Mamá, ¿por qué las mujeres son tan complicadas? (22 page)

Read Mamá, ¿por qué las mujeres son tan complicadas? Online

Authors: Jovanka Vaccari Barba

Tags: #Relato

Y pensándolo bien, más que el sexo ¿no será esta fraternidad el verdadero origen del amor romántico que tanto ensalzamos los humanos?

No sé si habrá alguien enfrente de estas líneas, pero permítanme contarles una interioridad. Hoy se cumplen 69 artículos de este «consultorio» que, durante año y medio, ha evitado la metafísica del amor para dedicarse, materialistamente, a la física y biología de la
sexistencia
.

¿La intención? Revisar castrantes autoengaños para poder inaugurar, sin la atadura de las falsas verdades absolutas, una cultura dinámica del conocimiento, esto es: de la alegría. Y como la alegría ha sido el medio y el fin de este espacio, convendrán conmigo que 69 se aparece como un número más que correcto para dar por terminada esta indagación.

Somos y existimos gracias al sexo, porque éste surgió de la vida para dar cumplimiento a su propia y autocontenida condición: pervivir reproduciéndose. El sexo —la reproducción— es por tanto, para todos los seres sexuados, un mecanismo termodinámico ineludible que ha modelado utilitariamente cuerpos, psiques y conductas destinados a mantener la vida. Sin más magias. Sin embargo, es innegable que somos capaces de
sentir
amor. ¿Pero por qué, si de todas maneras íbamos a reproducirnos?

Dice la etimología que la palabra amor es resultado de la evolución de
luba,
una antigua palabra que significó
sed
en nostrático, lengua madre de todas las familias lingüísticas indoeuropeas posteriores. Sed y amor. Qué relación más rara, ¿no? ¿O no tanto? ¿No será quizá lo que inconscientemente queremos decir cuando susurramos al oído de nuestros amantes «tengo sed de ti» o «bebería de tus huesos«? Sed y amor. ¿Palabras sueltas o conceptos unidos?

Hace unos dos mil millones de años, mucho antes de la aparición del sexo, de las estructuras fisiológicas necesarias para hablar y de cualquier lengua, se produjo la primera fusión celular: en un violentísimo planeta con escasos recursos alimenticios activos, algunas bacterias moribundas hubieron de convertir sus individualidades en un ser pluricelular para sobrevivir.

¿Cómo?

Cometiendo canibalismo, es decir, comiéndose las unas a las otras. Pero dado que la vida surgió, dicen, en el agua y las células
son
prácticamente agua, parece que en realidad sería más correcto decir «bebiéndose» las unas a las otras, como intuyeron los primeros contenidistas del lenguaje.

¿Mas con qué objetivo?

Para obtener las unas de las otras, en un primer gesto de generosa comunidad, la poca «comida» disponible.

¿Y por qué así?

Porque una estructura biológica multiplicada es, en condiciones adversas, mucho más resistente que una simple.

¿No es esperanzador?
Luba
fue antes que el sexo. Y fuerza en lugar de medio. El porqué y el cómo ya es asunto de otro consultorio. Hasta entonces, salud y lujuria.

Other books

Camelot Burning by Kathryn Rose
Through Wolf's Eyes by Jane Lindskold
Cuts Like a Knife by Darlene Ryan
Every Dawn Forever by Butler, R. E.