La carrera literaria de Soseki comienza con unos relatos cómico-satíricos por entregas que aparecen en una revista literaria del momento; en 1905 esta narración humorística aparece como
Yo, el gato
(
Wagahai wa neko de aru
), donde el animal protagonista analiza la civilización.
En 1906 escribe
Botchan
, que algunos entienden como su primera novela y que obtuvo un gran éxito de crítica, en la que narra de forma semi-biográfica las experiencias de un profesor de Tokio destinado a provincias. A partir de ese momento comienza a escribir casi una obra por año, y la temática es siempre la mezcla de comportamientos japoneses y occidentales que está viviendo Japón y las contradicciones que produce en las gentes. Abundan los triángulos amorosos, las traiciones entre "amigos", el sarcasmo y la sátira. Su
Sanshiro
, de 1908, es asimismo una novela con una capacidad introspectiva fuera de serie.
A los 40 años comienza a escribir artículos y críticas literarias en el diario Asahi Shimbun, el segundo mayor de Japón en aquel momento y líder actual del mercado japonés. En 1914 escribió
Kokoro
, su obra cumbre y de obligada lectura en cualquier escuela de hoy, considerada como nuestro
Don Quijote
, o como
Romeo y Julieta
para los anglosajones. Su literatura es sarcástica, pero muchas veces cómica y agridulce.
Muere en Tokio en 1916 a los 49 años de edad a causa de una úlcera de estómago, dejando una obra sin terminar:
Luz y oscuridad
.
Natsume Soseki, uno de los escritores más importantes de Japón, es de obligado estudio en la escuela secundaria, tanto en humanidades como en ciencias. Por su importancia el gobierno japonés incluyó en 1984 su efigie en los billetes de 1000 yenes.
[1]
La otra gran transformación tuvo lugar en los siglos VI y VII y el modelo fue entonces China. Fue más larga y las importaciones emprendidas —la religión, la escritura, los cultivos— más sustanciales. Lo peculiar de esta del siglo XIX, en la que vamos a encuadrar esta obra literaria, radica en la fulgurante rapidez con que se produjo.
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[2]
K. B. Pyle,
The New Generation in Meiji Japan, Problems in Cultural Identity 1885-1895
, Stanford, SUP, 1969, pág. 190.
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[3]
Sigo la costumbre japonesa de anteponer el apellido al nombre. A nuestro autor, como a varios de su época, se le conoce por el nombre, en realidad un pseudónimo, de Soseki. En cuanto a la pronunciación de «Meiji» y de otros nombres japoneses, adopto el sistema Hepburn según el cual las consonantes se pronuncian como en inglés y las vocales como en español. Véase el apartado «Criterios de la traducción».
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[4]
«
Merveilleux imitateurs
» va a llamar Pierre Loti a los japoneses ya en 1886, sólo veinte años después del comienzo del programa oficial de imitaciones, asombrado con fina ironía de la perfección con que el gobierno ha organizado el baile de gala en el Roku Meikan de Tokio (P. Loti,
Japoneries d'Automne
, París, Calamn-Lévy, 1926, pág. 88).
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[5]
H. J. Jones,
Live Machines. Hired Foreigners and Meiji Japan
, 1980, Tenderden, Norbury, pág. 86.
<<
[6]
Más información sobre el proceso de este aprendizaje de Occidente en los años de 1870-1890, en W. G. Beasley,
Historia Contemporánea de Japón
, Madrid, Alianza, 1995, págs. 134-143.
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[7]
Literalmente, «relatos de un mundo flotante», una literatura secular que floreció sobre todo a fines del siglo XVII y primera mitad del XVIII, teniendo como principal cultivador a Ihara Saikaku (1642-1693).
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[8]
D. Keene,
Dawn to the West
, Nueva York, Columbia University Press, 1998, vol. 3, pág. 2.
<<
[9]
Antes de 1914, había periódicos en Japón —uno de los inventos de Occidente desconocidos cuarenta años antes— con tiradas diarias de 100.000 a 350.000 ejemplares. Japón por entonces sólo era aventajado por Alemania en la producción de libros con más de 27.000 títulos al año (C. Totman,
A History of Japan
, Oxford, Blackwell, 2000, pág. 350).
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[10]
La anchura de la manga del quimono permitía ocultar la cara y así poner velo a las emociones reflejadas en el rostro de los japoneses de antes. Tanto es así que, en la literatura clásica japonesa, «humedecer las mangas» era una común metáfora para expresar el acto de llorar. Ambos ejemplos, en D. Keene,
op. cit.
, pág. 67.
<<
[11]
A. Cabezas,
La literatura japonesa
, Madrid, Hiperión, 1990, pág. 138.
<<
[12]
Hinatsu Konosuke,
Meiji Roman Bungaku Shi
, Tokio, Chuo Koron Sha, 1951, pág. 49. De Ueda Akinari hay una versión española de Kazuya Sakai (
Cuentos de lluvia y de luna
, Madrid, Trotta, 2002).
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[13]
El entrecomillado es de C. Totman,
op. cit.
, págs. 354-359.
<<
[14]
De nada menos que de «cinco revoluciones» habla sabiamente Antonio Cabezas (la del lenguaje, la temática, la de técnicas narrativas, la ideológica y la de los grupos literarios),
op.
cit.
, págs. 141-145.
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[15]
Como dice gráficamente Theodore W. Goossen, «cinco años en el Japón de los cambios constituyen una generación» (Th. W. Goossen,
Japanese Short Stories
, Oxford, O. U. Press, 1997, pág. XII).
<<
[16]
D. Keene,
Modern Japanese Literature
, Nueva York, Grove Press, 1956, pág. 17.
<<
[17]
Mioshi Yukio, en su edición de
Kokoro
(Tokio, Shin cho sha, 1998, pág. 208), observa que fue el dialecto de Tokio el que se impuso como lengua hablada en la novela japonesa de la época de Meiji. No es casualidad, por tanto, que casi todos los novelistas de ese período fueran de Tokio.
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[18]
Sobre su conciencia de capturar en la traducción el estilo conversacional, véanse las propias opiniones de Futabatei en F. Shimei, «Mi manera de traducir»,
Obras completas
, Tokio, Chikuma Shobou, 1985, págs. 166-170. Hay traducción española del autor de esta Introducción en
Teorías de la traducción
, ed. de Dámaso López, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 1996, págs. 330-334.
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[19]
D. Keene,
op. cit.
, pág. 4.
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[20]
Traducción española de la editorial Luna Books (Kamakura, 1991).
<<
[21]
En una carta de Soseki a Morita Shohei fechada el 3 de abril de 1906. Citado por Yoshida Seiichi,
Shizen Shugi no Kenkyu
, Tokio, Tokyodo, 1955-1958, vol. II, pág. 83.
<<
[22]
D. Keene,
op. cit.
, pág. 233.
<<
[23]
Es decir, poesía exclusivamente en caracteres chinos.
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[24]
Soseki
Nikki
, ed. de Hiraoka Toshio, Tokio, Iwanami Shooten, 13.ª edición, 2000.
<<
[25]
Citado por Senuma Shigeki,
Natsume Soseki
, Tokio, Todyo Daigaku Shuppankai, 1970, pág. 28.
<<
[26]
Karatani Kojin,
Origins of Modern Japanese Literature
, Chapel Hill, Duke University Press, 1993, págs. 17-18.
<<
[27]
Citado por Matsui Sakuko,
Natsume Soseki as a
Critic of English Literature
, Tokio, Center for East Asian Cultural Studies, 1975, pág. 34.
<<
[28]
Lafcadio Hearn (1850-1904), periodista irlandés cuyas obras y traducciones del japonés sirvieron para formar la primera idea de Occidente sobre el hasta entonces cerrado Japón.
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[29]
Traducción de Jesús González Vallés (Madrid, Trotta, 1999).
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[30]
Botchan
, trad. de Fernando Rodríguez-Izquierdo, Kamakura, Luna Books, 1997.
<<
[31]
Op. cit.
, pág. 147.
<<
[32]
Hay una versión española de José Kozer (
Mon, la puerta
, Madrid, Miraguano, 1991) en buena prosa, pero con un tufillo inconfundible a refrito —traducción indirecta— y con impresión defectuosa por la penosa dificultad en identificar los diálogos. Hubiera sido bienhechor para el lector que la introducción estuviera firmada en Villaseca de Abajo, en lugar de Nueva York, a cambio de haberse evitado esos dos serios inconvenientes.
<<
[33]
Soseki zenshuu
, Tokio, Iwanami shooten, 1965.
<<
[34]
Poema incluido en el ensayo crítico de V. H. Viglielmo de la versión inglesa de
Meian
(N. Soseki,
Light and Darkness
, Tokio, Tuttle Shoten, 1971, pág. 381).
<<
[35]
N. Soseki,
Le pauvre cœur des hommes
, París, Gallimard, 1957.
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[36]
Que los restos de Natsume Soseki descansen también en el cementerio de Zoshigaya, en Tokio, es otro de los rasgos autobiográficos que salpican a este personaje de K.
<<
[37]
Para Mori Oogai el suicidio de Nogi tuvo el efecto de reinflamar un entusiasmo por la tradición japonesa. El tema del
junshi
(«seguir al señor en la muerte») fue, en efecto, el tema de su novela
Abe
ichizoku
, publicada un año después del suicidio de Nogi.
<<
[38]
D. Keene,
op. cit.
, pág. 341.
<<
[39]
Sensei
es un término japonés de tratamiento usado hacia maestros, médicos y personas ante cuyos conocimientos se desea expresar respeto.
<<
[40]
Kamakura es una ciudad histórica situada en la costa, a unos 60 kilómetros al sur de Tokio.
<<
[41]
Del japonés
jin-riki-sha
, «vehículo de tracción humana», es un antiguo cochecillo de dos ruedas tirado por una persona.
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[42]
Moneda fraccionaria de Japón. Cien
sen
son un yen.
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[43]
La
yukata
es un quimono de algodón usado especialmente en el verano.
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[44]
Una de las playas de Kamakura.
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[45]
Entre los distritos de Bunkio-ku y Toshima-ku, en Tokio.
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[46]
En el original, «Isabella», transcrito en ideogramas chinos como era costumbre en las inscripciones de las lápidas funerarias, de ahí la dificultad que para leerlos podía tener el estudiante.
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[47]
Bebida alcohólica producida de la fermentación del arroz.
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[48]
Tanto Hakone como Nikko son lugares turísticos próximos a Tokio.
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[49]
El
obi
es una especie de cinturón de anchura variable que ciñe el quimono.
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[50]
La
hakama
es una especie de falda pantalón que solía llevarse encima del quimono para salir a la calle, generalmente es usado por los hombres.
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[51]
Shinbashi es un barrio céntrico de Tokio y, en la época del autor, sede de una importante estación ferroviaria.
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[52]
Es el puerto natural de Tokio, situado al sur de esta ciudad.
<<
[53]
Antigua Universidad Imperial, hoy Universidad de Tokio, la primera universidad de Japón, fundada en 1877.
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[54]
Tottori, al sureste de Tokio.
<<
[55]
Ichigaya, en el centro de Edo o Tokio, era un barrio habitado tradicionalmente por samuráis.
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[56]
Niigata, al noroeste de Tokio.
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[57]
Especie de quimono interior.
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[58]
Las vacaciones de invierno para los universitarios japoneses suelen comenzar hacia el 28 ó 29 de diciembre.
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[59]
Las viviendas japonesas suelen tener el suelo de su planta baja a una elevación de unos 40 cm sobre el nivel del suelo de la calle. Por eso se habla de «bajar al jardín» desde la casa.
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[60]
El
go
es un juego en el que los participantes se turnan para colocar fichas negras y blancas sobre el tablero, con el objetivo de rodear las fichas enemigas y controlar territorios.
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[61]
Las ramas de pino, que simbolizan la buena fortuna para el año nuevo, decoran las calles y casas japonesas en los primeros días de enero.
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[62]
En Tokio, suelen hacerlo hacia mediados de febrero.
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[63]
Yaezakura
designa una variedad de cerezos de doble flor —con ocho pétalos— cuya floración sobreviene unas tres semanas más tarde que la de los cerezos ordinarios.
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[64]
Shoji
es una puerta corredera que da al exterior, habitual en las viviendas japonesas, y con el armazón de listones de madera que enmarcan cuadrados tapados de papel blanco.
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