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Authors: Augusto Cury

Tags: #Psicología, Autoayuda, Crianza,

Padres brillantes, maestros fascinantes (6 page)

Si no educamos la emoción podemos generar cuando menos tres resultados. Algunos se vuelven insensibles y presentan las características de una personalidad psicótica. Tienen una emoción insensible y, por lo tanto, ofenden y lastiman a los demás, pero no sienten su dolor y no piensan en las consecuencias de su comportamiento.

Otros, por el contrario, se vuelven hipersensibles. Viven intensamente el dolor ajeno, se dan a sí mismos sin límites, se preocupan demasiado por la crítica de los demás y no tienen protección emocional. Una ofensa les arruina el día, el mes y hasta la vida.
Las personas hipersensibles suelen ser excelentes para los demás, pero terribles para sí mismas
.

Hay otros más que están desorientados; no lastiman a los demás pero no piensan en el futuro; no tienen sueños ni metas, van a la deriva y viven en un conformismo patológico.

Las escuelas no están educando las emociones. Están generando jóvenes insensibles, hipersensibles o desorientados. Necesitamos formar gente joven que sea rica emocionalmente, protegida e integrada.

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LOS BUENOS MAESTROS UTILIZAN LA

MEMORIA COMO ALMACÉN DE DATOS,

LOS MAESTROS FASCINANTES LA USAN

COMO FUNDAMENTO DEL ARTE DE PENSAR

Este hábito de los maestros fascinantes contribuye a

desarrollar en sus alumnos: capacidad de pensar antes

de reaccionar, de exponer y no de imponer las ideas,

conciencia crítica y capacidad de debatir, de

cuestionar y de trabajar en equipo.

Los buenos maestros usan la memoria como un depósito de información; los maestros fascinantes usan la memoria como un apoyo para la creatividad. Los buenos maestros siguen el programa de clases; los maestros fascinantes también, pero
su objetivo fundamental es enseñar a sus alumnos a ser pensadores y no repetidores de información
.

La educación clásica ha transformado a la memoria humana en una base de datos. Esa no es la función de la memoria. Como dije, una gran parte de la información que recibimos jamás será archivada. Llenamos un espacio precioso de nuestra memoria con información poco útil o inútil.

Los maestros y los psicólogos juran que hay recuerdos pero, como dije antes, este es uno de los falsos pilares en que se sustentan la psicología y las ciencias de la educación. No hay un recuerdo puro del pasado, sino una reconstrucción de ese pasado con micro o macrodiferencias.

¿Cuántos pensamientos produjimos ayer? ¡Miles! ¿Cuántos podemos recordar con la secuencia exacta de verbos, sustantivos y adjetivos? Probablemente ninguno. De cualquier forma, si tratamos de recordar a la gente, los lugares y las circunstancias en que nos relacionamos, reconstruiremos otros miles de pensamientos, pero no exactamente los mismos que pensamos ayer.

Podemos concluir que el objetivo de la memoria no es dar apoyo a los recuerdos, sino a la reconstrucción creativa del pasado. Sólo hay un recuerdo puro de información cuando esta vacío de experiencias sociales o emocionales, en otras palabras, de información lógica, como los números. Sin embargo, el rescate de estos recuerdos involucra sutiles emociones subyacentes. Por eso, dependiendo del momento, tenemos mayor o menor habilidad para resolver cálculos matemáticos.

La memoria suplica a cada ser humano que sea creativo, pero la educación clásica le suplica que sea repetitivo. La memoria no es una base de datos, ni nuestra capacidad de pensar es una maquina que repite información, como los pobres ordenadores.

La memoria de los ordenadores es esclava de los estímulos programados.
La memoria humana es un jardín de información y experiencias del que cada uno puede obtener un fantástico mundo de ideas
.

Un miembro de una tribu africana tiene la misma capacidad intelectual que un científico de Harvard. Mucha gente considera que Einstein fue la mente más grande del siglo XX pero, como uno de los raros científicos que han producido conocimiento sobre el proceso de la construcción de pensamientos, tengo la convicción de que un miembro de una tribu indígena del Amazonas tiene el mismo potencial intelectual que Einstein.

Todos tenemos un grupo de fenómenos que, en milésimas de segundo, lee los campos de la memoria y produce una exhibición de pensamientos. La única razón por la que no generamos grandes ideas, pensamientos inusuales y sorprendentes creaciones, es porque hemos maniatado el arte de pensar.

En mis dos primeros años de segunda enseñanza sólo tenía dos cuadernos y en ellos casi no había nada escrito. Me fue difícil adaptarme a una educación que no estimulaba mi inteligencia. En aquel tiempo, algunas personas, viendo mi aparente desinterés, pensaron que no lograría nada en la vida. Pero en mi interior había una explosión de ideas. Pensar era una aventura que me encantaba.

A la fecha, he escrito más de cinco mil páginas y la mayoría no han sido publicadas. Mis libros son estudiados por científicos y leídos por cientos de miles de personas en todo el mundo. Sin embargo, estoy convencido de que no tengo una inteligencia privilegiada. Todos tenemos una mente especial.
Adónde lleguemos depende de cuánto liberemos el arte de pensar
.

Abra las ventanas de la inteligencia

Los exámenes escolares estimulan a los estudiantes a repetir la información; además de ser poco útiles, con frecuencia son dañinos porque pueden limitar la inteligencia. Los exámenes deberían ser abiertos, promover la creatividad, estimular el desarrollo del pensamiento libre, cultivar el razonamiento esquemático y expandir la capacidad de argumentación del alumno. Los tests y las preguntas de opción múltiple se deberían evitar o usar poco en los exámenes escolares.

Los exámenes deberían valorar cualquier razonamiento esquemático, cualquier idea organizada, aun si están completamente equivocados en relación con el material que se enseñó. Es posible dar la máxima calificación a un razonamiento brillante basado en datos erróneos. Esto valora a los pensadores. El requerimiento de detalles sólo se debería hacer a los especialistas en las universidades y no a los estudiantes de las primarias y secundarias.

En mi libro
Revolucione su calidad de vida
, hablo acerca de la memoria de uso continuo o memoria consciente (MUC), así como de la memoria existencial o inconsciente (ME). La mayor parte de la información, más del 90% que registramos en la MUC, nunca será recordada, pues se irá a la periferia de la memoria, a la ME, y será reeditada (sustituida) o transferida a archivos de acceso poco frecuente en los sótanos del inconsciente.

La información más útil es aquella que se transforma en conocimiento y que, a su vez, se convertirá en experiencias en la MUC. Cuando llegue al tema de la escuela de nuestros sueños, indicaré las herramientas para estimular el arte de pensar.

En el pasado, el conocimiento se duplicaba cada dos o tres siglos. Hoy en día, se duplica cada cinco años. Y mientras tanto, ¿donde están los pensadores? Estamos contemplando el final de los pensadores en las escuelas, universidades e incluso en los cursos de postrado.
Hemos multiplicado el conocimiento, pero no a los hombres y mujeres que piensan
.

Los estudiantes que hoy salen mal en los exámenes pueden llegar a ser excelentes científicos, ejecutivas y profesionales en el futuro; todo lo que necesitan es que los estimulemos. Estimule a sus alumnos a que abran las ventanas de sus mentes, a que tengan la audacia de pensar, cuestionar, debatir y romper los paradigmas.

Este es un hábito excelente.
Los maestros fascinantes forman pensadores que son autores de sus propias historias
.

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LOS BUENOS MAESTROS

SON TEMPORALES, LOS MAESTROS

FASCINANTES SON INOLVIDABLES

Este hábito de los maestros fascinantes contribuye

a desarrollar en sus alumnos: sabiduría, sensibilidad,

afecto, serenidad, amor por la vida, capacidad de hablar

al corazón y de influenciar a la gente.

Un buen maestro es recordado durante el tiempo de escuela; un maestro fascinante es inolvidable. Un buen maestro encuentra a sus alumnos; a un maestro fascinante lo encuentran ellos. Un buen maestro es admirado; un maestro fascinante es amado. Un buen maestro se preocupa por las calificaciones de sus estudiantes; un maestro fascinante se preocupa por transformarlos en ingenieros de ideas.

Ser un maestro inolvidable es formar a un ser humano que hará la diferencia en el mundo. Sus lecciones de vida dejan una marca indeleble en los terrenos consciente e inconsciente de sus alumnos. El tiempo puede pasar y las dificultades aparecer, pero las semillas sembradas por un maestro fascinante nunca morirán.

He investigado la vida de grandes pensadores como Confucio, Buda, Platón, Freud y Einstein. Todos fueron maestros inolvidables porque fueron estimulados a navegar dentro de sí mismos. En la colección
Análisis de la inteligencia de Cristo
(Cury, 2000), tuve la oportunidad de investigar los pensamientos de Jesucristo, así como su capacidad de proteger la emoción y su habilidad para trabajar en los campos de cultivo de la inteligencia de sus discípulos.

A pesar de mis limitaciones, hice un análisis psicológico y no teológico de su personalidad. Los resultados fueron extraordinarios. Quizá por primera vez, en escuelas de psicología, pedagogía y leyes se han adoptado textos que se refieren a Jesucristo.

Aparentemente, Jesús murió como el más derrotado de los hombres porque su discípulo más fuerte lo negó y los otros lo abandonaron, pero nadie es derrotado cuando su semilla ha sido sembrada. Las semillas que él sembró en el campo de la memoria de sus discípulos inspiraron inteligencia, liberaron emoción, rompieron la prisión del miedo, convirtieron a los jóvenes galileos, tan poco preparados para la vida, en una casta de buenos pensadores.

La conclusión que saqué es que Jesucristo llegó a ser un maestro inolvidable no por sus acciones sobrenaturales, sino porque ventiló el anfiteatro de la mente humana con habilidad única. Nunca alguien tan grande se ha hecho tan pequeño para transformar lo pequeño en grande. Independientemente de la religión, aquellos que aman la educación deberían estudiarlo.

Escuelas excelentes han creado estudiantes problemáticos. En el pasado, las escuelas privadas de la ciudad no podían ayudar a sus «alumnos problema». En la actualidad, las buenas escuelas que usan teorías respetables, como el constructivismo y las inteligencias múltiples, han sido incapaces de formar colectivamente jóvenes sabios y lucidos.

Sea un maestro fascinante. Inspire la inteligencia de sus alumnos, guíelos para que enfrenten sus retos y no sólo para tener una cultura informativa. Estimúlelos a manejar sus pensamientos y tener una relación amorosa con la vida.

No guarde silencio acerca de su historia, transmita sus experiencias de vida.
La información se archiva en la memoria; las experiencias se siembran en el corazón
.

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LOS BUENOS MAESTROS CORRIGEN

COMPORTAMIENTOS, LOS MAESTROS

FASCINANTES RESUELVEN CONFLICTOS

EN EL AULA

Este hábito de los maestros fascinantes contribuye

a desarrollar en sus alumnos: la superación de

la ansiedad, la resolución de crisis interpersonales,

la socialización, la protección emocional y el rescate

del liderazgo del «yo» en focos de tensión.

Los buenos maestros corrigen los comportamientos agresivos de sus alumnos; los maestros fascinantes resuelven los conflictos en el salón de clases. Entre corregir comportamientos y resolver conflictos en el aula hay una distancia más grande que la imaginada por nuestro noble sistema de educación.

Resolver conflictos en el salón de clases es un tema nuevo en muchas naciones. Hasta ahora algunos países de Europa y América están despertando al respecto. He comentado en mis conferencias que los padres y los maestros necesitan equiparse para resolver los conflictos entre sus hijos y entre sus estudiantes.

En primer lugar, usted debe conocer, como ya lo he dicho, el SPA. En segundo lugar, los maestros deben proteger sus emociones ante los acalorados conflictos de sus alumnos; de otro modo, la fricción puede desgastarlos profundamente. En este caso, las escuelas se convertirán en un desierto y los maestros contaran los días que faltan para su retiro.

En tercer lugar, frente a cualquier fricción, ofensa o crisis entre los estudiantes, o entre los alumnos y el maestro, la mejor respuesta es no dar ninguna respuesta. Cuando estamos tensos, durante los primeros 30 segundos es cuando cometemos nuestros peores errores, nuestras peores atrocidades. Al calor de la tensión, sea un amigo del silencio y respire profundo.

¿Por qué usar la herramienta del silencio? Porque las emociones tensas bloquean la lectura de la memoria, obstruyendo la construcción de cadenas de pensamientos. Así, reaccionamos por instinto, como los animales, y no con inteligencia.

En cuarto lugar, trate de no dar lecciones morales al agresor. Este procedimiento se utiliza desde la edad de piedra y no es eficiente, no genera un momento educacional porque la emoción del agresor está tensa y su inteligencia está obstruida.

¿Qué podemos hacer? Podemos emplear las herramientas que recomendé cuando hablé acerca de los padres. Encante a su clase con gestos inesperados. Sorprenda a sus alumnos. Al hacer esto resolverá los conflictos en el salón de clases. ¿Cómo? Guíelos para que piensen, para que se sumerjan en sí mismos y se confronten. No es una tarea fácil, pero es posible. A continuación le digo cómo.

Un suave golpe directo al corazón

Cierta vez, algunos estudiantes platicaban en el fondo del salón de clases. La maestra de lenguas pidió silencio, pero ellos siguieron hablando. Ella fue más enérgica y le llamó la atención al alumno que hablaba más alto, quien fue agresivo con ella pues le espetó: «¡Usted no puede mandarme! ¡Yo le pago por su trabajo!» La atmósfera era tensa. Todos esperaban que la maestra le gritara al estudiante o que le ordenara que saliera de la clase. En vez de eso, ella se quedó en silencio, se relajó, disminuyó su tensión y dejó volar su imaginación. En seguida, les contó una historia que aparentemente nada tenía que ver con el agresivo ambiente.

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