Read Buenos Aires es leyenda 2 Online
Authors: Víctor Coviello Guillermo Barrantes
Tags: #Cuento, Fantástico
»En el caso del corto ese encontraron vómitos, un montón de uñas partidas. El dueño se asustó tanto que hasta trajo un cura para que limpiara la sala. Se comentaba que en el
Ambassador
no lo hicieron y por eso se fundieron. Igual, un distribuidor tenía la posta de que eran los cines de la avenida Santa Fe los que armaron todo para hacernos mala fama a nosotros.
Le preguntamos si sabía el argumento del cortometraje y nos contó una variante, diferente por cierto de la de Braulio.
—Creo que se llamaba
En camino a Beatriz
o algo por el estilo. Se trataba de un muchacho que tenía problemas psicológicos y quería matar a su novia. Se tomaba un ómnibus. Mientras viajaba, no paraba de imaginar las cosas que haría cuando la alcanzara, pero en el camino, el ómnibus tenía problemas de todo tipo. La novia debía tomarse un avión y como él no llegaba a tiempo, ella se salvaba. Se conoce que las cosas que se imaginaba el novio eran muy fuertes, demasiado reales. Me hablaron de que metieron escenas de películas
snuff
, ésas en la que filman torturas y hasta asesinatos. De todas maneras, lo peor pasó cuando salió la gente del cine. Un grupo de jóvenes, que ya estaba haciendo bastante lío en la sala, se fue a una casa de jueguitos electrónicos de la otra cuadra y rompió varias máquinas. Una pareja se peleó en la puerta del cine y el novio la mandó al hospital. Según cuentan, en todas las salas que se emitió el corto, durante y después, hubo problemas, hasta un asesinato.
Interrogamos a Elio acerca de cómo llegó el consabido corto al cine.
Hay muchas versiones. Supuestamente era como parte de un concurso que organizó el Instituto de Cinematografía, en esa época. Pero otros hablan de una persona con un maletín —otras nombran a varias— y que habría pagado para pasar el corto, alguien de la familia del director, dicen.
Por último, y para tener un panorama más amplio de nuestro mito, entrevistamos a L
AUTARO
V., muy ligado a la industria cinematográfica.
Estudio de grabación Int. Noche
El estudio no es muy grande. Los focos de iluminación están apagados menos uno. El que está prendido apunta al que deducimos es nuestro entrevistado.
Al acercarnos, vemos a un hombre obeso, de unos cuarenta años sentado en una silla de director con el nombre de John Ford. Tiene su abundante pelo atado con una colita, la cual se revisa permanentemente. Un tic nervioso más que evidente. Se presenta y nos da la mano, una mano regordeta, y sudada, lo que refuerza la sensación de tensión. Temiendo que dilatar la cuestión canse a nuestro entrevistado, vamos al punto rápidamente.
INVESTIGADORES
Vos tuviste ocasión de ver el corto, y tenemos entendido que su visión te produjo trastornos inmediatos y mediatos.
Lautaro se sacude un poco, signo evidente de escalofríos. A su vez, se limpia gotas de sudor de su frente.
LAUTARO
¿Se nota mucho? Sí, la verdad que me hizo mierda. Este muchacho, Javier Villarreal, se esmeró mucho por cierto para lograrlo. Tal vez, si lo viera ahora, no me afectaría tanto, pero quince años atrás sí. Yo tenía una videocasetera profesional, de alta precisión. Con esta ventaja, al video lo atrasaba o adelantaba, congelaba las imágenes. Todo eso hasta el ataque.
INVESTIGADORES
¿Ataque?
LAUTARO
Empecé a tener convulsiones, me salían lágrimas, mejor dicho las lágrimas me saltaban de los ojos, parecían huir, y tenía la espantosa sensación de que había una presencia detrás de mi espalda, algo maligno sin duda. Después cometí la estupidez, de la cual me arrepentí siempre. Si quieren, más adelante se las cuento.
INVESTIGADORES
¿Podrías relatarnos en qué consistía el corto
El ómnibus a Berenice
?
Lautaro se levanta de su silla y entrando en las sombras, va hacia un lugar a escasos metros de donde nos encontramos. Trae algo en la mano. Es algo que se asemeja a un pañuelo. Seca nuevamente el sudor de su frente. Respira hondo varias veces y continúa.
LAUTARO
Cuando a Orson Wells le ofrecieron dirigir una película, después del famoso episodio de
La Guerra de los Mundos
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, él declaró desconocer el lenguaje cinematográfico por completo. Un productor, sin intimidarse, le alcanzó un manual de guión técnico y otro literario y le dijo: «Leé estos libros y sacale el mayor provecho». Y Orson sencillamente utilizó TODOS los recursos, creando uno de las más grandes films de todos los tiempos,
Citizen Kane
. Cada escena es un prodigio de técnica y narrativa. Bueno, salvando las distancias y siendo un corto, Javiercito echó mano a todo lo que encontró. En lo formal, la historia es simple: chico conoce chica. Hay
feeling
pero la situación no se define. Cuando chico se decide a conquistar a chica, ella parte. Chico inicia un
tour de force
para conquistarla. Cuando creemos que todo va a salir bien, se produce un desencuentro. Fin. En lo que podríamos llamar metalenguaje, o lenguajes subyacentes o como carajos quieran rotularlos empieza lo increíble y lo ¿peligroso? también. Javier Villarreal investigó mucho sobre culturas.
INVESTIGADORES
¿Conoció personalmente a Javier Villarreal?
LAUTARO
No personalmente. Pero después de semejante visión me interesé sobre este muchacho. Yo recién empezaba en el medio —en ese momento era delgado y muy inquieto—. Fui encontrando datos y despacito armé el rompecabezas. Villarreal, como Orson, no era del ambiente. Era un estudiante de antropología, de un muy buen pasar y decidió hacer este corto como regalo a su novia, que es la chica del film precisamente. Holandesa, para ser exactos. Y que Villarreal habría conocido en un viaje a Egipto. Qué nivel, ¿no? El problema es que esto se le fue de las manos. En la filmación tuvieron dificultades extraordinarias. Por ejemplo, accidentes insólitos, demoras que aumentaban los costos que financiaba en parte el mismo Villarreal y alguien más, desconocido hasta ahora. Después del estreno, quedó tan aterrado que se fue con su novia del país y no volvió. Es más, el pibe que hacía de novio, tuvo muchos problemas psicológicos. Se le había quedado pegado el personaje. Tuvo una depre de la cual no lo pudieron sacar nunca. Se mató tirándose debajo de un camión, creo. Lo más patético fue que en la casa encontraron una carta dirigida a Irina, el personaje de la chica en el corto. Pobre pibe.
INVESTIGADORES
Nos hablaste del aspecto formal y de las anécdotas pero nos gustaría saber más sobre los aspectos ocultos de la trama.
LAUTARO
Como dije, Villarreal era un estudiante de antropología. Estudió religiones antiguas. Las locaciones que eligió para el viaje del novio, son semejantes a las de la península del Sinaí, las señales de tránsito tienen una simbología tremenda. Y podríamos seguir así indefinidamente.
Le comentamos el tema de lo subliminal y el mensaje del título. Lautaro se rio un rato largo. Instintivamente miró detrás de su hombro.
LAUTARO
Esto fue más allá de todo. Es la batalla entre el mal y el bien y está documentada en este corto. El ingenuo de Javier se pensó que podía meterse en semejante bardo y salir ileso. Lo bueno de todo esto es que lo hizo un tipo de acá, es nuestro orgullo también. Se pasó de la raya pero es nuestro. Y por eso ahora, les voy a contar por qué digo que cometí una estupidez. Después del ataque me asusté tanto que me fui a la cocina, rocié la cinta con alcohol y le prendí fuego. No quedó nada. Nunca más pude verla otra vez. Lo más cómico es que otra gente hizo versiones truchas en video. Nada que ver.
Dejamos a Lautaro con la sensación de que era una persona muy imaginativa. Cuánto había inventado? Por supuesto, son las reglas implícitas y aceptadas de las leyendas urbanas.
Al finalizar la redacción de este volumen, cayó otro coloso de Lavalle,
El Monumental
. Se muere inexorable, bajo las garras de la modernidad. En la puerta hay un cartel rojo, discreto pero mortal, que dice:
REMATE
.
Allí estaremos para honrar a otro amigo que se va. Y a lo mejor, entre sus tesoros, estará la lata perdida de ese corto misterioso.
Quién sabe.
Canto Primero
Terminada la Primera Guerra Mundial, y con la vieja Europa aún lastimada, hubo un arquitecto italiano que tuyo una grandiosa idea. El arquitecto se llamaba Mario Palanti y su idea era nada más y nada menos que la de traer las cenizas del inmortal Dante Alighieri y depositarlas en un monumento en su honor y en una de las capitales —en esa época—, más pujantes del mundo.
Luis Barolo era un empresario textil italiano muy exitoso que, además de hacer buenos negocios, deseaba dejar un valioso testimonio de su paso por este mundo.
Barolo se propuso hacer el edificio más alto de Buenos Aires, sin importar el costo.
Palanti se propuso utilizar toda su creatividad para homenajear al escritor itálico.
Tendría que ser algo único. Inspirado en la obra máxima de Dante:
La Divina Comedia
.
El denominado Palacio Barolo fue construido, pero las cenizas no se pudieron trasladar a Buenos Aires.
Ésta es la historia oficial.
Pero habría otra historia.
Después de morir en la ciudad de Ravena en 1321 —deportado desde hacía veinte años de su amada ciudad de Florencia— el cuerpo de Dante empieza una serie de idas y venidas que duran siglos hasta que, finalmente y para el séptimo centenario, es ubicado y supuestamente identificado. En el trayecto, los restos de Dante habían desaparecido tres siglos y reaparecieron en un convento medieval en Ravena. Lo curioso es que en esos años aparecen otros restos que son atribuidos a Dante Alighieri.
La historia oficial cuenta que Palanti/Barolo solicitaron al gobierno italiano las cenizas del escritor para protegerlas de una Europa en plena Primera Guerra Mundial y años subsiguientes. Pero sin éxito.
La leyenda cuenta otra cosa.
Es sabido que Dante, al igual que Mario Palanti, pertenecía a la
Fede Santa
, una logia masónica de origen medieval. Lo que no es muy sabido es que otros miembros de la logia habrían organizado la salida de los verdaderos restos del creador, ya que los encontrados en ese convento cerca de Ravena eran falsos. Estos miembros se habrían contactado antes con Palanti sugiriéndole que hiciera el pedido para alejar cualquier sospecha.
Un barco de poco calado y de nombre
Calabria
, llegó al puerto de Mar del Plata en los primeros días de febrero de 1921. La carga del buque registraba una bodega repleta de muebles trabajados a mano. Uno especialmente cuidado con un sello de la
Fede Santa
en la tapa exterior.
Por su parte, Palanti había diseñado una escultura que llamó
Ascensión
, donde descansaría Dante en el pasaje que cruza ventralmente el edificio. Esa escultura se terminó «casualmente» en esa ciudad atlántica. Nadie supo bien qué pasó con ella. Los dos integrantes de la
Fede Santa
que viajaban en el
Calabria
y custodiaban la valiosa carga, por algún motivo, decidieron transportarla de otra manera.
¿Para qué semejante operación, corriendo el riesgo de ser descubiertos?
¿Para qué esconder los restos en alguna parte del edificio? ¿Sólo para satisfacer el capricho de un arquitecto?
Canto Segundo
El Palacio Barolo está ubicado sobre Avenida de Mayo al 1370 y tiene, como ya dijimos antes, un pasaje en su planta baja, lo que permite la circulación desde la avenida de Mayo hasta la calle Hipólito Yrigoyen.
La carga simbólica es tan grande que decidimos hacer una recorrida con un experto, E
NEAS
B., arquitecto y estudioso de la obra de Dante.
—Donde estoy yo parado en este momento es el lugar donde hubieran colocado los restos de Dante Alighieri —afirma Eneas—. Todo este verdadero palacio —que deberíamos llamar con más corrección Templo— respeta la sección áurea, y el número de oro, de origen sagrado. ¿Por qué digo esto? Porque, según la tradición, esta medida fue la dictada por Dios a David para construir El Templo de Salomón. Por otra parte, el edificio tiene roo metros, igual al número de cantos de la
Divina Comedia
. Y fíjense la elaboración de Palanti: los pisos del Barolo están divididos en 11 módulos por sección, un total de 22 por cada piso, que equivalen a idéntica cantidad de estrofas de los cantos, que oscilan en su mayoría en ese guarismo. Como imaginarán, Palanti divide al edificio en tres secciones: Infierno, Purgatorio y Paraíso. La construcción está coronada por una torre y un faro de 300.000 bujías que representa los nueve cielos.
Saludamos a Carlos, el conserje, y le comentamos acerca de nuestro trabajo. Dejamos nuestros documentos a cambio de que nos permitiera hacer una recorrida. Accedió. Entonces, subimos unas amplísimas escaleras de mármol, hasta el primer piso. Allí nos esperaba una sorpresa.
—En la parte central y si nos asomamos por aquí —continuó muy entusiasmado Eneas— vemos el lugar exacto donde hubieran estado los restos de Dante Alighieri en el Pasaje. Podemos notar que esos dibujos son de neto carácter Masónico. El mármol en el cual están apoyados ahora ustedes es de Carrara, y proviene de la zona de Florencia, de donde el escritor italiano era oriundo. Este mirador está pensado para tener que arquear el cuerpo para poder ver la tumba de Dante, una clara forma de homenaje. ¿No es algo notable?