El coleccionista (53 page)

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Authors: Paul Cleave

Tags: #Intriga

—Es el mejor café de la ciudad —comenta él.

Ella le devuelve la sonrisa.

—Me alegro de oír eso —dice ella.

El tipo vuelve a concentrarse en su crucigrama. Emma piensa en Adrian Loaner, en lo que sintió al clavarle el imperdible en el ojo. Si se lo hubieran preguntado hace un mes, habría dicho que era incapaz de hacer algo así, fueran cuales fuesen las circunstancias. Tampoco se le habría ocurrido seguir a un cliente hasta el aparcamiento y estrangularlo.

La gente cambia. Algunos a mejor, otros a peor. Después de contribuir al asesinato de dos hombres, ya no sabe en cuál de las dos categorías está.

Piensa en Cooper Riley, tendido en el suelo, ahogado por el disparo de la Taser. Ella quería que muriera. Deseaba desesperadamente que muriera y aunque eso fue lo que acabó sucediendo, se alegra de no haberlo matado con sus propias manos. Sintió cierto alivio en ese aspecto. Se suicidó y con eso la liberó de cualquier sentimiento de culpa, aunque no está segura de si realmente habría llegado a sentirse culpable. Si hubiera sobrevivido, podría haberle hecho daño a más gente. Hoy no, ni la semana que viene, pero sin duda alguna habría vuelto a hacerle daño a alguien dentro de quince años, cuando hubiera salido de la cárcel.

Theodore Tate se aseguró de que eso no sucediera.

Al menos eso es lo que ella cree que sucedió.

Theodore Tate. Sigue odiándolo por lo que hizo el año pasado. Pero eso está cambiando. Emma ha oído que Tate quiere volver a ingresar en el cuerpo de policía y espera llegar a trabajar con él algún día. Sabe que él puede enseñarle cosas sobre el mundo que no aprenderá en el cuerpo, cosas que pueden convertirla en una poli mejor. Cosas que podrá hacer para ayudar mejor y a más gente.

Como quitar tubos de plástico de las gargantas de los malos.

De acuerdo, no está segura de que pueda llegar a hacerlo, del mismo modo que no está segura de lo que sucedió realmente en esa habitación en cuanto hubo salido de ella.

Al día siguiente encontraron nueve cadáveres en la granja. Todos eran hombres que habían desaparecido durante los últimos años, muertos a manos de dos hermanos que a su vez murieron a manos del hombre al que ella le clavó el imperdible.

Sí, no tiene ninguna duda de que quiere ser poli. Quiere librar al mundo de ese tipo de gente.

El anciano termina el crucigrama y la saluda mientras sale por la puerta. Ella se acerca a la mesa en la que estaba sentado y recoge el periódico que se ha dejado. Lo dobla por la portada. Hay un retrato robot de Melissa X, el mismo que han estado mostrando durante el último año, aunque ahora añaden su nombre real y una fotografía de cuando estaba en la universidad. Natalie Flowers.

Natalie Flowers fue la primera víctima de Cooper Riley.

Es terrible pensar así, pero Emma desearía que Cooper hubiera matado a Natalie Flowers.

Anoche encontraron otro cadáver, el de un conductor de ambulancia. Estaba desnudo en un parque, con las manos atadas alrededor de un árbol. No hallaron su uniforme en la escena del crimen. Emma se pregunta si conseguirá ingresar en el cuerpo antes de que atrapen a Natalie Flowers y se pregunta si llegarán a atraparla algún día. Recoge la taza de café y el plato de la mesa y se lo lleva a la cocina, dobla el periódico en dos y lo tira a la basura.

— FIN —

Agradecimientos

Me gustaría expresar mi enorme agradecimiento a todo el equipo de Atria y muy especialmente a la fantástica Sarah Branham, quien hizo un trabajo increíble con el manuscrito. Me siento muy afortunado de tenerla como editora.

También me siento afortunado de contar con la mejor agente del mundo editorial: Jane Gregory, que ha demostrado tener una gran fe en mí y me ha apoyado muchísimo. Sin ella estaría perdido. Stephanie Glencross, la editora dentro de la agencia literaria Gregory and Company, tiene mucho ojo para los detalles y mucho tacto a la hora de señalar mis errores.

También quiero dar las gracias a todas las personas que han comprado mis libros y a los que se han puesto en contacto conmigo por correo electrónico. Sin sus muestras de afecto habría dejado de escribir. El 2010 fue un año un poco ajetreado para mí, ¡y quiero agradecer a todos mis amigos que se aseguraran de que lo terminara sano y salvo!

Y por supuesto a mis padres: las dos mejores personas que hay en el mundo. Todo cuanto soy es gracias a ellos.

Paul Cleave
vive en la ciudad donde ambienta sus libros: Christchurch, en Nueva Zelanda. Desde siempre quiso ser escritor. En 2006 publicó su primera novela,
The Cleaner
, que había escrito seis años antes. Se convirtió en un éxito enorme en su país y se tradujo a varias lenguas. Su última novela,
El coleccionista
, le consagra como uno de los escritores de
thrillers
más interesantes, sorprendentes y de mayor calidad que hay actualmente.

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