Kammler volvió a beber, mientras ordenaba sus papeles y siguió:
—En julio de 1949, muchas organizaciones pro-alemanas, organizaciones sudistas, incluyendo al KKK y asociaciones pro-americanas formaron la Alianza Americana por la Libertad. La AAL fue apoyada por grandes corporaciones que ya habían fundado la Liga Americana por la Libertad a mediados de los treinta para oponerse a Franklin D. Roosevelt. En septiembre de 1949, la Enmienda 22 de la Constitución fue anulada. La nueva enmienda decía que solo individuos de origen no-judío, de ascendencia europea o arios podían ser ciudadanos de los Estados Unidos. También decía que solo los ciudadanos americanos estaban protegidos por la Constitución y las leyes americanas. En diciembre de ese año, el presidente Lindbergh anunció la creación de la Agencia Espacial Americana y anunció que los Estados Unidos tratarían de poner a un hombre en la Luna. —Kammler los miró a todos—. Señores, la carrera espacial contra Alemania había comenzado, pero ellos no sabían hasta dónde habíamos llegado en nuestras investigaciones, más allá de los simples cohetes… —sacó un informe de una carpeta distinta—. Antes de entrar en detalles tecnológicos, quiero que vean cuál será el escenario político de nuestra patria hasta mediados de los años noventa, información que les muestro tal como la obtuvo el grupo enviado allí. El 30 de enero de 1950, y como celebración de la llegada al poder, nuestro Führer anunció la creación de una nueva Constitución para el Gran Reich Alemán. Dijo que sería totalmente operativa en tres años. Una gran celebración se preparó para hacerla coincidir con el veinte aniversario de la subida al poder 1933-1953. Era una Constitución muy moderna. Nuestro Führer se mantendría como Presidente y se nombraría a un Canciller. El Presidente tendría amplios poderes y a través del Canciller llevaría adelante las políticas. El Canciller sería una suerte de Secretario de Estado similar a la figura existente en los Estados Unidos. Se formaría un Senado y los senadores serían nombrados por el presidente Hitler. Lo serían con carácter vitalicio. Se crearía un Reichstag y sus miembros serían elegidos en votación popular. Representarían a sus distritos y su población. Los futuros candidatos a la presidencia serían elegidos en el senado y deberían tener una mayoría absoluta en el Reichstag, a la vez que el canciller debía ser miembro de ese Reichstag. Los presidentes electos deberían servir por un máximo de nueve años. Los Juegos Olímpicos fueron abolidos, y en su lugar se proclamaron los Juegos Arios, en los que solamente participarían atletas de raza blanca. Esta medida fue acogida con entusiasmo en toda Europa, América y la Oceanía blanca. Se celebrarían cada 5 años y solo en Alemania. El Führer anunció un masivo programa de colonización alemana de la Rusia europea. Los nuevos pobladores tenían que venir de Alemania y del resto de Europa, y se preparó todo un programa de alicientes para conseguirlo. La idea fue formar asentamientos que serían creados por el gobierno. Incluso nuestro Führer era optimista en el sentido de que creía que muchos germano-americanos inmigrarían a los nuevos territorios de Europa del este. Un número de personas de origen eslavo fueron aceptadas como germanos, así como otros europeos. El número de
Volksdeutche
aumentó tras pasar las pruebas pertinentes. Debido al papel que habían jugado los rusos en la caída de la Unión Soviética después de que Alemania negociase la paz con los Aliados en 1944, las políticas raciales de Himmler fueron modificadas y adaptadas. Un mayor porcentaje de eslavos fue seleccionado para su germanización, y el resto fueron organizados en distritos étnicos autogobernados, que eran aliados de Alemania. El 45% de los polacos fueron convencidos para aceptar la germanización y se les permitió permanecer en las áreas polacas que fueron anexionadas por Alemania. El resto de la población polaca fue gradualmente recolocada en comunidades de la Rusia europea. Fueron mezclados en una población muy variada para prevenir la formación de comunidades polacas. Los gobernantes creían que serían asimilados por los demás.
Kammler señaló la inmensa zona geográfica que comprendía la Rusia europea. Siguió con su explicación.
—Para los territorios del este, se creó una jerarquía feudal SS que ocupaba el máximo nivel de gobierno. Por debajo estaba la población germana normal, seguida por los europeos que estaban en trámite de ser aceptados como germanos. Les seguían los pobladores europeos normales y por último aquellos elementos declarados inútiles para su asimilación. En abril de 1950, Himmler anunció la creación de la Legión Extranjera SS. Incorporaba la Legión Extranjera Francesa y antiguos ejércitos coloniales belgas, portugueses, españoles, italianos, holandeses y británicos. Era un ejército móvil, de rápida actuación, para mantener el orden en la colonias europeas en África y Asia. Se formaron también unidades sudafricanas y una egipcia. Gracias a todo este programa de amplio aspecto social, la población creció de forma increíble. Se prepararon planes adicionales de asentamientos en Argelia, Túnez, Libia, Kenia, Rodesia y la costa este Italiana. Las poblaciones nativas de África, India y Oriente Medio estaban estabilizadas y con tendencia a la baja. En amplias áreas de África, la población nativa negra fue reducida sistemáticamente. A finales de 1950 había menos de cuatro millones de judíos en la Rusia europea. Los campos de concentración de la guerra fueron desmantelados y todos los judíos fueron llevados al este, donde fueron usados como trabajadores esclavos bajo las condiciones más brutales. El 20 de abril de 1950, para conmemorar el cumpleaños del Führer, el primer hombre llegó hasta la órbita lunar y dio la vuelta completa a nuestro satélite. Se trataba del coronel alemán Heinz Koch, a los mandos del nuevo cohete König lanzado desde Peenemunde.
Kammler mostró una foto del coronel Koch.
—También en ese mismo año los comunistas chinos fueron empujados fuera de Siberia y Mongolia por un ejército combinado chino-ruso. Mao fue asesinado en Siberia el 23 de septiembre. El nuevo jefe comunista fue Chu-En-Lai, que decidió que la única manera de continuar la lucha era encaminándose hacia el oeste. Durante el invierno de 1950-51, dirigió lo que quedaba del ejército comunista a través de Mongolia hasta Tien-Shan y las antiguas repúblicas comunistas soviéticas del Asia central. En agosto de 1951, los comunistas reclutaron antiguos comunistas del Asia central y comenzaron a operar como bandidos en las montañas del Kirgiztán. El presidente chino Chiang Kai-Chek envió un ejército a la China oeste en el verano de 1951. Ocupó el Tíbet y se reunió con el Dalai-Lama, prometiéndole respetar la autonomía del Tíbet. El Ejército Nacionalista Chino comenzó sus operaciones en el este de Kazakstán, Kirgiztán y Tajikistán. En Indochina, los comunistas que operaban en esa zona fueron eliminados por el ejército francés ayudado por grupos especiales SS y fuerzas chinas. En marzo de 1952, los Estados Unidos aprobaron la Enmienda 23 a la Constitución. Indicaba la creación de unas líneas maestras para la aplicación de la eugenesia en la población, similares a las nacional-socialistas de Alemania y que, ya en los años 20, los americanos habían comenzado a aplicar. Se planificó una esterilización masiva de la población negra. Todos los ciudadanos deberían llevar una tarjeta de clasificación racial. Un Plan de Parentesco se preparó en las agencias gubernamentales. Su principal impulsora, Sally M. Sullivan, indicó la necesidad de esterilizar a todos los no-blancos y retrasados mentales. También dio todo tipo de facilidades para las personas blancas sanas física y mentalmente para formar familias con muchos hijos. Muchas entidades cristianas se opusieron a este plan, pero los grupos cristianos del sur apoyaron sin fisuras la supremacía blanca de los programas eugenésicos que querían aplicarse. Durante el verano de 1952, grupos racistas blancos llevaron a cabo actos terroristas contra negros y judíos en los Estados Unidos. Muchos judíos comenzaron a emigrar a México y a otros países sudamericanos. Las elecciones de ese año muy fueron violentas. Motines protagonizados por blancos se sucedieron en ciudades como Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Detroit, etc. El presidente Lindbergh y el vicepresidente Kennedy fueron re-elegidos en noviembre de 1952. El Partido Demócrata solo recibió un 20% de los votos. En Germania, concretamente en abril de 1952, se celebró una reunión continental de las Iglesias Protestantes Europeas. Tras una semana de deliberaciones, los grupos protestantes acordaron la formación de la Iglesia Unida de Europa. En esta nueva Iglesia, de forma rotunda, se instituyó que solo los arios eran verdaderos seres humanos con alma. También se definió públicamente a Jesús como guerrero ario que se opuso a la judería internacional. En mayo hubo una reunión de grupos protestantes en Boston. La mayoría de las Iglesias participantes firmaron una doctrina que declaraba a los arios como únicos seres humanos provistos de alma y declararon también su solidaridad con la Iglesia Unida de Europa. En septiembre de 1952, el papa Pío XII anunció que la Iglesia Católica estaba de acuerdo con las decisiones de la Iglesia Unida de Europa. Las conversaciones bilaterales se dirigieron hacia la reunificación de la Cristiandad. El 30 de enero de 1953, nuestro Führer fue nombrado presidente del Gran Reich Alemán. Joseph Goebbels fue nombrado Canciller. La mayoría del nuevo Senado estaba formado por miembros de las SS. En abril de 1953, nuestro Führer viajó a los Estados Unidos y se reunió con el presidente Lindbergh en Washington. Hitler habló ante el Congreso y anunció la firma de una nueva alianza entre la Nueva Europa y el Tratado Aliado del Hemisferio Oeste (TAHO). Declaró solemnemente que había comenzado la nueva era del hombre ario. Alemania y los Estados Unidos acordaron trabajar juntos en sus programas espaciales y en nuevas bombas atómicas, de plutonio y de hidrógeno. También se nombró una comisión de seguimiento para los avances de estas armas. Ambos gobiernos iniciaron el trabajo para una mayor proximidad e integración en los siguientes veinte años y la posible unión de la Nueva Europa y el TAHO, para garantizar la dominación de la raza aria en todo el mundo. En ese año, 1953, la mayoría de los países de Sudamérica tenían gobiernos fascistas, a pesar de que estaban más próximos a los Estados Unidos que a Alemania. El 4 de julio de 1957 un equipo de tres alemanes, dos norteamericanos y un italiano consiguieron un alunizaje. Von Braun vio su sueño de ver un hombre en la Luna y anunció que el siguiente paso era poner a un hombre en Marte en 1970. El presidente Lindbergh fue re-elegido en 1956, y como primer acto de buena voluntad hacia la Alianza de la Nueva Europa embargó los bienes en los Estados Unidos de los Rockefeller, los Rotschild, los Warburg y muchas otras familias judías de la banca y las finanzas mundiales, conseguidos a través de la usura, el abuso y las malas prácticas empresariales. También nacionalizó la Reserva Federal, que dejó de ser una empresa bancaria privada en manos de las familias de banqueros mundiales. La supuesta deuda de los Estados Unidos hacia la Reserva Federal quedó anulada a todos los efectos. La Federal Reserve Act de 1913, llevada a cabo en la Navidad de ese año de forma escandalosa y con una minoría de diputados, desapareció, liberando a Norteamérica de deudas impagables y absolutamente abusivas. El golpe que recibieron los sionistas fue brutal y su poder quedó bajo mínimos. La noticia fue recibida con profundo júbilo en los países occidentales que, como consecuencia, estaban sometidos a ese yugo despiadado. Lindbergh anunció la creación del Banco Central de los Estados Unidos que, desde aquel momento, generaría el papel moneda y ofrecería préstamos populares a muy bajo interés.
La explicación que estaba dando el general Kammler sonaba increíble. No podían imaginar a los Estados Unidos en un papel como aquel.
—El nuevo sistema económico de los americanos, que comenzaría a regir en toda su área de influencia, estaba acordado con la Nueva Europa en todos sus puntos. El eliminar de un plumazo el funcionamiento financiero había dado paso a un nuevo sistema que se basaba en varios puntos:
1.
El Estado sería el único emisor de dinero.
2.
Control nacional del dinero, en sustitución de su control privado.
3.
El volumen de dinero se basaría en los productos y servicios que los ciudadanos produjesen y que, asimismo, consumirían.
4.
Sustitución del Patrón Oro por el Patrón-Trabajo, mucho más lógico y de amplia ventaja para los trabajadores en cualquier lugar del mundo donde se aplicase. Se llamaría Equitable Labour Exchange.
5.
Instauración de una llamada Participación Nacional, asegurando un mínimo vital y decente para cada ciudadano, pero apartada de criterios mendicantes o que soportasen aplicaciones injustas.
Este sistema borraría las injusticias del capitalismo desbocado y de su mentiroso contrario, el comunismo. Las instituciones de caridad inventadas para paliar los fracasos del capitalismo, por ejemplo seguros sociales, de paro, prestaciones familiares, etc., serían sustituidas por la Participación Nacional. La caridad estatal forzosa es muy parecida al bolchevismo y la caridad normal y corriente estará en manos de la Iglesia allá donde haga falta. Ese es su verdadero lugar.
Los presentes confirmaron su apoyo a estas medidas con comentarios de aprobación. Sonaba extraordinario.
—En nuestra patria, el Führer no aceptó la re-elección para Presidente. Tenía ya 66 años y estaba enfermo. Su vida había sido muy agitada y de absoluta entrega a un sueño que se estaba haciendo realidad. Anunció su retirada de la política. Fue una noticia tremenda no solo en Alemania, sino en todo el mundo. Tras vivir sus últimos años con su esposa Eva Braun en su casa de Linz, el 14 de noviembre de 1962, nuestro Führer Adolf Hitler murió. Líderes de todo el mundo asistieron a su funeral. Estaban presentes, entre muchos otros, el presidente de los Estados Unidos Joseph Kennedy; Franco, de España; Perón, de Argentina; Mussolini, de Italia; el presidente Chang Kai-Chek, de China, el Rey Eduardo VIII de Inglaterra, que fue restituido como monarca por Alemania, y un largo etcétera. Durante un tiempo su cuerpo reposó en el Gran Capitolio de Germania, y después sus cenizas fueron llevadas hasta una tumba que él mismo diseñó en Linz. El Presidente Albert Speer, en su elogioso discurso de despedida al Führer, dijo con emoción: «Aquí hubo un hombre que tuvo una clara visión de su destino y del de Alemania. Fue aquí donde la Historia llamó a este hombre de la Gran Alemania a dar un paso adelante y salvar a nuestra patria de las cenizas de la derrota y la humillación y construir una nueva Alemania que es la luz de toda la raza aria y martillo de sus enemigos». Alemania creó un sistema de energía que hizo desaparecer en poco tiempo la dependencia del petróleo. Esta energía, que comenzó a operar públicamente a finales de los años sesenta, estaba basada en los principios en los que estamos trabajando en este momento, señores. Era la Energía de Gravedad Cero, que abría a todos una física totalmente diferente. Ello permitió que su uso público en hogares y vehículos de todo tipo no produjesen residuos en su funcionamiento, sino que facilitó el desarrollo muy rápido de naves que podían realizar traslados espaciales sin problemas. Los americanos estaban muy sorprendidos con esos avances. No habían sospechado nada. Werner Von Braun y sus anticuados cohetes ya eran pura historia en ese momento. El presidente Speer dio el espaldarazo definitivo a ese desarrollo de forma pública, aunque nosotros en las SS ya lo llevábamos preparando y utilizando desde hacía mucho tiempo —les señaló—. Ustedes son la prueba de ello. En 1972, y tras el montaje de tres bases lunares durante los años sesenta, que compartíamos con Estados Unidos, Japón, Italia e Inglaterra, Alemania inició la conquista de Marte con una nave que funcionaba con propulsión antigravitacional. El mayor Bernd Hessler y su equipo de tres hombres y dos mujeres aterrizaron en el plantea rojo tras un viaje de más de 54.000.000 de kilómetros, en su fase más próxima a la Tierra, y en tres semanas escasas de vuelo. La nave llamada
Adolf Hitler
llegó sin dificultad alguna a Marte y fue la avanzadilla de varios vuelos más que hicieron que el planeta rojo fuese una segunda colonia para los terrícolas y base de unos avances científicos inimaginables previstos hasta 2020, en que se esperaba que existiera la posibilidad de llegar con las naves antigravitacionales a cualquier confín estelar. Para todo ello, el trabajo en máquinas de calcular y computadoras electrónicas desarrollado ya en este momento de la guerra por Konrad Zuse permitió, en el futuro, un sensacional desarrollo militar, empresarial y público y Japón también tuvo un papel destacado en todo ello. A partir de los años 70, en cada casa en Alemania habría una de esas máquinas de uso general, de tamaño mucho más reducido y con prestaciones inimaginables en este momento. En 1976, Heinrich Himmler nos dejó tras una larga y penosa enfermedad, siendo enterrado, tras una descomunal ceremonia SS, en la fortaleza de Wewelsburg. Grandes dignatarios asistieron al entierro y su nombre quedó asociado a la más grande empresa de Alemania y a la repoblación que este gran hombre dirigió en Rusia.