Authors: Frédéric Beigbeder
Así que venga, a bailar.
La sala está llena a rebosar. Vuestro corazón late muy fuerte. Os pasáis la mano por el pelo y os dais un toque de espray Déomint en la boca. Vuestro momento de gloria ha llegado. Os duele un poco que Tamara no os haya acompañado, pero no pasa nada, Odile morrea a Charlie, hay 6.000 personas en la sala, y quizás tengáis que subir al escenario, si conseguís alguno de los premios… Todo va bien. ¿Y, entonces, a qué viene esa sonrisa cada vez más crispada?
Empezáis a charlar con vuestra vecina de la izquierda:
—Hi. My name is Charlie y él es Octave.
—Lo sé, sois los dos nueves jefes de la Rosse.
—Ah. Estoy de suerte: una francesa. ¿Y dónde trabajas?
—En la Rosse. Soy Adeline, estoy en el departamento de producción.
—Ah, sí, claro, Adeline, ahora te reconozco. Tienes que perdonarnos, llevamos tres días casi sin dormir.
—Tranquilos. ¿Creéis que el spot de Delgadín tiene posibilidades?
—Resulta difícil de decir. Es posible. Es tan estúpido que puede colar.
—Ah, por cierto, se me olvidaba: hemos iniciado las pruebas para Lady Di y JohnJohn.
—Lo sé, lo sé. Y tenemos el sida.
—Sí, ya estoy al corriente. Estamos a punto de subir ahí arriba.
Las luces se apagan. Nutridos aplausos. Cruzáis las piernas, miráis el reloj, esperáis vuestra categoría (Milk & Dairy Products) mientras os peináis con los dedos. En la pantalla desfilan los spots más creativos del planeta: groseros delirios para cereales, dietas de adelgazamiento, perfumes, téjanos, champús, vodka, barritas de chocolate, pasta, pizzas, ordenadores, portales de Internet gratuitos, comida para perros, vehículos todoterreno, momentos de imaginación y de autoironía que, milagrosamente, han logrado burlar la vigilancia de los anunciantes, tipografías innovadoras, planos borrosos de manzanas verdes, grano grueso en 16 mm, diseños futuristas, frases que «interpelan», logos tridimensionales de color rojo, dibujos animados hindúes, músicas paródicas, segundo sentido elevado a la enésima potencia, palabras en movimiento, dinero gastado, fotogramas rascados a mano, multitudes a cámara lenta, emociones liberadas, y siempre las chicas guapas, porque todo se basa en las chicas guapas, es lo único que interesa a la gente. Intentáis aparentar que estáis relajados junto a vuestra vecina que se retuerce en su butaca y canturrea para parecer tranqui. Si Albert Cohén hubiera visto esta escena antes de 1968 (pero antes de 1968 esta escena era imposible ya que es una consecuencia de ello), se habría inspirado para describir las monadas de
Bella del Señor.
—And the winner is… Delgadín… The Nymphomaniac by Rosserys & Witchcraft France!
Gloria a Ti, León de Oro. Hosana al más alto de los cielos. Ya que a ti pertenecen el Reino, al Poder y la Gloria Por los Siglos de los Siglos Amén. Explotáis de alegría, —¡yyyyyeess!
descendéis por el pasillo, subís las escaleras,
y os apresuráis a dar gracias al realizador Enrique «sin el cual no estaríamos aquí» ya la hermosa Tamara «gracias a quien todo fue posible», a decir que vuestra idea consistía en «cantar un himno a la vida que respete el timing humano»
y todo esto y lo de más allá cuando os cayeron encima.
Tres policías os rodean ante toda la profesión mundial, y es el comisario Sánchez Ferlosio en persona el que os pone las esposas por el asesinato de Mrs Ward en Coral Gables, Miami District, Florida State.
De algún modo, podría decirse que vosotros mismos os apeasteis de la competición.
«La vida transcurre así: naces, mueres, y entre lo uno y lo otro tienes dolor de tripa. Vivir consiste en tener dolor de tripa: a los quince años, dolor de tripa porque estás enamorada; a los veinticinco años, porque te angustia el porvenir; a los treinta y cinco años, porque bebes demasiado; a los cuarenta y cinco, porque trabajas demasiado; a los cincuenta y cinco, porque ya no estás enamorada; a los sesenta y cinco, porque te angustia el pasado; a los setenta y cinco, porque tienes un cáncer generalizado. En los intervalos no habrás hecho otra cosa que obedecer a tus padres, más tarde a los profesores, luego a tus jefes, después a tu marido y finalmente a los médicos. A veces sospechabas que te tomaban el pelo, pero ahora es demasiado tarde, y un día uno de ellos te comunica que vas a morir y entonces, bajo la lluvia, te meten en una caja de madera, bajo la tierra del cementerio de Bagneux. ¿Crees que te librarás de todo esto? Mejor para ti. Cuando leas esto, yo ya estaré muerta. Tú vivirás y yo no. ¿No resulta conmovedor? Pasearás, beberás, comerás, follarás, podrás elegir mientras que yo no haré nada de todo eso, estaré en otro lugar, en un sitio que conozco tan poco como vosotros pero que, cuando leas estas líneas, ya conoceré. La muerte nos separa. No es triste, y aunque yo sea la muerta y tú el que lea esta carta, estamos en lados opuestos de un muro infranqueable y que, sin embargo, nos permite hablar.
Vivir y escuchar a un cadáver que te habla: qué práctico es Internet.
Tu fantasma favorita,
Sophie.»
Os miráis con hostilidad, los padres de Sophie y tú: como si fuerais a conseguir hablaros en el locutorio de visitas —suponiendo que los locutorios sirvan para hablar, claro— ahora que Sophie ya no está, cuando ni siquiera lo conseguiste mientras ella vivía. Finalmente, han venido a visitarte al Centro Penitenciario de Tarascón, a ti, Octave, el mal padre que los trataba con desprecio en las reuniones familiares. Tienen los ojos tan hinchados como ojerosos.
Cuatro enormes canicas enrojecidas y desesperadas.
—Mandó este mensaje por Internet, desde un hotel senegalés. ¿Habías tenido noticias suyas desde…?
—¿Desde nuestra separación? No. Y eso que lo intenté.
Acusas el golpe. Ella estaba en Senegal cuando Marronier se suicidó…, ¿se matarían juntos? ¿Que coño hacía ella con él? Mierda, ya es lo bastante duro enterarte de que eres cornuto para, además, enterarte a título postumo y estando en la trena…
—Imposible, no puede ser verdad, no puede ser verdad, imposible. —Alternas estas dos frases durante una hora, resulta inútil transcribir aquí tus lamentaciones.
Observas a los dos viejos de barbilla temblorosa.
Justo después de salir del locutorio, rompes a llorar parapetado detrás de un encarte de revistas para Air Liberté.
No es la primera vez que lloriqueas desde que estás preso.
En realidad, para ser duros de pelar, lloriqueáis con bastan te frecuencia, Charlie y tú. Tanto que él intentó ahorcarse a la mañana siguiente de su llegada aquí. Y tú te lamentas:
—Ya no la quería, pero siempre la querré aunque no la quise lo suficiente cuando en realidad siempre la quise sin quererla como tenía que quererla.
En el momento de escribir estas líneas todavía estás llorando.
Bergson definió la risa como «algo mecánico adherido a algo vivo». Las lágrimas son, pues, todo lo contrario: algo vivo adherido a algo mecánico. Es un robot que sufre una avería, un dandy superado por la naturalidad, la irrupción de la verdad en pleno artificio. De repente, un desconocido os ofrece un golpe de tenedor en la tripa. De repente, un desconocido os ofrece sodomizaros en las duchas. De repente, un desconocido os regala una despedida en forma de ecografía. Cuando una mujer embarazada se suicida, son dos muertos por el precio de uno, como en las promociones de detergentes. Y, en la radio, la insolente Myléne Farmer canta: «Si tengo que caer desde arriba del todo / que mi caída sea lenta.»
UN HOMBRE PERMANECE SENTADO EN El. SUELO DE UN APARTAMENTO SIN MUEBLES.
FLASHBACK A CÁMARA LENTA (EN BLANCO Y NEGRO): VEMOS A LOS EMPLEADOS DEL JUZGADO QUE HAN VENIDO A EMBARGARLE TODO LO QUE TENÍA, VEMOS UNA DISCUSIÓN DOMÉSTICA CON SU MUJER, QUE SE MARCHA DANDO UN PORTAZO, COMPRENDEMOS QUE LO HA PERDIDO TODO.
DE REPENTE, VOLVEMOS A ÉL, QUE MIRA A LA CÁMARA CON DESESPERACIÓN.
UNA VOZ EN OFF LE INTERPELA: «¿TU MUJER TE HA ABANDONADO? ¿YA NO TIENES NI UN EURO? ¿ERES FEO Y ESTÚPIDO? TODO PUEDE ARREGLARSE EN UN SANTIAMÉN
»
EL HOMBRE SE MUESTRA INTERESADO POR LA VOZ QUE ACABA DE ESCUCHAR. BAJA LA CABEZA CON AIRE DEPRIMIDO. DE REPENTE, SACA UNA PISTOLA DEL BOLSILLO Y SE APUNTA A LA SIEN CON EL CAÑÓN
LA VOZ EN OFF PROSIGUE: «MORIR ES SER LIBRE, COMO ANTES DE NACER.
»
EL HOMBRE SE PEGA UN TIRO. SU CRÁNEO EXPLOTA, SUS SESOS SALPICAN LAS PAREDES. PERO TODAVÍA NO ESTÁ MUERTO. TUMBADO EN EL SUELO, TIEMBLA, CON EL ROSTRO CUBIERTO DESANGRE. LA CÁMARA SE ACERCA A SUS LABIOS. MURMURA
:
—GRACIAS, MUERTE.
DEJA DE MOVERSE, CON LOS OJOS ABIERTOS, MIRANDO FIJAMENTE AL TECHO.
LA VOZ EN OFF CONCLUYE EN TONO CÓMPLICE: «TUTEA A LA MUERTE: ¡MÁTATE! EL SUICIDIO PERMITE INTERRUMPIR LA VIDA Y SUS MUCHAS PREOCUPACIONES.
»
Lema con logo de la FFSP
:
«BASTA DE PREOCUPACIONES: LA MUERTE ES UN RESULTADO.» Seguido del aviso legal:
«ESTE MENSAJE LES HA SIDO OFRECIDO POR LA FEDERACIÓN FRANCESA PARA UN SUICIDIO PLÁCIDO (FFSP).»
Otros lemas posibles:
«LA MUERTE ESTÁ DE MODA.»
«NADA DE VIDA, ANTES LA MUERTE.»
«¿LA VIDA? DEJA ESO PARA TUS AMIGOS.»
He dicho que no, que no habrá sitios maravillosos
donde podamos ir una vez que salgamos de la universidad.
Y a ver si me oyes. Entonces todo será distinto.
Tendremos que bajar en el ascensor rodeados
de maletas y de trastos, tendremos que
telefonear a medio mundo para despedirnos,
y mandarles postales desde cada hotel donde estemos.
Y yo estaré trabajando en una oficina ganando un
montón de pasta. Iré a mi despacho en taxi o en el autobús
de Madison Avenue, y me pasaré el día entero leyendo
el periódico, y jugando al bridge, y yendo al cine,
y viendo un montón de noticiarios estúpidos
y documentales y avances de las próximas películas.
¡Esos noticiarios del cine! ¡Dios mío! Siempre sacando
carreras de caballos, y una tía muy elegante
rompiendo una botella de champán en el casco
de un barco, y un chimpancé con pantalón
corto montando en bicicleta.
No será lo mismo.
Pero, claro, no entiendes una palabra de lo que te digo
.
J. D. SALINGER, El guardián en el centeno, 1951
No están muertos: están en una isla. Respiran y retozan. Marc Marronier y Sophie son ridículos y se ríen de serlo. La culpa es de la alegría, ella es la culpable. Viven en el agua. Acaban por quererse porque, de tanto hacer el amor, los sentimientos acaban por mezclarse en el asunto. Han abandonado Senegal por una pequeña cabaña sin televisión, ni radio, ni discoteca, ni aire acondicionado, ni bote- Ilines de cerveza, ni nada más que ellos. Fríen el pescado de los pescadores del pueblo con arroz de coco, emborrachándose con ponche bajo las blancas nubes. En Senegal, no encontraron a nadie en la playa salvo a un amable norteamericano. Están muy bien, gracias, han huido, han ganado. Se burlan de todo discretamente. Fue el americano quien los mató.
Los jóvenes que queman coches han comprendido todo de la sociedad. No los queman porque no puedan tenerlos: los queman para no tener que desearlos.
Qué adorables son. Marc y Sophie se merecen sus nombres de telecomedia.
Ghost Island, en el archipiélago de las Caimanes. ¿Cómo acabaron aquí? El americano se llamaba Mike, pero su nombre carece de importancia, lo más probable es que sea falso. Con su rostro profundamente curtido, se parecía al fotógrafo Peter Beard. Se presentó como ex agente del FBI jubilado. Simpatizaron con él en la playa del Savana, en Saly. Después de algunas juergas, ellos le contaron su situación: el desvío de fondos de Marc, su inminente despido, el embarazo de Sophie, su deseo de cortar con todo. Mike les propuso un negocio: desaparecer para siempre. Simular su muerte para poder huir. Conocía perfectamente el procedimiento que había que seguir por haberlo utilizado durante años, cuando se encargaba en el FBI del programa de protección de los «arrepentidos» de la Mafia. Toda su experiencia profesional había consistido en esconder a antiguos criminales, reconstruirles el rostro, proporcionarles una nueva identidad y enviarlos a algún lugar considerado secreto. Y ahora ha encontrado la forma de redondear sus ingresos mensuales: hacer que los particulares puedan aprovecharse de su arte. Sólo les puso una condición: no pueden regresar nunca. Para matar a Marc y a Sophie sólo necesita una mini-Polaroid, pasaportes auténticos norteamericanos, un montón de sellos oficiales y así fue como Marc y Sophie se convirtieron en Patrick y Caroline Burnham.
Llega un momento, cuando a la gente se le repite demasiado que su vida no tiene ningún sentido, que se vuelve completamente loca, empiezan a correr en todas las direcciones pegando gritos, no logra aceptar que su existencia carece de objetivo, pensándolo bien resulta bastante inadmisible pensar que uno está aquí para nada, para morir y nada más, no es extraño que todo el mundo acabe pirado.
¿En qué consiste la felicidad? Arena blanca, cielo azul, agua salada. «El Agua, el Aire, la Vida», como decía Perrier. La felicidad consiste en penetrar en un spot de Perrier, convertirse en un anuncio de Pacific, con la famosa huella del pie descalzo recién salido del mar que se evapora instantáneamente sobre la playa ardiente. Marc y Sophie fabricaban anuncios; hoy Patrick y Caroline se han convertido en un anuncio. Han elegido terminar su vida en una de sus creaciones, parecerse a un estereotipo bronceado, a una portada de la revista
Voici
, a una campaña Delgadín, con la veranda de teca sobre fondo exótico, un anuncio del Club Med con su hermosa tipografía y un ribete blanco alrededor.
Guión:
PATRICK TODAVÍA ES JOVEN Y GUAPO. CONDUCE UN FUERABORDA SOBRE EL MAR. EL PAPEL PODRÁ SER INTERPRETADO POR MARC MARRONIER. SALTA DE SU EMBARCACIÓN EN MARCHA Y NADA HACIA LA PLAYA. UNA ENCANTADORA MUJER VA A SU ENCUENTRO, CON UN HERMOSO Y SONRIENTE BEBÉ EN BRAZOS. ÉL CORRE HACIA ELLA. MÚSICA EMOTIVA DE GABRIEL YARED. EL PAPEL DE LA MUJER PODRÁ SER INTERPRETADO POR SOPHIE, LA EX DE OCTAVE. SE ABRAZAN LEVANTANDO A SU HIJO HACIA EL CIELO INMACULADO. EN ESE MOMENTO, UN HIDROAVIÓN PASA POR ENCIMA DE SUS CABEZAS. CONTRAPLANO DE SUS ROSTROS QUE ABREN LOS OJOS COMO PLATOS, SORPRENDIDOS. EL BEBÉ ROMPE A REÍR. PLANO DEL AVIÓN QUE RESULTA SER UN CANADAIR Y COMPRENDEMOS POR QUÉ SUS ROSTROS SE HAN ILUMINADO: EL AVIÓN SE INCLINA LEVEMENTE Y EMPIEZA A DEJAR CAER CINCUENTA TONELADAS DE CONFETTI MULTICOLOR. LA MÚSICA INVADE EL ESPACIO (AUMENTAR EL SONIDO
EN
POSPRODUCCIÓN). CÁMARA LENTA, TRAVELLING HACIA ATRÁS SOBRE LA PLAYA Y PLANO-SECUENCIA EN PICADO A LA LOUMA. EL ESPECTADOR TIENE QUE LLORAR A MOCO TENDIDO AL VISIONAR ESTE INSTANTE DE PURA BELLEZA: LA PAREJA UNIDA, EL DECORADO PERFECTO, EL BEBÉ INOCENTE, LA LLUVIA DE CONFETTI ROJO, AZUL, AMARILLO, VERDE Y BLANCO. VEMOS QUE ESTÁN EN UNA ISLA DESIERTA, RODEADOS DE COCOTEROS Y DE ARENA BLANCA.