Los inmortales (20 page)

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Authors: Manuel Vilas

Tags: #Narrativa

Es su cumpleaños y su chica le ha regalado un coche fantástico. Ponti no se lo puede creer. Está a la puerta de la casa y Mother T lleva las llaves en la mano y dice: «Ponti, feliz cumpleaños para el mejor de los hombres». Y le da un beso. Y Ponti se queda mirando el coche, tan negro y tan
vintage
.

«El coche fantástico es como un monumento, como el Santo Grial —dicen las instrucciones—. Entras y viajas por carreteras antiguas a cualquier parte del espacio y del tiempo». Bueno, a cualquier parte en la que haya circunvalaciones neuronales. Está bien, aunque no sea real. La palabra «real» es absurda. Ponti se mete dentro del coche y suena una canción milenaria:
American Pie
de Don McLean. Pero lo más maravilloso de este coche fantástico es la opción
Santo Grial
. Se trata de la pantalla interior del salpicadero. Se llama a esta pantalla
Santo Grial
. Conectas la opción
Santo Grial
y lo ves todo, porque
Santo Grial
hace que la luna del parabrisas se convierta en una pantalla en 3D.

Al instante, Ponti está viendo el populoso mar desde el día en que se produjo la primera ola, ve el alba y la tarde, ve las muchedumbres fundando la ciudad de Roma, ve la multiplicación de los panes y de los peces, ve un vinilo de la primera edición de
Dios salve a la Reina
de los Sex Pistols.

Ponti gira el mando de
Santo Grial,
sube la potencia. Está exaltado. Ponti ve simultáneamente todos los conciertos en directo de los Beatles, los Who, Don McLean, Elvis Presley, Bob Dylan, Jimi Hendrix y Joy Division. Ve a un tiempo las predicaciones en montes, ciudades y desiertos de Cristo, Buda, Mahoma, Lenin y San Pablo. Ve cómo San Pablo se come una trucha en el lago Tiberíades. Ve la resurrección en directo de Ian Curtis. Ve a Platón hablando con Sócrates. Ve a San Pablo darse un baño maravilloso en el lago Tiberíades un mediodía de agosto.

Ponti ve la noche y el día contemporáneos, ve un poniente en el planeta enano Ceres que parece reflejar el color de una rosa de Bengala, ve un dormitorio del siglo XXI sin nadie, ve caballos metálicos encima de la mano de Buda en una playa africana del siglo III d. C.

Ve la crucifixión de Judas Iscariote, que fue denunciado y traicionado por Jesús de Nazaret.

Ve a los bisnietos y bisnietas de Mick Jagger sonreír delante de la lápida de su bisabuelo.

Ve a Stalin dictar al oído a un tal Corman Martínez la teoría del reciclaje trascendental.

Ve en un escaparate de Mirzapur un vinilo de los Rolling Stones, ve las sombras oblicuas de Johnny Cash y de Elvis Presley en el suelo de un invernáculo.

Ve a un argentino llamado Jorge Luis Borges escribir un tango titulado
El Aleph
.

«Este coche fantástico es el mejor regalo de cumpleaños que me han hecho nunca», grita Ponti. Y Mother T dice: «Eres el mejor de los hombres».

Ponti ve todas las hormigas que hay en la Tierra ahora mismo, ve en un cajón del escritorio (y tiembla al leerlas) cartas obscenas, escritas en toscano, de Beatriz a Dante, ve lo que Jesús de Nazaret le dice a María Magdalena una tarde de verano junto al lago Tiberíades, los dos desnudos.

Ponti ve a Marilyn Monroe.

Y Marilyn le dice: «Ponti, eres el mejor de los hombres, ayúdame».

Ponti sigue aumentando la potencia de
Santo Grial
. Resplandece el coche fantástico.

Ponti ve la circulación de su propia y oscura sangre a lo largo del tiempo, ve el engranaje del amor y la invención de la muerte como única solución a la materia orgánica, ve un club de alterne del siglo XXII, con todas las chicas haciendo el amor simultáneamente.

Ponti ve a Mozart componiendo
Yesterday
.

Ponti ve a un tal Manuel Vilas hablar con Fidel Castro sobre la victoria final.

Ponti ve el pensamiento de Dios, que era esencialmente un pensamiento que adoraba la comedia y aborrecía la inexactitud de la tragedia, ve que el Universo es una broma infinita.

Ponti sale del coche fantástico sobrecogido y alegre. Baila. Grita. Canta. Es un regalo excelente. «El regalo de mi chica es descomunal y todo porque es un regalo lleno de Amor», canta Ponti.

Ponti y Mother T van montados en el coche fantástico, con la opción
Santo Grial
a toda pastilla, con las ventanillas bajadas, a toda pastilla
Santo Grial
. Van por las carreteras de la costa. Ponti besa a su chica. Abraza y besa a su chica. Y le sube las faldas. Y ella se ríe y le besa y le abraza. Y su risa es amor puro. Y hacen el amor dentro del coche fantástico con la opción
Santo Grial
a toda pastilla.

Todo el mundo debería tener un coche fantástico, dice Ponti.

Y somos felices, dice Mother T.

Y suena
American Pie
.

Mi chica es guapísima, dice Ponti.

Qué hermosa es la vida, dice Mother T.

Qué grande es estar vivo, dicen a la vez.

La reconquista de Latinoamérica

Una mañana radiante de enero de 2017 SA y Jerry estaban desayunando en el hotel Nacional de La Habana. Desayunaban frutas tropicales y tortillas a la francesa con queso, jamón y champiñones dentro de la tortilla. A SA le fascinan las tortillas francesas que llevan dentro cosas, regalos insospechados. Mientras desayunaban, consultaban en el ordenador portátil ediciones digitales de distintos periódicos latinoamericanos. Todo confirmaba la teoría de SA de que Latinoamérica continental se desmoronaba. Venezuela, México, Perú, Colombia, Argentina, Bolivia, el caos era generalizado. Los banqueros huían de sus países, los empresarios malvendían sus propiedades y sus empresas, los militares se suicidaban. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se había convertido al islam y salía por la televisión anunciando la segunda venida de Mahoma, que se iba a producir en Choroní (Caribe venezolano). Chávez llevaba turbante y hablaba una mezcla de español y árabe, en la que no se entendía absolutamente nada. Estaba estudiando árabe, un curso de inmersión lingüística avanzada en el árabe. Chávez, ayudado de los Hermanos Musulmanes, quería invadir Colombia, porque Colombia titubeaba a la hora de abrazar el islam. Chávez quería imponer en ese país hermano la cultura musulmana y sustituir la lengua española por la lengua árabe. En dos generaciones, desparecería el español, y todo el mundo hablaría árabe. En las escuelas de Venezuela ya se estaba produciendo la arabización. Pero Chávez, en privado, sufría porque la lengua árabe se le resistía. Nadie quería darle clase porque acababa encarcelando y mutilando a sus profesores de árabe. Se enfurecía con sus profesores de árabe porque no aprendía casi nada. Eso sí, lo que más le gustaba era aplicar la justicia islámica. Y cortaba manos, lenguas, pies, orejas, etcétera. Tenía una colección de orejas imponente. Había algún periódico sensacionalista que hablaba de la venganza de Moctezuma contra la hispanidad. Moctezuma se vengaba de España haciendo que Sudamérica se islamizase. El rostro de Moctezuma aparecía en pintadas callejeras, en revistas, en periódicos, en todas partes.

En el nuevo peronismo argentino militaban musulmanes radicales, y la figura de Perón estaba en un abierto proceso de islamización. La iconografía de Eva Perón había cambiado, salían las supuestas fotos de Eva con el burka, supuestas porque no se le veía la cara. En Chile se pensaba que Salvador Allende había sido un enviado en misión especial del mismo Mahoma. Allende salía con turbante en la prensa chilena. Era la nueva imagen de Allende. Y se traducía la poesía de Pablo Neruda al árabe clásico. Se cambió la célebre gorra de Neruda por un turbante blanco. El islam estaba dando una alegría nueva a los pueblos emergentes latinoamericanos. Se construían mezquitas en todas partes, en Buenos Aires, en Lima, en La Paz, en Montevideo, en Ciudad de México. Se vaciaban las catedrales o se transformaban en mezquitas de manera improvisada y urgente. Estados Unidos estaba levantando a toda prisa un muro militar de alta tecnología en su frontera con México, pero muchos jóvenes estadounidenses se nacionalizaban mexicanos para así poder seguir el islam, porque México estaba siendo islamizado por el narcotráfico. Los principales narcotraficantes ya vestían con turbante y se mataban con cuchilladas de alfanje. Los jóvenes estadounidenses, amantes de las películas de Robert Rodriguez, vieron en la fusión de narcotráfico e islam una solución a sus problemas existenciales y familiares. Las mujeres de los narcotraficantes iban con burka. Las mujeres de los narcotraficantes decían en privado que el burka era muy excitante. La islamización de México hizo que descendiera de manera radical el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez. Ahora sólo las mutilaban, pero no las mataban. Les cortaban la nariz o las orejas, pero ni las violaban ni las asesinaban. De hecho, la célebre novela titulada
2666
del escritor Roberto Bolaño se estaba convirtiendo en un texto envejecido, pues sabido es que en esta novela se narran pormenorizadamente asesinatos de mujeres en la mexicana Ciudad Juárez, que en la novela se llama Santa Teresa, porque allí Bolaño quiso hacerle un homenaje a la monja Teresa de Calcuta, también conocida como Mother T. Ciudad Juárez estaba completamente islamizada. Algunos intelectuales e historiadores mexicanos de prestigio habían señalado la posibilidad de que las civilizaciones precolombinas fuesen, verdaderamente, culturas islámicas en una variante americana latente. El indigenismo se estaba islamizando.

SA leyó con atención ese comentario sensacionalista sobre la venganza de Moctezuma y le pareció muy verosímil. Incluso ese periódico hablaba de una secta dedicada a la adoración de Moctezuma. Lo cierto es que la hispanidad se desmoronaba. La gente quemaba en las plazas públicas ediciones del
Quijote
y de
Cien años de soledad
. SA se sintió arder. Como si lo estuvieran quemando vivo.

SA y Jerry habían quedado allí con el comandante Hannibal. En realidad, el comandante Hannibal se llamaba Ramírez, pero era fan de la antigua serie de televisión
El equipo A,
y había formado un grupo de mercenarios precisamente con el nombre de Equipo A. SA y Jerry querían proponerle un plan al comandante Hannibal. El plan que había diseñado SA consistía en la reconquista de toda América del Sur y Centroamérica y su devolución a la Corona de España, la cual garantizaba y se comprometía a la rehispanización y la recristianización del continente. SA quería luchar contra la islamización de la cultura latinoamericana.

El comandante Hannibal llegó a la hora prevista. Vestía bermudas de color beige y un Lacoste de color rojo. Llevaba una edición de una novela de Benito Pérez Galdós como contraseña. Eso era lo pactado. El comandante Hannibal se quejó de la contraseña, que había sido elegida por SA. Pues cargó con un tomo grueso de
Fortunata y Jacinta
por toda La Habana. Después de quejarse, hicieron las debidas y formales presentaciones. El comandante Hannibal era un hombre de unos cuarenta años. Alto, delgado, moreno, con bigote. Como llevaba bermudas, se apreciaba que se depilaba las piernas. Se sentó y pidió un whisky.

—Por fin puedo quitarme de encima semejante tocho —dijo el comandante, abandonando el libro en una mesa contigua.

—Es una gran novela —dijo SA.

—No la he leído, ¿de qué va? —preguntó el comandante Hannibal.

—Es la historia de dos mujeres, una mujer llamada Fortunata y otra llamada Jacinta. Son lesbianas, y por ello las persigue la Inquisición española. La historia sucede en el siglo XV. Es de ambiente medieval, una novela histórica. Pero aunque son muy lesbianas, resulta que también son muy devotas, muy creyentes, y eso al final las convertirá en santas y mártires. Las dos mueren quemadas en la hoguera, pero sus almas abrazan la inmortalidad y ascienden a los cielos.

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