Santos discípulos, hombres y mujeres, atendían ahora la casa en lugar de sus criados. Pulían los suelos. Preparaban su sencilla comida y la dejaban donde pudiera encontrarla ante las puertas de las habitaciones: ella comía y bebía sólo cuando terminaba una habitación. Cuando un hombre o una mujer de cualquier lugar del mundo conseguía un gran honor, acudía a la Casa de Han
Qing-jao, se arrodillaba y seguía una línea en la madera. Así, todos los honores fueron tratados como si fueran meras decoraciones del honor de la santa Han Qing-jao.
Por fin, apenas unas semanas después de que cumpliera los cien años, encontraron a Han Qing-jao acurrucada en el suelo de la habitación de su padre. Algunos dijeron que ése era el punto exacto donde su padre se sentaba siempre cuando ejecutaba sus trabajos; resultaba difícil asegurarlo, ya que todos los muebles de la casa habían sido retirados hacía tiempo. La santa mujer no estaba muerta cuando la encontraron. Permaneció postrada varios días, murmurando, murmurando, pasándose las manos por el cuerpo como si siguiera las líneas en su carne. Sus discípulos la atendían por turnos, diez cada vez, escuchándola, tratando de comprender sus murmullos, transmitiendo las palabras como mejor las comprendían. Fueron escritas en un libro titulado Los Susurros Divinos de Han Qing jao.
Sus palabras más importantes fueron las que pronunció al final.
—Madre —susurró—. Padre. ¿Lo he hecho bien?
Y entonces, dijeron sus discípulos, sonrió y murió.
No llevaba un mes muerta cuando se tomó la decisión en todos los templos y altares de cada ciudad y pueblo y aldea de Sendero. Por fin había una persona de tan destacada santidad que Sendero podía elegirla como protectora y guardiana del mundo. Ningún otro mundo tenía un dios así, y lo admitieron libremente.
«Sendero está bendito por encima de todos los demás mundos —aseguraron—. Pues el dios de Sendero es Gloriosamente Brillante.»
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En inglés, rogue people. La palabra rogue (pícaro, bribón) define también al elefante feroz y peligroso. De ahí la asociación de ideas de Valentine. (N. del T.)