Como en Los Caminantes, todos los lugares descritos existen realmente, desde el escondite de Alba y Gabriel a la villa donde Theodor y los suyos se entregan a sus juegos. Excepto los túneles de alcantarillado y el interior de los estudios de Canal Sur. Este es fruto de mi imaginación; recreado libremente para conveniencia de la historia.
Y un agradecimiento especial, sincero y cariñoso, va para ti, lector, por confiar de nuevo en la historia, y a quien espero que este libro haya entretenido tanto como a mí.
Málaga, 29 de Abril del 2010