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Authors: Kristin Cashore

Tags: #Infantil y juvenil, #Aventuras, #Fantástico

Bitterblue (69 page)

Katsa la estrechó en un largo abrazo y Bitterblue comprendió que siempre sería así. Katsa llegaría y después se marcharía. Pero el abrazo era de verdad; y duradero, aunque acabase. La llegada sería tan real como la partida, y el regreso siempre sería una promesa. Tendría que conformarse con eso.

Por la noche, después de que todos se hubiesen marchado, se dirigió a la galería de arte porque se sentía sola.

Y fue entonces cuando Hava la condujo escalera abajo hasta un sitio en el castillo en el que Bitterblue no había estado nunca. Se sentaron juntas en lo alto de la escalera de la prisión y escucharon a Goldie cantarles una canción de cuna a los prisioneros.

Capítulo 44

S
u tío —que además era monarca— esperaba a Bitterblue en Porto Mon con una flota desplegada allí para complacerla. Iría a reunirse con él.

El día antes de marcharse se sentó en su despacho, reflexionando. Treinta de los treinta y cinco diarios de Leck se habían destruido en el incendio provocado por Thiel. Deceso, al que ahora aterraba el fuego, trataba de leer, descifrar y memorizar los cinco diarios que se habían salvado con un apresuramiento demencial. Bitterblue comprendía el alcance de la catastrófica pérdida de información, pero no podía lamentarlo. Sentía un alivio demasiado grande. Pensó que, con el tiempo, quizá le gustaría leer los cinco diarios restantes de su padre; algún día. La lectura de cinco diarios no parecía una horrible tarea irrealizable. Quizá fuera capaz de hacerlo, dentro de unos años, delante de una chimenea y envuelta en mantas mientras alguien la abrazaba con fuerza. Pero ahora, no.

Le había pedido a Helda que se llevara las sábanas de su madre. También eran para descifrarlas algún día, en otro momento, cuando no fuera tan doloroso para ella hacerlo. Tal vez en el futuro serían solo un recuerdo doloroso, y no el dolor en sí. Y no hacía falta conservarlas cerca para recordar. Para eso ya tenía el baúl de su madre y todas las cosas que guardaba en él, y los pañuelos de Cinérea, y la estatua de Belagavia. Y tenía su pena.

Las sábanas nuevas eran finas y lisas. Cuando le rozaban la piel con suavidad, sin los bultitos ásperos de los bordados en las orillas, se sorprendía. Y una especie de alivio la recorría de arriba abajo, como si fuera posible que las heridas de la mente y del corazón empezaran a sanar pronto.

«El desafío que aguarda a mi reino —pensó— es encontrar el equilibrio entre saber y sanar».

Los escribientes y los guardias habían tomado por costumbre acudir ante ella para hacer confesiones. Holt fue el que dio pie a los demás al aparecer en su despacho un día.

—Majestad —le dijo—, si va a perdonarme, me gustaría que supiera qué es lo que me perdona.

No había sido fácil para Holt hacer aquello. Había matado reclusos en las prisiones por encargo de Thiel y Runnemood, y ni siquiera era capaz de empezar a dar voz a las cosas que Leck le había obligado a hacer. Arrodillado delante de Bitterblue, con las manos enlazadas con fuerza y la cabeza inclinada, empezaba a mostrarse confuso y a ser incapaz de expresarse.

—Quiero contárselo, majestad —farfulló con voz estrangulada—, pero me es imposible.

Bitterblue ignoraba qué hacer por quienes necesitaban hablar de esas cosas y no podían. Se le ocurrió que podría preguntarle a Po, ya que su primo tenía una capacidad perceptiva especial para saber lo que podría venirle bien a una persona; o a Fuego.

—Te ayudaré con esto, Holt. No dejaré que te enfrentes a ello solo, te lo prometo. ¿Querrás tener paciencia conmigo y yo la tendré contigo?

Habría que construir otro ministerio. De todos ellos, este sería con el que debería ir con más cuidado. No se lo pondría como obligación a nadie, pero haría que su existencia fuera notoria. Sería un ministerio para todas las personas que pudieran asumir —y tal vez incluso aliviar— su dolor hablando y dejando constancia de cómo habían sido sus propias experiencias. Habría un espacio para tal menester en el castillo, una biblioteca donde se guardarían los historiales, y un ministro y personal que sus amigos la ayudarían a elegir. Algunos componentes del personal viajarían para llegar hasta las personas que no estuvieran en condiciones de ir a la ciudad. Sería un lugar seguro para compartir el peso de esas vivencias y el registro por escrito de los recuerdos antes de que desaparecieran. Se llamaría Ministerio de Historias y Verdad, y serviría para sanar su reino.

—Majestad.

El sol se ponía y empezaba a caer una ligera nevada. Bitterblue alzó la vista del escritorio para mirar la cara familiar, afilada y fatigada del bibliotecario.

—Deceso, ¿qué tal estás?

—Majestad —saludó el hombre—. Un niño llamado Immiker nació en un predio ribereño del norte de Monmar hace cincuenta y nueve años. Era hijo de un guardabosques llamado Larch y una mujer llamada Mikra, la cual murió al dar a luz.

—Cincuenta y nueve —dijo Bitterblue—. La edad es correcta. ¿Es él?

—No lo sé, majestad. Puede ser. Hay otros registros de gente con nombres similares que he de tener en cuenta.

—¿Significaría eso que soy monmarda?

—Algunos detalles coinciden con lo que sabemos de él, majestad, y podemos seguir buscando pistas. Pero dudo que alguna vez lleguemos a estar seguros de su identidad por estos datos. En cualquier caso —dijo en tono seco—, no veo que haya dudas sobre si usted es monmarda o no. Es nuestra soberana, ¿verdad?

Deceso soltó un pequeño montón de páginas en el escritorio, giró sobre sus talones con brusquedad, y se marchó.

Bitterblue se frotó el cuello al tiempo que suspiraba. A continuación tiró de los papeles del bibliotecario para acercárselos y leyó:

Majestad, he terminado la traducción del primer diario. Como ya me había figurado, es el último diario que el rey Leck escribió. Termina con la muerte de la madre de su majestad y con la subsiguiente búsqueda que hizo su padre por el bosque para encontrarla a usted. También acaba con los detalles del castigo que infligió a Thiel, porque el día en que usted escapó con su madre al parecer faltaba uno de los cuchillos de Leck. El rey decidió que Thiel lo había robado para entregárselo a la reina Cinérea. Le ahorraré los detalles.

En el escritorio, Bitterblue se rodeó con los brazos; se sentía como si estuviera muy alta en el cielo, y muy sola. Un recuerdo, como una puerta que se abriera por sí misma a la luz, entró en su mente, arrollador.

Thiel irrumpe en los aposentos de su madre, donde Cinérea ha estado ocupada en la demente empresa de atar sábanas y echarlas después por la ventana. Ella tiembla de miedo porque sabe lo que están a punto de hacer.

Thiel tiene el rostro manchado de lágrimas y sangre.

—Váyase —ha dicho mientras corre hacia Cinérea y le tiende un cuchillo que es tan largo como el antebrazo de Bitterblue—. Deben irse ahora. —Ha abrazado a Cinérea y dice con voz enérgica—. ¡Ya! —Luego cae de rodillas delante de Bitterblue. La ha estrechado en un fuerte abrazo consiguiendo que deje de temblar—. No se preocupe —le dice—. Su madre la protegerá de todo mal, princesa. Crea todo lo que le diga, ¿comprende? Todas y cada una de las cosas que le diga. Vaya con ella ahora, y guárdese. —Después le ha besado la frente y ha salido corriendo de la habitación.

Bitterblue sacó una hoja de papel limpia y puso por escrito el recuerdo para que no se perdiera, porque era parte de su historia.

«QUIÉN ES QUIÉN» EN EL MUNDO
TAL COMO LO CONOCEMOS

ENGAÑOSO, ARBITRARIO Y, EN CONJUNTO,

DE DUDOSA FINALIDAD

Recopilado por Deceso, bibliotecario real de Monmar, al cual solo le gustaría señalar que no dispone de tiempo para este tipo de cosas.

ATENCIÓN: EL SIGUIENTE ARCHIVO

ES UN BORRADOR INCOMPLETO.

EL CRONISTA SIGUE ÓRDENES Y SOLO PUEDE

TRABAJAR CON LOS DATOS QUE LE ENTREGAN.

Anna (Monmar)
: Panadera mayor en las cocinas del castillo. De cuestionable importancia en esta guía.

Bann (Terramedia)
: Farmacólogo y presunto cabecilla del Consejo. Suele viajar en compañía del príncipe Raffin de Terramedia.

Belagavia (Monmar)
: Escultora predilecta del rey Leck, quien la asesinó. Realizó unas cincuenta o cincuenta y cinco esculturas de personas en plena transfiguración. Hermana de Holt y madre de Hava.

Birn (Oestia)
: Rey de Oestia. Un canalla despreciable.

Bitterblue (Monmar)
: Reina de Monmar y la más excelsa patrona de este cronista. Hija del rey Leck y de la reina Cinérea. Sobrina del rey Ror y de la reina Zinnober de Lenidia. Sin duda alguna, la mejor soberana de los que reinan en la actualidad en el mundo conocido, aunque se debe mencionar que incluso los mejores monarcas malgastan el tiempo de sus bibliotecarios con una frecuencia sorprendente.

Bren (Monmar)
: Profesora e impresora en el distrito este de la ciudad. Hermana de Zafiro Abedul. Su familia ha jugado un papel relevante en la resistencia. Ayuda en la restauración de la colección de libros de la biblioteca del castillo. Eficaz, meticulosa y muy responsable; no como su hermano, con el que sí guarda bastante parecido físico.

Celaje (Lenidia)
: Príncipe lenita, sexto hijo del rey Ror y de la reina Zinnober. Hermano del príncipe Po y primo de la reina Bitterblue.

Cinérea (Lenidia, Monmar)
: En su juventud, princesa lenita que más adelante se convirtió en la reina de Monmar. Ahora fallecida. Hermana del rey Ror de Lenidia, madre de la reina Bitterblue de Monmar. Asesinada por el rey Leck de Monmar, su esposo. Este cronista la recuerda como una persona amable y culta atrapada en una situación imposible. Es de resaltar que salvó la vida a la reina Bitterblue.

Danzhol (Monmar)
: Noble ruin de la región central de Monmar, de discutible cordura. Su gracia: causar de forma voluntaria la deformación de su rostro de una manera atroz. Este cronista prefiere no describir el proceso ni entrar en detalles.

Darby (Monmar)
: Consejero de la reina Bitterblue en los años posteriores a la muerte del rey Leck. Su gracia: no dormir nunca.

Deceso (Monmar) (pronunciado: «Diceso»)
: Un servidor. Bibliotecario real de Monmar. Su gracia: rapidez de lectura y una memoria perfecta que recuerda todo lo leído.

Drowden (Nordicia)
: Rey de Nordicia, ahora destronado. Un sinvergüenza insufrible.

Dyan (Monmar)
: Jardinera mayor de la reina Bitterblue. De cuestionable importancia para esta guía.

Eemkerr (procedencia desconocida)
: Nombre dado durante la infancia a la persona que llegaría a ser el rey Leck de Monmar. Nacido en algún lugar de los siete reinos. Véanse:
Immiker
y
Leck
.

Fantasma (Monmar)
: Celebérrima delincuente que dirige los bajos fondos y el mercado negro de la ciudad.

Froggatt (Monmar)
: Un escribiente de la reina.

Fuego (Los Vals) (Su nombre en valense es Bira, más o menos)
: Una noble valense. También, como llaman en Los Vals a los de su clase, una «monstruo». Una mujer inquietante por demás.

Gadd (Monmar)
: Artesano, creador de tapices predilecto del rey Leck y asesinado por él.

Giddon (Terramedia)
: Antaño un noble de Terramedia, ahora desposeído de título y posesiones. Presunto cabecilla del Consejo, suele viajar con el príncipe Po de Lenidia. Es menester mencionar que a un servidor le salvó la vida.

Goldie (Monmar, Lenidia)
: Nueva responsable de prisiones de la reina Bitterblue. Antaño fue capitán de la prisión naval de Burgo de Ror, Lenidia. Su gracia: cantar.

Gozo Amoroso (Amoroso
para los amigos) (Monmar)
: Gato de refinado carácter.

Granemalion Verdeante (Lenidia)
: Príncipe lenita que se conoce como Po. Prestigioso cabecilla del Consejo. Séptimo hijo del rey Ror y de la reina Zinnober de Lenidia, primo de la reina Bitterblue.

Amante célebre de lady Katsa de Terramedia. Su gracia: la lucha cuerpo a cuerpo (según él). Tiene buena mano para los gatos.

Grella (Monmar)
: Legendario montañero y explorador monmardo que escribió unos grandilocuentes y pretenciosos diarios de sus aventuras y murió en el desfiladero que lleva su nombre.

Hava (Monmar)
: Hija de Belagavia, sobrina de Holt. Su gracia: esconderse, camuflarse.

Helda (Terramedia, Monmar)
: Dueña y gobernanta de la reina Bitterblue, así como su jefa de espías. Anteriormente sirvió a lady Katsa de Terramedia. Persona de dignidad sin par, aunque obstinada sobremanera.

Holt (Monmar)
: Miembro de la guardia real. Hermano de Belagavia, tío de Hava. Su gracia: la fuerza.

Immiker (Monmar)
: Niño nacido en Monmar el mismo año en el que se cree que nació el rey Leck. Es probable que fuera el Eemkerr que de mayor se convirtió en el rey Leck, si bien un servidor no puede confirmarlo.

Ivan (Monmar)
: Ingeniero predilecto del rey Leck. Construyó los tres puentes de la ciudad.

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