Osada (38 page)

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Authors: Jack Campbell

Tags: #Ciencia-Ficción

Rione, que ya caminaba hacia la escotilla, se paró y lo miró con expresión severa.

—Nuestros antepasados creían que las estrellas eran dioses, John Geary. Nosotros hacemos lo mismo, aunque a nuestra manera. En realidad no somos tan distintos. Ellos vivieron hace un instante si lo comparamos con la edad del universo, y pasaron sus vidas intentando entender dónde estaban y qué debían hacer con el regalo que eran sus vidas. Es algo que intento no olvidar nunca.

Él asintió, a la vez que se preguntaba sobre la mujer que había dentro de Victoria Rione.

Estaban ya a medio camino del punto de salto de Ixion, y la flotilla síndica Bravo continuaba tras ellos como una vieja espada preparada para caer sobre sus cabezas. Por su parte, la flotilla Delta, que avanzaba trazando un arco a través del sistema estelar Lakota, se cruzaría con el curso que seguía la flota de la Alianza a unas dos horas del punto de salto. La flotilla síndica Alfa patrullaba la puerta hipernética, esperando como un centinela la embestida cada vez más desesperada de la flota de la Alianza. Por otra parte, no había ni rastro de la flotilla síndica que supuestamente debería llegar desde Ixion.

Puesto que no había recibido ningún presagio ni ninguna inspiración de sus antepasados, Geary permanecía sentado, observando la lenta marcha de las formaciones a través del sistema estelar Lakota. Todos los ejemplos que había podido encontrar de flotas en una situación parecida a la suya habían terminado del mismo modo, y no era un buen final precisamente.

Intentó ignorar el dolor de cabeza incipiente causado por el estrés. ¿Cómo habían llegado a aquello? Si al menos no lo hubiesen cogido por sorpresa continuamente, si no lo hubiesen forzado a cambiar de plan cada vez que se presentaba una flota nueva... En lugar de llevar la iniciativa, parecía que lo único que había podido hacer era reaccionar ante los movimientos constantes del enemigo.

Reaccionar a los movimientos del enemigo.

Los síndicos eran más rápidos. Tanto la flotilla Bravo como la Delta podían superar a la flota de Geary en velocidad. Era una ventaja clara, pero las naves lentas podían girar con más precisión, aunque precisión tampoco implicaba exactamente virar con un radio diminuto a cero con cero cinco c. Lo habían cogido desprevenido varias veces. A lo mejor, si hallaba un modo de desconcertar a ambas flotillas síndicas...

No era un gran plan, pero al menos era algo.

La cara del comandante Suram, oficial al mando de la
Guerrera
, se volvió para mirarlo con cierto recelo, indudablemente a la espera de malas noticias. Suram había sido el oficial ejecutivo del antiguo capitán Kerestes, pero ¿cómo era en realidad? Nadie lo sabía. Sin embargo, era el momento de darle una oportunidad.

—Comandante Suram. Las
Guerrera
ha hecho un trabajo extraordinario para reparar el daño sufrido durante el combate. Sus escudos están totalmente operativos, al igual que la mitad de sus baterías de lanzas infernales.

Suram asintió.

—Así es, señor. Aunque no hemos podido reparar todavía todas nuestras defensas, y nuestro sistema de propulsión está todavía al setenta y cinco por cierto de su capacidad.

—Es más que suficiente como para tener que mantenerse todavía con las naves auxiliares. Comandante Suram, deseo encomendarle una misión especial a la
Guerrera
. Además, lo voy a poner al cargo de la
Orión
y de la
Majestuosa
.

Aquello sorprendió al oficial.

—¿Disculpe, señor?

—Necesito que alguien proteja las naves auxiliares, comandante —dijo Geary con una expresión adusta y severa—. Si las perdemos, la flota no tendrá nada que hacer, ya lo sabe. En cuanto volvamos a enzarzarnos con los síndicos, sus dos flotillas nos atacarán desde varios puntos, y me resultará muy difícil asegurarme de que la
Titán
, la
Hechicera
, la
Genio
y la
Trasgo
no sufran daños, o de evitar que sean destruidas. Quiero que la
Guerrera
, la
Orión
y la
Majestuosa
se peguen a las auxiliares como si estuviesen atadas a ellas. Quiero que bloqueen físicamente cualquier intento síndico de dañarlas, si fuese necesario, y quiero que destruyan cualquier nave síndica que intente acercárseles. ¿Podrá hacerlo, comandante Suram?

Suram se enderezó, serio.

—Sí, señor.

—Supongo que entiende que le estoy confiando la tarea más importante de la flota. Para esta tarea no puedo permitirme prescindir de ninguna nave capital, ni de ninguna nave menor. Necesito saber que hará todo lo necesario para mantenerse pegado a las naves auxiliares.

—La
Guerrera
quedará reducida a escombros antes de que las auxiliares reciban el menor daño —afirmó Suram—. Sé que tenemos algo que demostrar —dijo con tono severo—, tanto yo como la tripulación de mi nave. Perdimos a la
Polaris
y a la
Vanguardia
en Vidha. No nos separaremos de ellas mientras tengamos la capacidad de hacerlo. Lo juro por el honor de mis antepasados.

Geary era consciente de que todos le dirían que confiar en la
Guerrera
era una locura, y eso sin contar con la
Orión
y la
Majestuosa
, pero su instinto le aseguraba que ninguna otra nave tenía tanto que demostrar. Ahora bien, tampoco significaba que fuese a confiarle la misión a la comandante Yin, de la
Orión
, claro estaba. Eso sí que habría sido una locura.

—Si no lo considerase capaz de ello, no le habría asignado esta misión. Dígaselo a su tripulación, comandante. Estoy seguro de que la
Guerrera
llevará a cabo la tarea, o morirá en el intento.

Suram asintió de nuevo, y luego hizo un saludo militar.

—Gracias, señor. Recobraremos nuestro honor o moriremos intentándolo.

Geary sonrió.

—Hágase un favor a usted, y de paso a nosotros, y recobre su honor sin morir en el intento. Deseo que su nave vuelva al frente de batalla. ¿Se lleva bien con los oficiales al mando de la
Orión
y de la
Majestuosa
? ¿Cree que seguirán sus órdenes?

—Todos y cada uno de los oficiales y de las tripulaciones de la
Orión
y de la
Majestuosa
sabrán cuál es su misión, y sabrán que les ha dado una oportunidad, señor —afirmó el comandante Suram—. Gracias de nuevo, señor. Nuestras naves justificarán la confianza que ha depositado en ellas.

Un día para llegar al punto de salto. Pasó horas y horas mirando el simulador, en el que había una representación de la situación de aquel momento, con la flotilla Delta dispuesta según lo que parecía la usual formación de caja síndica, aunque en este caso bastante plana. La parte delantera apuntaba hacia la flota de la Alianza, como un fino muro que abarcaba todos los lados de la formación de la Alianza.

La otra formación síndica también había modificado su disposición, aplanándose y orientándose para copiar el muro que formaba Delta, aunque al ser mucho menor en número, dicho muro era bastante más reducido. Pese al daño que le había infligido la flota de la Alianza cerca del punto de salto, la Bravo todavía contaba con quince acorazados y diez cruceros de batalla. Había perdido bastantes naves de pequeño tamaño, pero aun así solo parecía una flotilla pequeña si se comparaba con los veintitrés acorazados y los veinte cruceros de batalla de la formación Delta.

A Geary le sorprendió que la Bravo no hubiese cargado contra la flota de la Alianza, aunque solo fuese para agitar a la tripulación de esta última y, quizá, hacer que perdiese más terreno al tener que esquivar las embestidas
. Vuelven a confiarse, ¿verdad? Creen que estamos atrapados, y que nuestro destino es inevitable
.

Ya lo veremos.

Una hora para que la formación síndica Delta alcance la flota de la Alianza. Geary se sentó en el puente del
Intrépido
y asintió con la cabeza como respuesta al saludo de Desjani. Rione se sentó en la parte posterior. En su expresión tan solo sus ojos delataban nerviosismo.

—Flotilla síndica Bravo acelerando —informó el consultor de navegación.

—Pretenden alcanzarnos al mismo tiempo que la flotilla Delta —dijo Desjani, como si estuviese comentando una simulación en lugar de la táctica real de una fuerza síndica abrumadora.

—No hay duda. —Geary estuvo de acuerdo—. Vamos a intentar fastidiarles los planes. —Manipuló los controles de comunicación—. A todas las unidades de la flota de la Alianza, dispónganse en formación Ómicron inmediatamente en cuanto reciban este mensaje. En este preciso instante les estamos enviando los detalles.

—¿Formación Ómicron? —preguntó Desjani. Posó sus ojos sobre el visor sabiendo que, al ser el buque insignia, el
Intrépido
serviría como punto de guía para el resto de naves, por lo que ellos no ejecutarían por el momento ninguna maniobra—. ¿Un cilindro, señor?

—Sí, así es. —Entendió de dónde procedía su sorpresa—. Tenemos dos ventajas sobre ellos. La primera es que al ser una fuerza menor, podemos conseguir que les resulte realmente complicado utilizar contra nosotros toda su superioridad numérica a la vez. Esas formaciones de caja que utilizan no pueden reajustarse suficientemente rápido como para contrarrestarlo. —
Espero
—. Y puesto que también somos más lentos, podemos virar con mayor precisión.

Las naves de la Alianza se entremezclaron hasta conformar la formación Ómicron. En lugar de generar un número de subformaciones separadas, la nueva disposición mantenía a todas las naves de la flota en un solo cuerpo. Además, no las dispersaba, haciendo que unas estuviesen lejos de otras, sino que las disponía con poca separación entre ellas, minimizando las distancias. El cilindro era pequeño solo si lo comparábamos con las grandes formaciones síndicas, por lo que la mayor parte del muro compuesto por la flotilla Delta no sería capaz de entablar combate con la flota de la Alianza ni aunque ambas fuerzas se enzarzaran en un combate total.

Geary también había abandonado la práctica de situar la escolta ligera entre las naves capitales y el enemigo. Es lo que hacían normalmente, pero en este caso no pretendía entablar un combate normal. La parte exterior del cilindro Ómicron estaba formado por acorazados situados en la parte anterior y posterior, con los cruceros de batalla dispuestos a lo largo de la formación, en un cinturón situado en el centro, entre los primeros. Dentro del cilindro estaban los destructores y los cruceros ligeros. Los cruceros pesados se encargaban de cerrar ambos extremos del cilindro. Uno de ellos, además, estaba reforzado por las dos naves de reconocimiento. Finalmente, también situadas justo en el centro, tan protegidas como fuese posible, estaban las naves dañadas y las auxiliares, con la
Guerrera
, la
Orión
y la
Majestuosa
a muy poca distancia.

—Treinta minutos para establecer contacto con la flotilla síndica Delta —anunció un consultor—. Veintiocho minutos para establecer contacto con la flotilla síndica Bravo.

Por fin la última nave de la Alianza se situó en su lugar en la formación. El cilindro estaba orientado a lo largo del camino hacia punto de salto de Ixion.

—El comandante de la formación Delta va a dejar que la Bravo nos alcance y entable combate primero para recibir nuestra primera oleada; luego entrará él para rematarnos y atribuirse el mérito —comentó Desjani—. Odio a los comandantes que hacen ese tipo de cosas.

—Este se va a quedar con las ganas. —
Espero
. Geary permaneció sentado, esperando, analizando la situación hasta que llegase el momento justo—. A todas las unidades, reduzcan la velocidad a cero con cero siete c.

Las naves síndicas estaban lo suficientemente cerca como para ver a la formación de la Alianza cambiar de disposición con solo unos minutos de retraso, pero se habían visto obligados a esperar a que se conformase antes de decidir la mejor manera de modificar la suya propia en consecuencia. Geary pudo presenciar que la formación síndica Delta se comprimía, haciendo el muro más bajo y más delgado, de modo que pudiesen atacar con más naves desde cualquier punto. No obstante, la orden de Geary de reducir la velocidad había hecho que estableciesen contacto antes de lo previsto.

—Diez minutos para establecer contacto con la Bravo. Doce minutos para establecer contacto con la Delta.

Ya estaban suficientemente cerca. La Bravo se aproximaba desde popa, reduciendo la velocidad, mientras la Delta avanzaba rápidamente desde uno de los flancos, todavía a cero con dos c.
Va a tener que frenar dentro de poco
.

—A todas las unidades de la flota de la Alianza, que toda la formación pivote en dirección descendente noventa grados y vire a estribor setenta grados en tres uno.

Entonces empezaron a ejecutar otra compleja maniobra, con todas las naves moviéndose simultáneamente de manera que el cilindro acabase apuntando en dirección descendente, marcando un nuevo curso.

—La Delta está frenando —anunció Desjani justo después de que Geary diese la orden y el
Intrépido
se inclinase para apuntar en la misma dirección que el cilindro.

Teniendo en cuenta su velocidad, a la flotilla Delta le costaría ver bien la flota de la Alianza. Además, estaban realizando una maniobra de frenado bastante acusada, por lo que tampoco podían hacer mucho más por remediarlo.

La formación Bravo, que se acercaba desde detrás de la flota de la Alianza, intentó maniobrar para compensar el movimiento de los segundos, pero viró demasiado, y perdió terreno.

Una nube de misiles y de metralla salió disparada desde la formación Delta, y atravesó el espacio vacío en el que habían previsto que estuviese situada la flota de la Alianza.

La fina formación de caja de la flotilla Delta acabó sobrepasando el punto en el que debería haber estado la Alianza, mientras que el cilindro de esta se balanceaba hacia un lado, a una distancia extrema del alcance de lanzas infernales.

—Bien —dijo Desjani con un gesto de aprobación. No obstante, sus ojos permanecieron fijos en el visor al saber que aquello no había sido más que el primer movimiento.

Geary tenía la mirada estancada en el mismo punto. Le tocaba a los síndicos.
La Bravo se mantendrá cerca, preparada para abalanzase sobre nosotros en cuanto nos estabilicemos. Por su parte, la flotilla Delta realizará una maniobra en dirección ascendente o descendente, creo, con objeto de simplificar la tarea de coordinarse para realizar un nuevo acercamiento. Por lo tanto, debo hacer que la flota se dirija hacia... allí
.

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