina de la flotilla síndica, los cruceros de batalla de la Alianza la atravesaron por la fuerza. Los sistemas de maniobra automáticos lograron evitar las colisiones, que habrían producido la desintegración inmediata de las naves implicadas; sin embargo, los cruceros de batalla tuvieron que pasar a una distancia mínima de los acorazados enemigos.
Los cuatro acorazados síndicos que ocupaban aquella esquina desplegaron una cortina de lanzas infernales que hicieron pedazos la
Decidida
, acribillaron la
Atrevida
y machacaron la
Inspiradora
, mientras que la
Ilustre
sumó más daños a los que ya había recibido en Cavalos, y la
Osada
, finalmente, perdió el control, cuando los buques de guerra de la Alianza eliminaron la formación síndica.
—La
Atrevida
cree que puede seguir adelante, pero todos sus sistemas de combate están inutilizados —informó el consultor de combate del
Intrépido
—. La
Inspiradora
puede maniobrar sin problemas, pero sus sistemas de armamento presentan averías importantes. Podemos ver las cápsulas de escape alejándose de los restos de la
Decidida
.
—¿Qué se sabe de la
Osada?
—preguntó Geary.
—No tenemos comunicación, señor. Se encuentra fuera de la red de la flota. Los sensores indican que todos los sistemas han muerto.
Al igual que un número desconocido de sus tripulantes.
—Roberto Duellos no se dejará matar fácilmente —comentó Desjani.
—Esperemos que así sea. —Geary dejó a un lado su preocupación por el capitán Duellos y, con gesto grave, se concentró en la flotilla síndica. Los cruceros de batalla de la Alianza habían resultado afectados, pero también habían conseguido alcanzar la esquina de la flotilla con una gran descarga de fuego. Los dos cruceros de batalla rivales situados en esa posición habían sufrido demasiadas averías como para continuar luchando; además, uno de los acorazados enemigos recibió tantos disparos que empezó a salirse de la formación, mientras que otro parecía tan afectado como la
Atrevida:
podía maniobrar, pero el resto de sus sistemas habían quedado inservibles. La mayor parte de los cruceros ligeros y las naves de caza asesinas de los síndicos que ocupaban esa esquina de la flotilla habían sido derribados o destruidos, pero también había más escoltas de la Alianza desaparecidos o rezagados.
Por suerte, las maniobras de los síndicos, que posicionaron a los cruceros de batalla de la Alianza en una posición desfavorable, también permitieron que la formación de acorazados de la Alianza se situara de manera que pudiese atacar de frente otra esquina de la flotilla enemiga. Esta vez, los cuatro acorazados síndicos que ocupaban aquella posición no solo se hallaban en inferioridad numérica, sino que, además, tuvieron que enfrentarse a unos buques de guerra tan fuertemente protegidos y blindados como ellos. La
Gallarda
y la
Indomable
eran el objetivo principal del fuego enemigo, y las dos sufrieron daños debido a que sus escudos fallaban en algunos puntos, lo que los síndicos aprovecharon para castigar sus cascos con metralla y lanzas infernales. Pero, cuando la formación de la Alianza volvió a alejarse, dejó fuera de combate a tres de los cuatro acorazados síndicos e hizo pedazos a tres cruceros de batalla enemigos.
—Esto equilibra la balanza —comentó Desjani.
El resto de la flotilla síndica se desplazó hacia la
Trasgo
, que se deshizo en una gran bola de fragmentos un instante después, a consecuencia del sobrecalentamiento de su núcleo energético. Más allá de donde se encontraba la
Trasgo
, el
Resuelto
y la
Increíble
lanzaron todo lo que les quedaba contra los síndicos que se les iban acercando.
Sin darse cuenta, Geary cerró los ojos cuando una de las esquinas de la flotilla síndica pasó a gran velocidad entre el
Resuelto
y la
Increíble
. Cuando volvió a abrirlos, se sorprendió al ver que las dos naves de la Alianza seguían allí.
—¡Han resistido! Es…
—¿Increíble? —murmuró Desjani—. El
Resuelto
ha protegido a la
Increíble
todo lo que ha podido. Ha recibido una descarga de fuego tremenda, y la
Increíble
ha sufrido más daños, pero la intercepción síndica debía de estar lo bastante lejos para que ambas naves se salvaran.
La suerte salvó al
Resuelto
y a la
Increíble
, pero, poco después, los dioses de la guerra decidieron favorecer a los síndicos.
—Maldita sea —dijo Desjani—. Ahí va la
Atrevida
.
Durante la última pasada ofensiva, la formación síndica lanzó una descarga de misiles hacia la ruta prevista de los cruceros de batalla de la Alianza. Debido a los cambios de última hora en los vectores, la mayoría de los misiles se encontraban demasiado lejos de la ruta de la Alianza para hacer blanco, y terminaron describiendo una curva en el espacio tras las naves de la Alianza. Muchos de los proyectiles fueron destruidos, puesto que su velocidad, relativamente baja en aquella ajustada persecución, los convertía en blancos fáciles para los escoltas de la Alianza, aunque uno logró alcanzar a la
Atrevida
. El castigado crucero de batalla se sacudió cuando el misil impactó en plena popa y destrozó sus unidades de propulsión. La
Atrevida
salió girando hacia un lado, mientras su armazón debilitado se combaba como consecuencia de la fuerza del impacto y los cambios repentinos de rumbo y velocidad.
—No podremos recuperarla, señor.
Desjani no parecía afectada por la pérdida de la
Atrevida
y la
Osada
, aunque Geary sabía que la capitana había visto cosas mucho peores.
—Tenemos que vengarla. —Intentó relajarse observando los caminos y las rutas previstas que atravesaban el espacio y pensando en los segundos de retraso con los que llegaban las imágenes que estaba viendo—. Formación Índigo Uno, viren a la derecha dos cinco grados, desciendan uno seis cero grados a las cinco tres. —Los cruceros de batalla de la Alianza se adelantaron y descendieron hacia un lado para realizar otra pasada sobre los síndicos.
El comandante síndico intentaba concentrar lo que quedaba de su flotilla, de modo que reunió las naves hasta que el grupo de buques de guerra enemigo volvió a parecer una caja, aunque mucho más pequeña que aquella otra con la que los síndicos empezaron a luchar. Al mismo tiempo, intentó realizar una maniobra muy ajustada, haciendo que toda la formación ascendiera y girase hacia la izquierda para encarar la formación de cruceros de batalla de la Alianza.
—Una maniobra desafortunada. —Desjani enseñó los dientes—. Aunque parezcamos un blanco fácil, somos más rápidos que él. Ese comandante no debe de tener mucha experiencia.
—Y al parecer, algunos de sus capitanes tampoco —añadió Geary mientras observaba que los buques de guerra enemigos se apresuraban a tomar posiciones y a realizar grandes cambios en sus vectores. Uno de los acorazados síndicos colisionó con un crucero pesado de su mismo bando, lo que provocó la desaparición, con un fogonazo, de la mayor parte de este último mientras el acorazado salía despedido con importantes daños en su estructura—. Uno menos.
La compacta caja formada por los síndicos se extendió y se disgregó al comprobar que no realizaba bien el giro.
—Formación Índigo Uno, viren a la derecha dos cero grados, asciendan uno cinco grados a las cero seis. —Los cruceros de batalla de la Alianza elevaron la proa ligeramente a la vez que giraban y daban la vuelta en busca de la intercepción de un flanco de la agitada flotilla—. Formación Índigo Dos, viren a la izquierda dos ocho cinco grados, asciendan dos uno cero grados a las cero ocho. —Los acorazados, situados ahora muy por debajo de los síndicos, comenzaron a elevarse mientras los cruceros de batalla de la Alianza volvían a cerrarse sobre el enemigo.
En esta ocasión, aprovechando que el enemigo se encontraba desorganizado, la formación de cruceros de batalla de la Alianza pasó velozmente junto a una esquina de la flotilla síndica a una distancia casi perfecta, y consiguió arremeter contra sus buques de guerra desprotegidos con una potencia de fuego que, en aquella posición, el enemigo no podía superar.
El
Intrépido
se sacudió con fuerza a consecuencia de la pasada ofensiva.
—Un misil síndico ha hecho blanco, capitán. Daños en popa. Batería de lanzas infernales Bravo Seis fuera de servicio. Capacidad reducida de la unidad de propulsión principal Alfa.