Read El líder de la manada Online
Authors: César Millán,Melissa Jo Peltier
Tags: #Adiestramiento, #Perros
Ver a Gus acercarse al rebaño por primera vez fue contemplar uno de los milagros de la naturaleza. Primero Gus salió corriendo tras ellas de un modo errático, incapaz de decidirse entre escuchar a su instinto depredador que le decía «mata a la oveja», y su otro instinto de pastor que le decía «organízalas». Con un par de leves correcciones por parte de Jerry, superó la fase depredadora en un instante y de pronto comenzó a describir círculos amplios para guiar a las ovejas más lentas y que se habían separado del rebaño al centro de éste. Fue increíble ver a este muchacho de ciudad volver a sus antiguas raíces de ranchero, lo que me empujó a saltar de alegría y a gritar de júbilo. Tedd estaba verdaderamente conmovido al final del día: «Creo que no le había visto nunca tan feliz ni tan relajado», dijo después. Tedd y Shellie siguen llevando a Gus a sus clases de pastoreo, y de ese modo han dado un paso de gigante para controlar su inagotable energía.
Por toda Norteamérica hay clubes de pastoreo dirigidos por personas volcadas en ellos como Jerry, en donde se proporciona esta clase de actividad a muchas razas distintas de perros de trabajo, y el
American Kennel Club (AKC)
puede ponerte en contacto con instalaciones de tu zona. Recientemente incluso he conseguido ayudar a un rottweiler antisocial llevándolo a las clases de pastoreo de Jerry. Jerry utiliza una frase que creo que resume la fuerza primigenia de la experiencia pastoril de cualquier perro pastor: «Un animal con instinto de pastor y sin ningún entrenamiento puede dar trabajo a nueve hombres. Un perro pastor entrenado puede hacer el trabajo de nueve hombres. Eres tú quien decide con cuál de los dos prefieres vivir».
La palabra
terrier
tiene su origen en el vocablo latín
terra
, que significa tierra, y ésa es una descripción válida para las funciones que desempañaban inicialmente las razas de este grupo. Los terrier son magníficos persiguiendo y matando roedores, alimañas y pequeños mamíferos, para lo que llegan incluso a excavar en la tierra para atraparlos. Más adelante, terrier más musculosos como los staffordshire terrier americano, el staffordshire bull terrier y el pitbull terrier americano fueron criados para pelear entre ellos. Gracias quizás a su tamaño reducido y a su especial belleza, los terrier son perros muy populares en Norteamérica.
Aunque su tamaño es más pequeño, es importante no olvidar que tienen el instinto cazador y de trabajo en la sangre, de modo que suelen ser animales que poseen mucha energía, e incluso hay algunos como el jack russell que pueden tener no sólo mucha, sino muchísima energía. Si tienes la oportunidad de criar uno de ellos desde edad muy temprana, socializarlos y familiarizarlos con otros perros y pequeños animales es fundamental. Con perros de más edad o de rescate, el hábito de agresión hacia otros animales suele haber empezado ya, de modo que además de tus cualidades de liderazgo firmes y serenas, puede que necesites la ayuda de un profesional para interrumpir esa tendencia. No cometas el error en el que caen tantos de mis clientes que consiste en pensar «bueno, no le gustan los otros perros. Es su personalidad». Los perros son animales gregarios por naturaleza.
He descubierto que mucha gente piensa que porque un perro es pequeño de tamaño le bastará con darse unos paseos por la casa o, como suelen hacer los terrier, perseguir ardillas o hacer agujeros en la tierra. Ya hemos visto que cuanta más energía tiene un perro, más ejercicio primario necesita para satisfacer su mundo interior como animal, perro y raza. A pesar de sus patas cortas, el terrier suele necesitar mucho ejercicio primario, o de otro modo comenzará a mostrar comportamientos obsesivos o neuróticos. Tengo clientes que necesitan añadir casi constantemente desafíos mentales a los paseos de sus terrier, especialmente cuando no pueden caminar entre tres cuartos y una hora el día, y suelo aconsejarles que añadan mochilas, patines, bicicletas o monopatines para ayudar a agotar el exceso de energía de sus canes.
Muchas de las actividades y ejercicios recomendados para los perros de pastor (disco,
flyball
y juegos de agilidad) funcionan además fantásticamente bien para los terrier de mucha energía. Y no es casualidad que muchas de las estrellas caninas de la pantalla pertenezcan a este grupo. ¿Recuerdas a Eddie, el jack russell terrier de la comedia
Frasier
? Lo interpretaba el recientemente fallecido Moose, y ahora Enzo, su hijo, sigue la carrera de actor de su padre. Wishbone, la estrella de la PBS, es también un jack russell. Skippy, un fox terrier, fue una de las estrellas más solicitadas en Hollywood durante los años treinta. Participó junto a Cary Grant, Katharine Hepburn y un leopardo de nombre Nissa en
La fiera de mi niña
, interpretó a Asta en la famosa serie de detectives titulada
Thin Man
, y a Mr. Smith en
La pícara puritana
. El famoso Spuds MacKenzie de Budweiser’s era un bull terrier, y el adorado Petey de
La pandilla
, era un staffordshire terrier americano. Una vez se ha ejercitado convenientemente a estos animales, enseñarles trucos y a obedecer órdenes utilizando una técnica de refuerzo positivo como un
clicker
o/y recompensas en forma de comida es un modo satisfactorio tanto para el dueño como para el perro de redirigir el comportamiento de la raza.
Un detalle más que es posible que desconozcas sobre los pitbull y otras razas fuertes de terrier, cuyo exceso de energía puede desembocar a veces en saltos o agresividad, es que el trabajo de tiro puede resultar ser una maravillosa vía de escape para ellos, ya que son razas de trabajo. Los delincuentes que crían y entrenan pitbulls para pelear y acabar matándose unos a los otros en peleas ilegales suelen emplear esta clase de ejercicios para poner en forma a sus animales para el cuadrilátero, pero esa misma actividad puede emplearse de un modo positivo. Cuando Daddy era más joven, solía desafiarle constantemente haciéndole tirar de troncos, ruedas y otros pesos cuando paseábamos colina arriba por las montañas de Santa Mónica. Me gusta recordarle subiendo por aquellas laderas con una expresión decidida en el rostro y un brillo de satisfacción en sus ojos verdes. Estaba en la gloria con un trabajo tan importante que hacer y son ejercicios como ése los que le ayudaron a ser el perro satisfecho y feliz que es hoy.
En un antiguo enterramiento situado cerca de Bonn, en Alemania, los arqueólogos descubrieron los esqueletos de un hombre primitivo y su perro enterrados juntos. El enterramiento databa de hace catorce mil años. En Israel el esqueleto de una mujer de doce mil años de antigüedad fue encontrado con lo que parecía ser una mascota en brazos. Y en Alabama, entre restos humanos arcaicos de unos ocho mil años de antigüedad se encontraron enterramientos de perros que eran, en palabras del arqueólogo Carl F. Millar «mucho más delicados que los de los humanos». Por todo el mundo y a lo largo de la historia de la humanidad, los perros han desempeñado un papel no sólo de trabajo para el hombre, sino puramente emocional.
Los perros del grupo de compañía son la evidencia de hasta qué punto estamos conectados con nuestros perros. Mientras que algunas razas de compañía o
toy
sirven para cazar pequeñas alimañas o pájaros entre los arbustos, muchos de ellos han sido criados a lo largo de los siglos sólo para satisfacer las necesidades emocionales del hombre, como compañeros y accesorios. No llevaban a cabo ninguna función importante para ayudar a sobrevivir a los humanos, sino que, simplemente, los queríamos. Muchas de estas razas son versiones en miniatura de sus parientes más voluminosos, pero el origen de otros se remonta a un pasado tan remoto que ha quedado ya olvidado.
Los perros de compañía tienen un pasado genético muy variado, de modo que no se puede generalizar sobre su comportamiento. Algunos fueron en sus orígenes perros cazadores de pájaros, como los spaniel King Charles e inglés, el toy Manchester, toy tox, Yorkshire y silky terrier, el papillón, maltés, pomerania, toy poodle, y el pinscher miniatura. Todos estos perros fueron seleccionados por su elevado nivel de energía, y esa característica se aprecia en sus descendientes. Los perros de compañía puros como los chihuahua, pekinés, pug y shih tzu fueron seleccionados por su aspecto, su tamaño y, por supuesto, su belleza.
Desgraciadamente la belleza es el factor en el que suelen comenzar la mayor parte de problemas con las razas pequeñas. Los seres humanos somos adictos a la belleza; de hecho, los antropólogos dicen que se trata de una característica grabada en nuestro sistema para asegurarnos de que cuidaremos a nuestros bebés. Dado que las razas toy son tan adorables, tendemos a dejar que se salgan con la suya en cosas que nunca toleraríamos en razas más grandes. Por ejemplo: la mayor parte de la gente no permite que sus perros ladren durante mucho tiempo, simplemente porque es un ruido demasiado fuerte que nos molesta. Además, cuando ladra un perro grande, nos lo tomamos más en serio. Sin embargo, cuando ladra un perro pequeño para alertarnos de algo, o simplemente para llamar nuestra atención, en muchas ocasiones le dejamos que siga y siga ladrando cuanto quiera. En un principio nos hace mucha gracia: «Es que me está diciendo que quiere su hueso», de modo que se lo damos. O «es que me está diciendo que quiere jugar». Después de un tiempo, su comportamiento empieza a resultar molesto, pero para entonces ya nos hemos convencido de que es la personalidad del perro o su raza, de modo que no hacemos nada al respecto. Un comportamiento todavía peor es el de morder. Nunca permitiríamos que un rottweiler utilizase sus dientes para manipularnos o controlarnos, pero cuando se trata del mordisco de un perro pequeño es eso exactamente lo que intenta hacer. Cuanto más permitamos estos comportamientos, más firmemente estaremos enseñando a nuestro toy que ése es el modo de conseguir lo que quiere. Al final estos perros se vuelven tan inestables que su comportamiento puede escalar hasta atacar a otros animales o a personas.
La clave consiste en recordar que detrás de esa bolita de pelo o de esa carita tan dulce, el toy es ante todo un animal-perro. Si no olvidamos esto, y la fórmula de ejercicio, disciplina y afecto, satisfacer las necesidades de los perros más pequeños no será distinto de satisfacer la de aquellos más grandes. Los perros de compañía también necesitan vigorosos paseos, aunque como consumen más energía no suelen necesitar una caminata larga. Los juegos deben realizarse de un modo controlado, con inicio y fin marcados. El secreto es no dejar que los perros pequeños almacenen demasiada energía. Cuando acaban siendo mascadores compulsivos, mordedores, ladradores o animales antisociales, es porque han descubierto que esas actividades negativas son un modo de liberar energía. No importa lo pequeño que sea tu perro: siempre necesitará reemplazar comportamientos destructivos con otras alternativas, desafíos físicos y psicológicos que varían desde un juego con una pelota de tenis a pistas de agilidad y
flyball
para los más energéticos. Además pueden disfrutar también con una serie de ejercicios de obediencia con recompensa.
En este grupo figuran básicamente el resto de las razas que no encajan en ninguna de las otras categorías, aunque muchos de ellos figuren entre los más populares del país. Entre ellos se incluyen perros de trabajo, perros de pastor, terrier y miniaturas. Según el American Kennel Club (AKC), las diez razas más populares que figuraban en su lista de 2006 son el poodle o caniche, bulldog, boston terrier, bichon frisé, bulldog francés, lhasa apso, shar-pei, chow chow, shiba inu y el dálmata. Dependiendo de la raza, cualquiera de las muchas actividades y ejercicios de los que ya hemos hablado pueden utilizarse como añadido al paseo.
Después de todo lo que hemos dicho y hecho, los muchos puntos fuertes y débiles de este último grupo sirven para resaltar lo principal: que cuando se trata de un perro, la raza es sólo el traje. En otras palabras: cuanto más pura sea la sangre del perro, más «pulso» genético tendrá en su comportamiento las características de sus ancestros. Sin embargo, satisfaciéndolo como animal-perro con el paseo (la conexión primaria entre el hombre y el perro) y con la fórmula en tres pasos, habrás avanzado enormemente en la prevención de cualquier dificultad en su comportamiento relacionada con la raza. Es importante ser consciente de las necesidades y tendencias de determinadas razas, pero es incluso más importante comprender la psicología básica de todos los perros, y apreciar su unión directa con el resto del reino animal. He reparado en el hecho de que los dueños de mestizos suelen tratar a sus perros más genéricamente como perros, y los canes a veces disfrutan de una vida mucho mejor, independientemente de cuál pueda ser su herencia ancestral.
Cuando la gente pone demasiado énfasis en la raza de un perro, aparece lo que yo suelo llamar
prejuicio de raza
. Por eso cuando fui presentador de la gala de los premios Emmy a las Artes Creativas en 2006 me tomé la molestia de salir al escenario del Shrine Auditorium patinando y con seis pitbull que habían padecido agresiones. Y allí se quedaron, bajo las luces brillantes de los focos y ante casi dos mil quinientas personas, perfectamente tranquilos y bien educados: los embajadores ideales de toda su raza. Y por supuesto, Daddy tuvo que ser la estrella invitada. Fue él quien, sin necesidad de correa, me trajo el sobre en el que venía el hombre del ganador en la categoría de montaje de televisión. No olvidéis que Daddy no es un perro adiestrado, sino un perro equilibrado. Mi comunicación con él no se basa en órdenes ni en recompensas, sino en un lazo a largo plazo de total confianza y respeto.
Los pitbull han sido las últimas víctimas del perjuicio de raza en este país. Defino
prejuicio de raza
del mismo modo que prejuicio racial, ya que ambos se basan en el miedo y la ignorancia. La historia de Norteamérica nos enseña que los nativos norteamericanos, irlandeses e italianos fueron algunos de los primeros grupos a los que los poderosos demonizaron y culparon de los problemas, la pobreza y la delincuencia. Luego fueron los afroamericanos, y ahora, los latinos. Por supuesto que la gente que piensa sabe que no es cuestión de raza, ya que en todas ellas hay gente maravillosa. Ni todos los italianos son mafiosos, ni todos los irlandeses borrachos, ni todos los afroamericanos delincuentes, ni todos los latinos unos vagos. Pero cada periodo de diez años hacen responsable de la infelicidad de la gente a un nuevo grupo. Lo mismo ocurre con las razas de perros. En los setenta, era el pastor alemán. En los ochenta, los doberman. En los noventa, todo el mundo temía a los rottweiler, y desde los noventa en adelante, los culpables de todo son los pitbull. Cuanto más educada esté la gente y cuanto más en serio se tomen sus responsabilidades los dueños de pitbull y rotis, menos probable será que culpemos a los perros.