Read Las trompetas de Jericó Online
Authors: Nicholas Wilcox
La puerta principal estaba abierta.
Zumel sale de la sinagoga y se detiene en la acera sin saber adonde ir, confuso y alelado. Pasan los trabajadores pedaleando con más ánimos que de costumbre. Una mujer lo está esperando al otro lado de la calle. Le sonríe.
El prisionero cierra los ojos y deja correr las lágrimas sobre las irritadas mejillas, sintiendo el escozor de la vida, el verde y callado rumor del corazón.
Los únicos archivos occidentales donde podían encontrarse referencias a la Operación Jericó, los del Departamento de Operaciones Especiales SOE, se destruyeron por orden del Ejecutivo en 1946, cuando el gobierno británico suprimió aquel departamento. Sin embargo, un informe de Himmler acerca de la Operación Jericó apareció en la revista impresa a ciclostil
Rodina
(Kiev, abril-mayo de 1998). El informe consta de cinco folios, está fechado en abril de 1944, y procede de los archivos capturados por los soviéticos en 1945 en las ruinas de Berlín. Estos documentos permanecieron embalados en cajas, en los sótanos de los Archivos de la Gran Guerra Patriótica, en Moscú, hasta que el gobierno ruso autorizó su consulta, en 1997. Agradecemos a la historiadora Ludmila Sajanova la información sobre este asunto.
[1]
En 1957 Johan Schänble, profesor de Antropología de la Universidad de Kiel publicó «Estudios antropológicos en las llamadas colonias alemanas del Sur de España». Véase
Zeitschrift für morphologische Anthropologie,
Bd. 48 Stuttgart, 1957, pp.151-202. En esta obra se alude al estudio de O. Wendel «Deutsches Blut in Spanien» (Sangre alemana en España) aparecido en
Der Auslands deutsche
, Jq.19, p.629, 1936 y «Los últimos restos de la colonización alemana de Andalucía» en
Der Auslandsdeutsche,
Jq 16, 1937, p.417.
(N. del t.)
[2]
El historiador David Irving, en su libro
La guerra de Hitler
, página 511 de la edición española, escribe: «La señal también se capta en el cuartel general de Von Rundstedt y avisa a todos los afectados, pero por razones ignoradas el OKW, Berghof, y el Séptimo Ejército no recibieron aviso alguno [...], esto resulta todavía más inexplicable si tenemos en cuenta que el servicio de información alemán en París había analizado los mensajes secretos —sólo en la tarde del día primero de junio se radiaron ciento veintiocho avisos de desembarco— y descubrieron que casi todos los veintiocho que se transmitieron a las células en que los alemanes se habían infiltrado lo fueron a células situadas en la zona de Normandía-Bretaña. Se ignoran los resultados de la investigación ordenada por Hitler.»